Uno de los acusados en el "rifif¨ª" del hispano admite haber inutilizado la alarma de la c¨¢mara acorazada

Fernando L¨®pez S¨¢nchez, uno de los procesados por el rifif¨ª cometido en la oficina del Banco Hispano Americano de la calle de Fontanella de Barcelona, en agosto de 1985, reconoci¨® ayer ante el tribunal que inutiliz¨® la alarma de la c¨¢mara acorazada para que el mecanismo no pudiera detectar la presencia de los asaltantes, los cuales consiguieron un bot¨ªn de 6.000 millones de pesetas. Junto con L¨®pez S¨¢nchez son juzgados en la Secci¨®n Segunda de lo Penal de la Audiencia otros 13 espa?oles supuestamente implicados en el robo. Sin embargo, en el banquillo de los acusados faltan los integrantes de la banda de Roma, considerados como los cerebros de uno de los robos m¨¢s importantes realizados en Espa?a.

Nueve italianos est¨¢n procesados por el asalto, entre ellos Andrea Tranchina y Mario Proietti, considerados como los planificadores de la operaci¨®n. Ambos ya fueron juzgados y condenados por el robo en junio de 1986 por un tribunal de Roma y actualmente se encuentran en libertad. Entre los 14 espa?oles acusados de haber participado en el robo hay siete que est¨¢n procesados por encubrimiento y, de hecho, no tomaron parte activa en el rifif¨ª. Por encubrimiento, el fiscal pide penas de cuatro meses de arresto.Los otros siete est¨¢n acusados de robo, asociaci¨®n il¨ªcita para delinquir y en algunos casos de falsedad en documento p¨²blico. Estos siete encausados son: Fernando L¨®pez S¨¢nchez Bonifacio Garc¨ªa Molero, Jos¨¦ Luis Espluga L¨®pez, Mariano Vera Hern¨¢ndez, ?ngel Fern¨¢ndez Cardenal, Francisco Sierra y Bernardina Josefa Lozano Salazar. Para este grupo el fiscal pide penas que oscilan entre los 6 y 12 a?os de prisi¨®n. Todos los acusados, a excepci¨®n de Fernando L¨®pez S¨¢nchez, negaron haber participado en el plan iniciado en enero de 1985 y que concluy¨® con el desvalijamiento de 389 cajas de seguridad.

L¨®pez S¨¢nchez, por el contrario, no s¨®lo admiti¨® su participaci¨®n directa en el asalto, sino que, adem¨¢s, implic¨® de forma directa a otros encausados. Este acusado afirm¨® que hab¨ªa sido contratado por Espluga para que inutilizara la alarma interior de la c¨¢mara acorazada, consistente en un sensor volum¨¦trico capaz de captar cualquier movimiento cuando se conectaba el dispositivo, tras el cierre de la oficina bancaria.

"Me ofreci¨® 50 millones -refiri¨¦ndose a Espluga- a cambio de alquilar una caja de seguridad y colocar un capuch¨®n para evitar que el sensor captara si hab¨ªa alguien en el interior de la c¨¢mara", dijo L¨®pez S¨¢nchez. Este acusado alquil¨® la caja n¨²mero 1.395 el 29 de abril de 1985, utilizando un DNI falso a nombre de Salvador Vilaplana. Para este prop¨®sito, el procesado no tuvo ning¨²n problema ya que el banco no comprob¨® su identidad.

A partir de esa fecha, L¨®pez S¨¢nchez, en calidad de cliente hizo un total de 12 visitas. En todas ellas, explic¨® el procesado, estuvo una media de 3 o 4 minutos simulando que extra¨ªa o depositaba algo en la caja, cuando lo que hac¨ªa era inspeccionar la estructura de la c¨¢mara. La ¨²ltima visita fue el 14 de agosto de 1985. "Fui con Espluga y mientras ¨¦l hablaba con la empleada de la c¨¢mara, yo coloqu¨¦ el capuch¨®n en menos de un minuto", relat¨®. A las pocas horas, los asaltantes consiguieron acceder a la c¨¢mara, utilizando una lanza t¨¦rmica para agujerear las paredes de hormig¨®n, y desvalijar las cajas que conten¨ªan, b¨¢sicamente, dinero en efectivo y joyas.

Locales de juego

El acusado explic¨® tambi¨¦n que conoc¨ªa a otro de los procesados, Bonifacio Garc¨ªa Molero, por frecuentar locales de juego, y que se prest¨® a colaborar en el asalto porque ten¨ªa deudas de juego. Sin embargo, neg¨® haber tenido relaci¨®n con Proietti y Tranchina. Finalmente, afirm¨® que el 15 de agosto y a las pocas horas de perpetrarse el asalto, Espluga le llev¨® a su domicilio una bolsa que conten¨ªa joyas. "Me dijo que se las guardara hasta que volviera de Italia y que despu¨¦s lo repartir¨ªamos", concluy¨®. Estas declaraciones provocaron la protesta de Espluga, por lo que el tribunal opt¨® por realizar un careo.El resto de los procesados, en cambio, negaron haber participado de alguna forma en el rifif¨ª que se llev¨® a cabo despu¨¦s de oradar un t¨²nel que parti¨® de la calle de Les Moles y atraves¨® varias calles para llegar al subsuelo de la c¨¢mara acorazada. Ninguno de los espa?oles part¨ªcip¨®, al parecer, en los trabajos del t¨²nel, ni contribuy¨® a sufragar la operaci¨®n, acusaci¨®n que mantiene el fiscal contra Garc¨ªa Molero y Francisco Sierra, alias El Rioja. Ambos sol¨ªan regentar locales de juego, como las timbas del C¨ªrculo Ecuestro de la Pe?a Solera y los beneficios que obten¨ªan realizando trabajos de administraci¨®n sol¨ªan ser considerables, seg¨²n admitieron ambos. En la sesi¨®n que ayer no se habl¨® de las medidas de seguridad que ten¨ªa la c¨¢mara, ni tampoco de que la alarma del banco se accionara en dos ocasiones antes del d¨ªa del asalto.

El matrimonio espa?ol procesado por el robo, formado por Jose Luis Espluga y Bernardina Josefa Lozano Salazar, compareci¨® ayer ante el tribunal despu¨¦s de haber sido juzgado ya en Roma, en junio de 1986. Ambos fueron condenados a tres y dos a?os de prisi¨®n, respectivamente. Pese a haber sido juzgados en Italia, la justicia espa?ola los ha vuelto a someter a un juicio oral, lo que que fue calificado ayer como "irregular" por alguno de los abogados defensores, que invocaron el principio del ordenamiento jur¨ªdico de los pa¨ªses de la CE por el que ninguna persona puede ser juzgada dos veces por el mismo delito.