El cierre de las tiendas simboliz¨® el ¨¦xito de la huelga
Las calles de Espa?a ofrecieron ayer, por vez primera en m¨¢s de 50 a?os, el verdadero retrato de la huelga general: permanecieron cerrados los peque?os comercios. Los sindicatos convocantes daban ya por conseguida desde hace d¨ªas la paralizaci¨®n del transporte y de las grandes empresas, y el 14 de diciembre aport¨® como novedad la imagen de los escaparates sin luz y las cortinas met¨¢licas ca¨ªdas. Muchos ciudadanos ya lo hab¨ªan previsto: el d¨ªa anterior se aprovisionaron de pan y dejaron vac¨ªos todos los videoclubes; pero otros miles de ellos olvidaron comprar tabaco y sufrieron una larga peregrinaci¨®n. Los estancos no estaban en los servicios m¨ªnimos.
Los h¨¢bitos de los ciudadanos en los d¨ªas laborables, como el de ayer, se iban a ver alterados por frecuentes circunstancias inhabituales, derivadas de que casi ocho millones de personas no acudiese a su trabajo, seg¨²n datos de los sindicatos.La falta de cines, teatros, salas de fiesta y televisi¨®n provoc¨®, por ejemplo, que el martes fueran batidos todos los r¨¦cords en el alquiler y compra de pel¨ªculas de v¨ªdeo. Nadie podr¨ªa haberlo logrado ayer, mi¨¦rcoles, no s¨®lo porque se agotaran las existencias el d¨ªa anterior, sino tambi¨¦n porque los peque?os comercios dejaron cerradas sus puertas, a pesar de los llamamientos empresariales.
La junta directiva de la Confederaci¨®n Empresarial. Independiente de Madrid (CEIM) recomend¨® mantener abiertas las industrias y comercios, y lo mismo hizo la Confederaci¨®n de Gremios de Comerciantes de Catalu?a, como otras asociaciones de peque?os empresarios; pero los tenderos de barrio, tal vez asustados en cierta medida por las alarmantes predicciones del Gobierno, decidieron dejar el g¨¦nero en el almac¨¦n. En Palencia, numerosos comercios exhib¨ªan el siguiente cartel: "Cerrado por precauci¨®n".
Las iglesias registraron en cambio una afluencia in¨¦dita en d¨ªa no festivo, como reconoc¨ªa por ejemplo un p¨¢rroco de Bilbao, y se formaron colas inhabituales en algunos confesionarios.
No obstante, apenas se celebraron bodas ayer. Los juzgados civiles permanec¨ªan en huelga, y la celebraci¨®n en los templos dif¨ªcilmente pod¨ªa tener continuidad con el convite, dado el cierre general en la hosteler¨ªa. Tambi¨¦n se retrasaron los entierros en los cementerios, que en Madrid disminuyeron respecto al n¨²mero habitual.
Las asociaciones patronales vascas reconocieron que la huelga hab¨ªa paralizado m¨¢s del 90% de la industria en Euskadi, pero el gobernador civil de Guip¨²zcoa, Jos¨¦ Ram¨®n Go?i Tirapu, difundi¨® una informaci¨®n singularmente exacta: seg¨²n sus datos, el paro fue secundado en la provincia exactamente por el 57,45% de la poblaci¨®n activa. Un portavoz oficial explic¨® que no se trataba de una broma, sino del resultado de una encuesta "muy precisa".
Tono festivo
El d¨ªa no laborable dio motivo para que, pese a los incidentes registrados, se percibiese un cierto tono festivo entre quienes participaron en piquetes y manifestaciones. Un grupo de j¨®venes gritaba a la polic¨ªa en el centro de Madrid. "Tirad las armas, est¨¢is rodeados". Una pintada cercana indicaba: "Esquirol, saca los cuernos al sol". Junto a la estaci¨®n de Atocha, otra pintada, probablemente obra de alg¨²n sindicalista del transporte, avisaba al p¨²blico: "El d¨ªa de la huelga, ven en patinete".
