Mosc¨² y Oriente Pr¨®ximo

Mosc¨² no se ha equivocado en cuanto al planteamiento dado a su regreso al Pr¨®ximo Oriente. Este retorno fue cuidadosamente preparado por la excelente diplomacia egipcia. La entrevista mantenida en El Cairo por el ministro sovi¨¦tico de Asuntos Exteriores, Edvard Shevardnadze, con su hom¨®logo israel¨ª, Moshe Arens, y la reuni¨®n celebrada con el l¨ªder de la OLP, Yasir Arafat, han permitido a la URSS dar a entender un doble mensaje: ha blamos de nuevo con todas las partes en Oriente Pr¨®ximo y no es dentro de la perspectiva de una simple figuraci¨®n. Estamos dispuestos a estar presentes en el momento en que se inicien conversaciones. Sin embargo, no es ¨¦ste el momento para apreciar los resultados. El encuentro entre Shevardnadze y Arens ha valido por el deseo com¨²n de volverse a hablar de nuevo y de querer comprenderse, a falta de acercar -?por ahora?- sus puntos de vista. Concretamente, sin embargo, los dos ministros han llegado al acuerdo de que expertos de ambos pa¨ªses se re¨²nan, dentro de unos d¨ªas, para estudiar el problema de Oriente Pr¨®ximo bajo todos sus aspectos. Algo se mueve en este escenario y en todas las direcciones. Salvo, en todo caso, del lado de Washington., donde, seg¨²n opini¨®n general, se registra actualmente una cierta incertidumbre, una cierta aimbig¨¹edad de la Administraci¨®rt de Bush. ?sta esperar¨ªa, para formular proposiciones e intervenir, la visita a Washington del piimer ministro israel¨ª. 24 de febrero