Garc¨ªa Gal¨¢n: "La ineptitud institucional causa violencia"

Las elecciones para la C¨¢mara de Representantes de Colombia se celebrar¨¢n el primer domingo de marzo de 1990, pero el Partido Liberal (PL) tiene previsto utilizar la ocasi¨®n para designar su candidato a los comicios piresidenciales, previstos para dos meses m¨¢s tarde. Seg¨²n encuestas que publican semanarios colombianos, Luis Carlos Garc¨ªa Gal¨¢n es el m¨¢ximo aspirante a representar al Partido Liberal, M actual presidente, Barco. Una parte de la violencia que sufre el pa¨ªs "se origina en la ineptitud de las instituciones", dice Garc¨ªa Gal¨¢n.

El sustituto del actual presidente de Colombia, Virgilio Barco heredar¨¢ la responsabilidad de luchar contra problemas como el narcotr¨¢fico, diversos grupos guerrilleros, y contra formaciones paramilitares, en un pa¨ªs en el que la presencia del Estado en algunas zonas es casi nula. Gal¨¢n, que piensa que "para querer ser presidente hay que querer mucho a Colombia o estar mal informado", considera que si se consigue la unidad en el seno del PL est¨¢ pr¨¢cticamente asegurada la victoria en las elecciones.Sobre el problema del narcotr¨¢fico Gal¨¢n piensa que "s¨®lo puede afrontarse con f¨®rmulas de cooperaci¨®n internacional, y, que ¨¦ste es un problema que no es s¨®lo de Colombia, entre otras razones, porque el sistema finan, ciero capaz de hacer circular lo, gigantescos capitales de la droga no son propios de un pa¨ªs en desarrollo, sino de un pa¨ªs capita, lista. Las actuaciones de Estados Unidos en los pa¨ªses suramericanos para combatir la producci¨®n de droga comenzaron con una visi¨®n simplista del problema, que consist¨ªa en proclamarse como v¨ªctimas y se?alar como culpables a los productores. Afortunadamente, esta visi¨®n ha cambiado, pero no s¨®lo en Estados Unidos".

"La sociedad colombiana ha reaccionado como pocas sociedades en el mundo lo han hecho, y por eso presenta la lista m¨¢s numerosa de personas que han sacrificado su vida por la lucha contra el narcotr¨¢fico, como ministros, periodistas, jueces y polic¨ªas", declara Gal¨¢n, "pero no s¨®lo han reaccionado los gobernantes, sino que el hombre de la calle tambi¨¦n lo ha hecho, ya que se ha producido una disminuci¨®n muy notable del consumo de droga en Colombia".

Gal¨¢n admite que pueden haber habido conexiones entre el narcotr¨¢fico y los mandos militares colombianos, porque esos contactos "existen con todos los sectores del Estado, porque se trata de demasiado dinero. Pero ese es un problema que existe en muchos pa¨ªses. La polic¨ªa colombiana, de sus 85.000 integrantes, el a?o pasado expuls¨® a m¨¢s de 4.000, aunque no s¨®lo por esta raz¨®n".

Procesos violentos

"El acuerdo nacional entre liberales y conservadores que rigi¨® Colombia durante 30 a?os tuvo como consecuencia la aparici¨®n de ciertos grupos que piensan que las definiciones tienen que darse por procesos violentos", explica Garc¨ªa Gal¨¢n refiri¨¦ndose a la presencia de la guerrilla en la Colombia actual, si bien admite que "una parte de esa violencia se origina en la ineptitud de las instituciones para servir de ¨¢rbitros imparciales de los conflictos sociales".

En opini¨®n del pol¨ªtico colombiano no existe una ¨²nica soluci¨®n a la violencia. "Uno de los errores consiste en creer que uno puede sentarse en una mesa con otra persona y decir 'acordemos la paz en Colombia'. No es as¨ª, ni nunca ser¨¢ as¨ª. Parte de la soluci¨®n al problema consiste en ello, pero al lado de eso se necesitan programas de rehabilitaci¨®n e inversiones en infraestructura f¨ªsica y social; si no, siempre habr¨¢ violencia. Hay otro problema, los comunistas colombianos han aplicado como criterio que tienen derecho a combinar todas las f¨®rmulas de lucha. Pueden luchar con las armas, con la pol¨ªtica y pueden realizar secuestros, y naturalmente eso no puede funcionar. Esto ha originado que otros grupos de extrema derecha combinen tambi¨¦n todas esas f¨®rmulas de lucha".

Seg¨²n Garc¨ªa Gal¨¢n, "el pa¨ªs se encuentra con una inmensa mayor¨ªa de la poblaci¨®n de sentimientos democr¨¢ticos y convicciones centristas que tratan de poner l¨ªmites a los dos extremos. La violencia en Colombia la generan grupos muy peque?os, aunque con una gran capacidad perturbadora. Pueden ser a lo sumo, exagerando, entre todos los protagonistas de extrema derecha e izquierda, 50.000 personas. Pero este es un pa¨ªs de 29 millones de personas".