Seis a?os de descentralizaci¨®n
En Francia, los ayuntamientos han ganado poder desde que sus decisiones no pasan por los prefectos
Francia elige el domingo 12 de marzo a sus representantes en los municipios en una consulta despolitizada sobre la que planea le nuevo la abstenci¨®n tras el interminable a?o electoral de 1988, en el que los franceses acudieron a las urnas en las presidenciales, las legislativas, las cantonales y el refer¨¦ndum sobre Nueva Caledonia. Asegurada la reelecci¨®n en Par¨ªs de Jacques Chirac, solamente destacan los duelos de Marsella y Ly¨®n. Pero Francia cuenta entre sus r¨¦cords con el de albergar a 36.500 municipios, el doble que el total de los otros cinco pa¨ªses que con ella fundaron la CE.
De las 250 ciudades mayores de 30.000 habitantes o cabeceras de departamento que no alcanzan esa cifra, la izquierda gobierna en 125 (70 dirigidas por los socialistas y 55 por los comunistas) y la derecha domina en 106 (56 en manos giscardianas y 50 en poder de los neogaullistas). Pero la inmensa mayor¨ªa de los 36.433 municipios registrados en el ¨²ltimo censo, de 1982 (es decir, el 89%), tiene menos de 2.000 habitantes. Esta atomizaci¨®n contrasta con la tradici¨®n fuertemente centralista de este pa¨ªs, paliada ahora en parte por la ley de descentralizaci¨®n elaborada en 1982-1983 por Gaston Defferre, ex ministro del Interior y ex alcalde de Marsella.
Descentralizaci¨®n
"Ning¨²n cargo electo se opone hoy a la legitimidad de la descentralizaci¨®n", estima Michel Giraud, presidente de la Asociaci¨®n de Alcaldes de Francia. Destinada a "acercar a los ciudadanos los poderes de decisi¨®n", la ley acab¨® con la prerrogativa de los prefectos (representantes del Gobierno en los departamentos), que ten¨ªan que aprobar hasta entonces todas las decisiones de los consejos municipales (consistorios).En los seis a?os de descentralizaci¨®n, los ayuntamientos han obtenido poderes especialmente en los terrenos urban¨ªstico y educativo. Sin embargo, las ayudas a la vivienda siguen dependiendo del Estado y las decisiones sobre las grandes infraestructuras o las construcciones escolares; corresponden al Consejo General regional. En educaci¨®n, las responsabilidades est¨¢n compartidas asimismo por el municipio (ense?anza primaria), el departamento o provincia (secundaria) y la regi¨®n (bachillerato). Los ayuntamientos se vuelcan tambi¨¦n en la promoci¨®n de manifestaciones culturales, una actividad de prestigio que suele aportar muchos votos.Algunos alcaldes consideran una marcha atr¨¢s en el proceso de descentralizaci¨®n el hecho de que la concesi¨®n del nuevo salario m¨ªnimo de reinserci¨®n dependa del prefecto. Ciertos prefectos, por el contrario, achacan a la descentralizaci¨®n el ambiente de corrupci¨®n generalizada que se respira, en las colectividades locales debido al poder de que gozan ahora los alcaldes para otorgar los permisos de construcci¨®n.
Sin embargo, el sistema de financiaci¨®n a trav¨¦s de comisiones y sobornos en las obras p¨²blicas es antiguo y afecta a todos los partidos pol¨ªticos. Los ¨²ltimos esc¨¢ndalos han estallado en el sureste de Francia, con especial incidencia en Marsella. Un empresario de la construcci¨®n y tres dirigentes de la sociedad Sormae, filial del primer grupo franc¨¦s del sector, se encuentran procesados y encarcelados.
Los procesados han implicado en sus declaraciones ante la justicia a numerosos cargos municipales, entre ellos los alcaldes de Aix-en-Provence, Jean-Pierre de Peretti, de la Uni¨®n por la Democracia Francesa (UDF), y de Avignon, Jean-Pierre Roux, de la Asamblea por la Rep¨²blica (RPR), y al adjunto socialista a la alcald¨ªa de Marsella, Jean-Victor Cordonnier. En las diligencias aparec¨ªa citado asimismo Michel Pezet, candidato oficial socialista al Ayuntamiento de Marsella. Ning¨²n cargo electo ha sido procesado por el momento.
'Caja negra'
El sistema es simple. En la Sormae exist¨ªa, seg¨²n las declaraciones de sus directivos, una caja negra alimentada por facturas falsas cuyos fondos estaban destinados a sobornar a los cargos p¨²blicos que deb¨ªan decidir sobre la concesi¨®n de obras o a financiar las campa?as electorales de los diversos partidos. Para que el sistema funcione es necesario el concurso de un tercero, normalmente un peque?o empresario denominado en la jerga taxi, que se ocupa de extender las facturas falsas a cambio de una comisi¨®n.Existe el convencimiento general de que ¨¦sta es una de las f¨®rmulas de financiaci¨®n de los partidos pol¨ªticos, y no s¨®lo en Francia. Otra consiste en el establecimiento de una compleja red de gabinetes de estudios o agencias de comunicaci¨®n que cobran elevados honorarios con cargo a los fondos p¨²blicos.
El Partido Comunista Franc¨¦s (PCF) es, seg¨²n el semanario Le Nouvel Observateur, especialista en la creaci¨®n de este tipo de gabinetes. El PCF ha renunciado a las subvenciones oficiales que le correspond¨ªan (8,3 millones de francos, sobre un total de 105 millones para todas las fuerzas parlamentarias) para evitar la inspecci¨®n de sus cuentas.
Si la corrupci¨®n no es una especialidad francesa, s¨ª lo es, en cambio, al menos en relaci¨®n con Espa?a, el elevado n¨²mero de alcaldes que son, a la vez, diputados o senadores en el Parlamento de Par¨ªs. Esta doble funci¨®n les otorga un gran poder en su feudo, pero a la vez revaloriza el papel de los tenientes de alcalde.
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