Yo soy m¨¢s fr¨ªvolo ...
Exhibe talante de pr¨ªncipe del vivir y del saber, y es capaz de recitar de memoria sus 52 t¨ªtulos nobiliarios, "por ahora" -18 grandezas de Espa?a-, por esposorio con Cayetana Fitz-James Stuart, la duquesa de Alba.Pregunta. Al inicio de 1989, ?qu¨¦ dice de ella?
Respuesta. Lo mismo que hace un a?o.
P. ?Goz¨® m¨¢s de cura o, ahora, de duque?
R. Antes lo pas¨¦ bien y mal. Ahora, m¨¢s bien que mal, aunque hay momentos dif¨ªciles, generalmente ex¨®genos.
P. ?Relaciones con Dios?
R. Confiadas y complicadas.
P. ?Y con los hijos de la duquesa?
R. Excelentes.
P. ?Aspira a ministro?
R. No
P. ?El cinismo es un valor democr¨¢tico?
R. No.
P. ?Tener hijos?
R. No me lo he planteado.
P. ?Usted es buena gente?
R. S¨ª, y mis amigos lo saben, y mis enemigos, tambi¨¦n.
P. Liturgia, espect¨¢culo, esperpento... ?De qu¨¦ hay m¨¢s en su vida?
R. Ni, ni, ni. Mi vida es normal; me visto de lo preceptivo, pero eso no afecta mi interior.
P. ?Qu¨¦ es el amor para una especie de sabio ex cura?
R. El amor se vive o no; si se describe se desencanta.
P. ?Revelar¨ªa algo de ella?
R. Es muy secreta, no conmigo; muy discreta, pero cuando larga, larga.
P. ?Es feliz?, ?y qu¨¦ es eso?
R. Lo soy, claro, y sobre felicidad repito lo del amor.
P. ?Pleitear¨¢n con quienes los difaman por desamor?
R. Yo, no; hace falta calidad de difamador.
P. ?Necesitan dinero?
R. No, no; no tenemos necesidad angustiosa.
P. ?El affaire de la duquesa?
R. Eso se dijo por tel¨¦fono despu¨¦s de insistentes llamadas y no para que se publicase; es nuestra intimidad. Yo no responder¨ªa a esas preguntas.
P. ?Morbo la aristocracia?
R. Para m¨ª, ninguno; estoy, pero no lo soy. Me lo recuerdan los periodistas, como a mi muer, que dice a veces: "Estoy de t¨ªtulos hasta el mo?o".
P. ?Qui¨¦n controla m¨¢s el dinero?
R. Yo; ella gasta y yo no controlo.
P. De ser duque, ?ha hecho religi¨®n?
R. No, l¨ªbreme Dios.
P. ?Europeos los espa?oles?
R. No.
P. ?Gasta en vestirse?
R. Menos de lo que se cree; estos pantalones puestos, de cachemira, son de cuando era editor. No tengo sastre; tengo cuero de pobre, todo me va bien.
P. Su imagen inquieta algo.
R. No lo puedo remediar.
P. ?Est¨ªmulo para crear?
R. Mi mujer.
P. ?Pudo ser san Ignacio, pero qued¨® en duque de Alba?
R. Lo primero, no, y lo segundo, a la vista est¨¢; y no me quedo, no me reduzco a nada.
P. Su talante de duquefalso, ?qu¨¦ demuestra?
R. Una faceta de c¨®mo soy.
P. ?Su matrimonio es s¨ªmbolo fant¨¢stico de frivolidad, talento, cultura?
R. Mi mujer no es nada fr¨ªvola, soy yo m¨¢s fr¨ªvolo.
P. ?Es la Jacquie Onassis en macho muy letrado y duque?
R. Mi mujer la conoce muy bien y dice que su imagen p¨²blica no la retrata: es entra?able, femenina, familiar.
P. ?La perestroika?
R. Mejor que lo anterior, nada m¨¢s.
P. ?Se desliza Castro hacia una especie de demencia?
R. Al menos en sus gestos, parece que s¨ª, no s¨¦; le agradezco los Coh¨ªba que me manda por personas interpuestas.
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