El toro bravo puede verse afectado por la droga que se emplea para manipularle las astas

El presidente del Consejo General de Colegios Veterinarios, Antonio Borreg¨®n, afirm¨® en las jornadas de estudio del toro de lidia que las reses bravas pueden verse afectadas por los anest¨¦sicos que se les administran para afeitarlas. Borreg¨®n manifest¨® que la profesi¨®n veterinaria no entra en el aspecto traum¨¢tico de la fiesta, pero recomienda, por encima de todo, "el respeto y conservaci¨®n de una especie salvaje que pervive s¨®lo en aquellos pocos pa¨ªses del mundo donde se utiliza para una gimn¨¢stica funcional, como son las corridas de toros"

En estas jornadas que se est¨¢n celebrando en Madrid, organizadas por el mencionado consejo general, Borreg¨®n a?adi¨® que es necesario mantener al toro en todo su vigor y mejorar su patolog¨ªa, y hasta el momento de salir al ruedo no debe tocarlo nadie, ni para afeitarlo ni para drogarlo. Explic¨® que el afeitado ya no se hace como a?os atr¨¢s, cuando met¨ªan a los toros en el mueco: "Ahora los anestesian, y con este m¨¦todo-que se puede hacer lo mismo en el transporte o en la plaza- al problema del afeitado se agrega el riesgo de que puedan quedar en su organismo residuos de la droga".Manuel San Torres, veterinario de la plaza de Las Ventas y facultativo del equipo que analiza las astas de las reses en la Escuela Nacional de Sanidad, revel¨® que de los 3.000 toros lidiados en 1988, s¨®lo llegaron a la escuela las astas de 200, que suponen un 7% del total, "cuando se tiene la sospecha", dijo, "de que el afeitado supera el 90% de las reses que se estoquearon en la temporada". Y a?adi¨®: "Es rid¨ªculo que de una corrida sospechosa se env¨ªen a examen las astas de dos toros ¨²nicamente, seg¨²n ocurre en las plazas de primera categor¨ªa".

Defectos

Tambi¨¦n dio a conocer datos significativos: "El porcentaje de astas que no sometemos a dictamen en la escuela es muy alto. Son las astilladas, escobilladas, con p¨¦rdida de capas de c¨®rnea, traumatismos, y cuantas entran con defectos de forma, como errores de identificaci¨®n, cajas no reglamentarias o faltas de flejes. Aunque sabemos que muchas veces estos defectos de forma se buscan a prop¨®sito para burlar a la autoridad".

Los tipos de afeitado pueden ser burdos, bien hechos y arreglados, seg¨²n Manuel Sanz, que los describe as¨ª: "Los burdos es como si estuvieran hechos a hachazos; as¨ª los he visto procedentes de capitales de provincia y no digamos de los pueblos. En las plazas de primera categor¨ªa lo normal es el trabajo bien hecho, pero precisamente se descubre con mayor facilidad con las t¨¦cnicas que aplicamos, pues aparecen huellas por todas partes. Luego est¨¢ el toro que se estropea un pit¨®n en el campo y lo arreglan. Estos casos se dan todos los d¨ªas y en todas las ferias. Quiz¨¢ si el arreglado se hiciera meses antes de la corrida y bajo el control de la autoridad, no ser¨ªa tan malo".

Carlos Briones, asesor taurino de? Ministerio del Interior, rechaz¨® que este Departamento tenga responsabilidad alguna en la proliferaci¨®n del fraude ya que, asegur¨®, "est¨¢ dispuesto a acabar con ¨¦l como sea, en defensa de los intereses del p¨²blico, para lo cual es necesaria la colaboraci¨®n de todos y, especialmente, de los veterinarios". Y manifest¨®: "El Ministerio se reafirma rotunda e inequ¨ªvocamente sobre la validez y fiabilidad de los an¨¢lisis que se efect¨²an en la Escuela Nacional de Sanidad para detectar la manipulaci¨®n de las astas, en contra de los interesados criterios que los ponen en tela de juicio. Las astas dictaminadas positivas en dichos an¨¢lisis, han sido manipuladas en un 100% de los casos".

Coment¨® Briones que resulta curioso comprobar c¨®mo quienes manejan el negocio taurino vuelcan todos sus esfuerzos en transferirse responsabilidades, minimizar la cuesti¨®n y desacreditar a los profesionales que detectan el fraude. "Cuando lo l¨®gico y realmente positivo ser¨ªa", dijo, "que optaran por alcanzar un acuerdo y erradicar la lacra de la manipulaci¨®n, que atenta a la pervivencia misma del espect¨¢culo. Pues el beneficiario final del afeitado ser¨¢ el torero, pero quienes se pliegan a las exigencias de este, ganaderos y empresarios, no son menos responsables que aquellos".