El estilo
Parece ser que el ¨²ltimo comunicado de ETA ha hecho las delicias de los cr¨ªticos literarios. Cambio de estilo, dicen. Un mejor tono redaccional, confirman los acad¨¦micos de Interior. A lo que se ve, en la lucha antiterrorista vale todo, incluso la desarticulaci¨®n de los fonemas y la extradici¨®n de los sin¨®nimos. Gracias a este nuevo texto, los clientes potenciales del terror, que somos todos, hemos cre¨ªdo entrever un resquicio de individualidad en la barbarie organizada. La literatura es la respiraci¨®n de la conciencia. Y el cambio de la pluma etarra hace suponer en este nuevo autor la existencia de matices, de giros y expresiones que se apartan de la prosa cuartelera y que tal vez permitir¨ªan el combate incruento de las palabras, la etimolog¨ªa de las reivindicaciones, la crudeza de las frases desveladas, pero tambi¨¦n desarmadas, que es de lo que se trata.Ha sido necesaria la detenci¨®n de los escritores habituales de ETA para que apareciera este nuevo valor, m¨¢s conciliador y fino, de la comunicaci¨®n del miedo. Hasta ahora ETA rug¨ªa en sus comunicados; ahora simplemente gru?e. Antes nos serv¨ªan ternasco de matanza, y, ahora mousse de reivindicaciones. A lo mejor sucede que el lenguaje de la bomba tambi¨¦n tiene un autor titular de estilo tr¨¢gico y en la rec¨¢mara espera su oportunidad de suplente un etarra razonable, harto de Goma 2 y de metralla. Al final resultar¨¢ que tantos muertos y tanta sangre han sido s¨®lo una cuesti¨®n de estilo, el doloroso empecinamiento de aquellos autores de la muerte incapaces de inventar nuevos caminos en el claustro.
Y ahora, cuando en Argel se tantea esa extra?a diplomacia de la se?orita Pepis, aparece una nueva forma de decir lo mismo que se dijo tantas veces. La sintaxis es tan compleja como la biolog¨ªa y tan transparente como la biografia. Ese nuevo texto de ETA rezuma los mismos cuentos infantiles, los mismos poemas de amor y las mismas canciones desesperadas que le¨ªmos en su d¨ªa. Tal vez sea cierto, por fin, que para entendernos basta saber manejar las mismas palabras.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.