El Reino Unido y Luxemburgo muestran su oposici¨®n a la propuesta de armonizaci¨®n fiscal de la CE
IGNACIO CEMBRERO, El Reino Unido y Luxemburgo aparecieron aislados ayer en su oposici¨®n a la armonizaci¨®n de la fiscalidad sobre el ahorro, y la mayor¨ªa de pa¨ªses comunitarios, que acept¨® la propuesta como "un ¨²til" punto de partida para la discusi¨®n, incit¨® al presidente del Consejo de Ministros, el espa?ol Carlos Solchaga, a "creer razonablemente que somos capaces de llegar a un acuerdo". Solchaga presidi¨® ayer el primer Consejo de Ministros de Econom¨ªa y Hacienda de los doce, casi exclusivamente dedicado a los dos proyectos de directiva que prev¨¦n una retenci¨®n m¨ªnima en origen del 15% sobre las rentas del capital.
La sesi¨®n de ayer no dio lugar a un debate de fondo sino a una mera exposici¨®n de puntos de vista y al establecimiento de un calendario de trabajo que empieza el 20 de este mes con una primera reuni¨®n de un grupo integrado por directores generales del Tesoro o de tributos y encabezado por el secretario de Estado de Hacienda, Jos¨¦ Borrell.Las conclusiones del grupo ser¨¢n elevadas primero a los embajadores de los doce ante la CE y despu¨¦s a los Consejos de Ministros de Hacienda de abril y mayo, en Bruselas y S'Agar¨® (Gerona), pero ante la "importancia econ¨®mica y pol¨ªtica del problema" y con objeto de cumplir el plazo previsto para alcanzar un compromiso, que expira a finales de junio, Solchaga no des carta "trasladarlo" a la cumbre de Madrid con la que finaliza el semestre presidencial espa?ol.
Moderado optimismo
El moderado optimismo del ministro espa?ol se fundamenta en que "aunque los puntos de vista expresados fueron diferentes, no he observado posiciones cerradas y no cooperativas (...) y los desacuerdos no han sido formulados en t¨¦rminos de principios sino por razones pr¨¢cticas". "Espero ahora que el grupo de trabajo de alto nivel aproxime posiciones antes de que haya en abril un debate pol¨ªtico".
La impresi¨®n transmitida por Solchaga contrasta, por ejemplo con la dureza de la posici¨®n luxemburguesa, reiterada horas antes de la reuni¨®n ministerial por el n¨²mero dos del Gobierno del Gran Ducado, Jacques Poos, que no dud¨® en afirmar que "no se doblegar¨ªa" y que las probabilidades de adopci¨®n de la directiva eran "nulas", ya que los asuntos fiscales requieren la unanimidad de los doce.
Poos fue secundado en el Consejo por el secretario de Estado brit¨¢nico, Peter Lilley, que sostuvo que "la propuesta de la Comisi¨®n Europea es una medicina perjudicial para una enfermedad inexistente" y rememor¨® a sus colegas la experiencia brit¨¢nica acometida durante 1979 para abolir el control de cambios, "lo que no provoc¨® un aumento de la evasi¨®n fiscal".
De ah¨ª que Poos y Lilley, cuyos pa¨ªses no someten a la retenci¨®n a los no residentes, recordasen al un¨ªsono que "la introducci¨®n por la Rep¨²blica Federal de Alemania de una retenci¨®n en origen (el 1 de enero de 1989) del 10% ha acarreado, en cambio, lo que justamente tememos: una fuga de capitales", de la que se ha beneficiado principalmente Luxemburgo. Lo ocurrido en la RFA se reproducir¨ªa a nivel comunitario si en julio de 1990 se aplica en los ocho Estados m¨¢s ricos la directiva elaborada por la Comisi¨®n Europea.
Scrivener fue la m¨¢s ferviente partidaria de su proyecto que, explic¨® ante el Consejo, pretende " suprimir o atenuar los riesgos de distorsi¨®n, de evasi¨®n o de fraude fiscal (...) y hacer as¨ª que sea soportable la liberalizaci¨®n de los movimientos de capitales entre los ocho pa¨ªses" que la introducir¨¢n primero.
Aunque con matices, el secretario de Estado de Econom¨ªa, Pedro P¨¦rez, que dirig¨ªa la delegaci¨®n espa?ola, defendi¨® tambi¨¦n la propuesta de armonizaci¨®n, que calific¨® de "pragm¨¢tica" y elogi¨® incluso algunos aspectos como la exenci¨®n fiscal del ahorro popular, que en Espa?a pr¨¢cticamente no se fomenta. Tampoco consider¨® dram¨¢tica para la Hacienda espa?ola la reducci¨®n en un 5% del tipo de retenci¨®n que actualmente practica sobre las rentas del capital.
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