'Good bye', Gibraltar
El anuncio de retirada parcial de tropas brit¨¢nicas despierta viejos fantasmas en el Pe?¨®n
"Esp¨ªritu de las Malvinas, ?est¨¢s todav¨ªa ah¨ª?". La primera ministra, Margaret Thatcher, y su ministro de Asuntos Exteriores, sir Geoffrey Howe, junto con el de Finanzas, Nigel Lawson, lanzan la pregunta mientras realizan una sesi¨®n de espiritismo en torno a una mesa de camilla sobre la que figura un documento encabezado por la palabra Gibraltar. La vi?eta, publicada el pasado martes en el peri¨®dico The Independent de Londres -justo el d¨ªa que Howe abandonaba la colonia tras informar a las autoridades gibraltare?as sobre la reducci¨®n de tropas acordada por el Gobierno conservador-, refleja en buena medida los fantasmas que el anuncio ha despertado en una parte de la opini¨®n p¨²blica del Pe?¨®n.
Aunque oficialmente el anuncio brit¨¢nico de que unos mil soldados -casi la mitad de las tropas de guarnici¨®n en la colonia- saldr¨¢n en los pr¨®ximos dos a?os se ha presentado como resultado l¨®gico de un programa de reducci¨®n de efectivos en el exterior, en Main Street -el centro comercial y ciudadano de la colonia- la medida no ha dejado de despertar recelos. Unos recelos que tienen un doble origen: la p¨¦rdida de una parte importante de la tajada econ¨®mica que supone la presencia de los militares brit¨¢nicos, y, por otra parte, la sensaci¨®n de abandono por parte de la metr¨®poli, algo que exacerba la sensibilidad de los habitantes de la colonia.Este ¨²ltimo aspecto, que no ha sido despejado por las reiteradas afirmaciones de Howe y de Joe Bossano sobre los compromisos brit¨¢nicos de defensa territorial de Gibraltar, ha sido destacado por numerosas personas consultadas por este pe ri¨®dico durante los ¨²ltimos d¨ªas.
A pesar de la marcha de los acontecimientos desde la apertura efectiva de la verja y de los primeros pasos de la pol¨ªtica realista de Bossano con su acercamiento econ¨®mico a la zona lim¨ªtrofe espa?ola, amplios sectores de Gibraltar miran con recelo al otro lado de la afrontera. "Imag¨ªnese usted que se produjera un cambio de situaci¨®n pol¨ªtica en Espa?a y que a un militar iluminado se le ocurrieran cosas sobre la unidad nacional", comenta un gibraltare?o, que considera que Bossa no ha minimizado los efectos de una decisi¨®n pol¨ªtica grave.
La venta a la opini¨®n gibraltare?a de la reducci¨®n de efectivos militares ha venido por la v¨ªa de la compensaci¨®n en terreno para viviendas y otros usos que tendr¨¢ el Gobierno de Gibraltar como consecuencia del abandono de los militares.
Viviendas
Gibraltar tiene un problema de ahogo de territorio que, por ejemplo, ha condicionado las ofertas realizadas por Bossano para colaborar econ¨®micamente con La L¨ªnea de la Concepci¨®n -existe la oferta de ubicar en esa localidad una planta de prefabricados para la construcci¨®n- y con otros municipios lim¨ªtrofes. Casi la mitad del territorio ¨²til de la colonia est¨¢ en manos del Ministerio de Defensa brit¨¢nico. Pero la escasez de terreno no es s¨®lo de suelo industrial; afecta principalmente a las posibilidades de construcci¨®n de viviendas, el problema n¨²mero uno al que se tiene que enfrentar la Administraci¨®n de Joe Bossano.Gibraltar tiene una poblaci¨®n estimada de unos 25.000 habitantes, sin contar a los 4.000 extranjeros que trabajan en el Pe?¨®n. De ellos, m¨¢s de la mitad son marroqu¨ªes y aproximadamente un millar espa?oles, seg¨²n datos de la C¨¢mara de Comercio local, una poderosa instituci¨®n de la que forman parte unas 300 empresas. El d¨¦ficit de viviendas alcanza las 2.000 s¨®lo en lo que se refiere a las peticiones cursadas para acceder a pisos de protecci¨®n oficial, promovidos por el Gobierno, mientras que el 38% de las viviendas se encuentra en malas condiciones.
Bossano ha puesto en marcha un programa de choque para paliar la situaci¨®n. La primera medida ha sido, desde hace un mes, el relleno con escombros en la zona del puerto para construir 1.200 viviendas en terrenos ganados al mar en plena bah¨ªa de Algeciras -Gibraltar Bay en los mapas que les fueron mostrado a sir Geoffrey Howe el pasado martes-. La obra, la m¨¢s importante en cuanto a infraestructura iniciada por el Gobierno de Bossano, impresion¨® al secretario del Foreign Office, que elogi¨® abiertamente los cambios que se est¨¢n operando en la colonia.
Con este panorama, la liberaci¨®n de terrenos por parte de los militares y su cesi¨®n gratuita al Gobierno de Gibraltar para la construcci¨®n de viviendas es un logro importante. La colonia vive un ambiente de efervescencia econ¨®mica, que est¨¢ cambiando radicalmente un panorama que empez¨® a moverse con la apertura de la frontera y que tendr¨¢ su consolidaci¨®n definitiva a partir de 1992, con la entrada en vigor del Acta ¨²nica Europea.
Negocios
La pr¨¢ctica totalidad de los grandes bancos espa?oles y muchas de las principales empresas del sector de construcci¨®n han tomado ya posiciones en el mercado gibraltare?o. Cada a?o los gibraltare?os se gastan en Espa?a 15 millones de libras esterlinas (unos 3.150 millones de pesetas al cambio actual) y hay unos mil llanitos -nombre que reciben en la zona los naturales de la comarca- que han alquilado pisos en el Campo de Gibraltar."Gibraltar se mueve y de ese movimiento se contagia tambi¨¦n la zona del Campo", afirma, tras entrevistarse durante m¨¢s de una hora con Howe, Solomon Seruya, presidente de la C¨¢mara de Comercio de Gibraltar. Los comerciantes -en la pr¨¢ctica el ¨²nico sector productivo de la colonia- son los m¨¢s interesados en no perder el negocio que supone la presencia militar brit¨¢nica.
Sin embargo, Seruya est¨¢ convencido de que los efectos econ¨®micos de la marcha de los soldados no ser¨¢n muy importantes -"hay que tener en cuenta", afirma, "que no ser¨¢ una reducci¨®n de la noche a la ma?ana"- y se muestra m¨¢s partidario de resolver otros frentes que pueden suponer mayores ingresos para los comercios de la colonia. En especial Seruya quiere, y as¨ª se lo ha explicado ya al primer ministro Bossano, que se solucionen los problemas de tr¨¢nsito en la frontera y que se establezca, de forma urgente, una l¨ªnea de vuelos entre Gibraltar y Madrid, como paso previo a cualquier compromiso que se adopte en el contencioso del aeropuerto. Las colas a uno y otro lado de la frontera, sobre todo a las horas puntas durante los fines de semana, se han convertido en un calvario para los gibraltare?os. "Bossano est¨¢ trabajando de buena fe para resolver la situaci¨®n", asegura el representante de los empresarios gibraltare?os.
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