La actuaci¨®n de piquetes informativos fue constante en todas las ciudades espa?olas, especialmente por la ma?ana. Pero los afiliados a los sindicatos pusieron en pr¨¢ctica en Bilbao un m¨¦todo original, el piquete glot¨®n: ante la imposibilidad de obligar al cierre de algunas cafeter¨ªas, se limitaban a desayunar op¨ªparamente para luego irse sin pagar. "Eso, por esquiroles", advert¨ªan. Muchos de estos comercios prefirieron cerrar finalmente, tras recibir varias visitas as¨ª.
El trabajo de los piquetes dio lugar tambi¨¦n a muchas situaciones peculiares. Una de ellas ocurri¨® en C¨¢ceres, despu¨¦s de que un piquete quemase unos neum¨¢ticos en la cochera de los autobuses urbanos. La Polic¨ªa Municipal avis¨® a los bomberos, pero ¨¦stos se?alaron que estaban trabajando para apagar eventuales incendios, y no una simple fogata. Ante tal actitud, un polic¨ªa municipal tom¨® personalmente la manguera y pidi¨® a su compa?ero que abriera con fuerza el grifo. El chorro enfoc¨® no a los neum¨¢ticos que ard¨ªan, sino al piquete. Pero la fuerza del agua le hizo perder la posesi¨®n de la manguera, lo que aprovech¨® un sindicalista para emprenderla a chorros contra los agentes, que gritaban desesperados que cerrase el grifo. Todos se mojaron.
Los parques se llenaron ayer de ni?os desocupados, si bien la huelga tuvo en el sector de la ense?anza uno de los que mostraron seguimiento m¨¢s desigual. El paro del profesorado fue m¨¢s significativo en la ense?anza p¨²blica, especialmente en las ense?anzas medias y universitarias. La actividad universitaria estuvo pr¨¢cticamente paralizada. S¨®lo la universidad de Navarra, propiedad del Opus Dei, vivi¨® una jornada de normalidad.
Las arterias de las grandes ciudades presentaban el aspecto desolado de los d¨ªas festivos. Los trenes y metros cumplieron los servicios m¨ªnimos pactados entre sindicatos y empresas. S¨®lo un 10% de los aviones con salida de Madrid vol¨® ayer; y funcion¨® la cuarta parte de los trenes de cercan¨ªas y largo recorrido, con un tope de viajeros del 15% de su capacidad.
Uno cada cuatro horas
Las sedes de los ministerios presentaban ayer un aspecto ins¨®lito: era mi¨¦rcoles y se pod¨ªa aparcar. En la inmensa explanada destinada al aparcamiento se pod¨ªa ver un veh¨ªculo por cada 20 plazas, fiel reflejo de lo que ocurr¨ªa en el interior de los edificios.
En las salas de control de visitantes, una tercera parte de los conserjes habituales atend¨ªa a un cliente cada cuatro horas: ¨¦sa fue la media de p¨²blico, seg¨²n las hojas de registro.
Significativo fue el seguimiento de la huelga en el Ministerio de Econom¨ªa y Hacienda: en la sede de la calle de Alcal¨¢, acudieron al trabajo 140 personas; en el edificio de la plaza de Cuzco, 300 y en la Delegaci¨®n de Hacienda de la calle de Guzman El Bueno, 200. En total, 640 personas de los m¨¢s de 8.000 funcionarios del departamento, siempre seg¨²n fuentes sindicales.
Una localidad espa?ola, Gav¨¤ (Barcelona), de 33.000 habitantes, reflej¨® una situaci¨®n parad¨®jica: apenas trabaj¨® nadie y sin embargo no hubo huelga general: eran las fiestas patronales en honor de san Nicasio, y all¨ª la consigna bien pod¨ªa ser distinta: a la huelga, Nicasio.
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