La nueva Embajada en EEUU costar¨¢ 3.000 millones

El Gobierno espa?ol, en una operaci¨®n destinada a mejorar la desva¨ªda imagen del pa¨ªs en Estados Unidos y para lograr una mayor funcionalidad operativa, est¨¢ a punto de cerrar la compra de un edificio singular para Embajada en Washington. Los contribuyentes pagar¨¢n unos 3.000 millones de pesetas (26 millones de d¨®lares) por la antigua cochera de tranv¨ªas de la capital federal, un inmueble hist¨®rico, completamente remozado, sobre el r¨ªo Potomac, en Georgetown, el barrio m¨¢s cosmopolita de Washington.

Fuentes diplom¨¢ticas dijeron a EL PA?S que la operaci¨®n est¨¢ pr¨¢cticamente concluida para adquirir el Car Barn, un edificio de 40.000 metros cuadrados, de ladrillo rojo, una gran torre central y un reloj que domina, la entrada a la ciudad desde Virginia por el puente Key. El subsecretario de Exteriores, Inocencio Arias, lo visit¨® a finales del pasado diciembre y dio su visto bueno. Tambi¨¦n le ha gustado, en su reciente viaje, al ministro Francisco Fern¨¢ndez Ord¨®?ez.El Gobierno, al optar por este edificio acastillado, que ahora est¨¢ dedicado a oficinas y al alquiler de espacios para 'recepciones, y que cuenta tambi¨¦n con una zona di¨¢fana sin tabicar, persigue un objetivo de prestigio que ponga en el mapa de la capital m¨¢s importante del mundo a la Embajada de Espa?a. Los cimientos originales del inmueble son del siglo XVIII, cuando era una almacen de tabaco. A partir de 1900 se convirti¨® en una cochera para tranv¨ªas, y a¨²n se conservan como recuerdo las v¨ªas en el garaje. En 1956 lo compr¨® el Ayuntamiento de la ciudad, y luego un promotor inmobiliario.

El palacete, mal mantenido pero de bonita arquitectura que alberga actualmente la Embajada, en la calle 16, en una zona fronteriza y muy peligrosa entre el barrio negro y el hispano, ser¨¢ vendido sin apresuramiento. Ahora mismo no se obtendr¨ªa un buen precio.

El Gobierno ha ultimado tambi¨¦n la compra de un terreno, por el que pagar¨¢ tres millones de d¨®lares (350 millones de pesetas) para construir la futura residencia del embajador. Actualmente la residencia y la canciller¨ªa ocupan el mismo edificio, a cuyas puertas no es extra?o recibir ofertas de la droga crack. Los diplom¨¢ticos espa?oles en Washington trabajan actualmente api?ados, sin comodidad alguna, en el edificio de la calle 16.

La Embajada, que cuenta, para sorpresa de los visitantes, con un patio andaluz, con fuente incluida, tiene sin embargo unos buenos salones para actividades sociales. Pero el crecimiento de la ciudad la ha dejado en un ¨¢rea no demasiado recomendable pasado el horario de oficina. Cuando se adquiri¨®, a principios de siglo, ¨¦sta era una zona residencial de los millonarios de Washington.

Zona residencial

La residencia para futuros embajadores comenzar¨ªa a edificarse en 1990 en un terreno de la Foxhall Road, una zona residencial ya en las afueras de la ciudad y en la que tienen, muy cerca, sus residencias los embajadores de la Rep¨²blica Federal de Alemania y B¨¦lgica. El Gobierno concede prioridad a la canciller¨ªa.

El Car Barn, que con toda probabilidad ser¨¢ la sede de la nueva canciller¨ªa, servir¨¢ para agrupar todos los servicios de la Embajada, hoy desperdigados por la capital federal. Tiene cuatro pisos m¨¢s una terraza ajardinada en el tejado, y cuenta con una sala de proyecciones o conferencias para 100 personas.

Los representantes culturales de la embajada tienen actualmente sus oficinas en el edificio del Watergate; los militares, con el mayor n¨²mero de funcionarios, hacen rancho aparte en la Wisconsin Avenue; los comerciales, en la Massachusetts Avenue. Los agregados de informaci¨®n y el laboral ocupan otras dos oficinas aparte en otros puntos de la ciudad. Este desperdigamiento geogr¨¢fico y la escasa coordinaci¨®n ejercida por el embajador Julian Santamar¨ªa provocan una embajada reino de taifas poco eficaz.

El edificio de Georgetown, que, salvando las distancias, es a Washington lo que el Barrio Latino a Par¨ªs, tiene espacio suficiente para dar cabida a las diferentes oficinas de la Embajada. Incluso sobrar¨ªa un 15% de espacio. El Car Barn est¨¢ contiguo a la empinada escalera y a la casa de la pel¨ªcula El exorcista, que utilizan los estudiantes para hacer ejercicios aer¨®bicos, y muy cerca de la universidad de Georgetown, de los jesuitas.

El dinero para la compra saldr¨¢ del presupuesto ordinario de Exteriores para inversiones inmobiliarias. La operaci¨®n ha sido aprobada por el Patrimonio (Hacienda) y no necesita pasar por el Congreso. La compra de un nuevo edificio para embajada en Washington es la continuaci¨®n de la pol¨ªtica iniciada el pasado a?o con la adquisici¨®n de una nueva representaci¨®n diplom¨¢tica en Mosc¨² y la cecisi¨®n de edificar una nueva embajada en Bonn.

Se espera que a esta operaci¨®n inmobiliaria le siga en los pr¨®ximos meses otra pol¨ªtica, para cambiar al actual embajador, Juli¨¢n Santamar¨ªa.

M¨¢ximo Cajal, que lleva las negociaciones con Estados Unidos para la retirada de los F-16 de Torrej¨®n, y Jaime Ojeda, actual embajador ante la OTAN, suenan como posibles sustitutos del actual embajador, un pol¨ªtico del PSOE nombrado por sus m¨¦ritos como cocinero del refer¨¦ndum sobre la Alianza Atl¨¢ntica desde su puesto de director del Centro de Investigaciones Sociol¨®gicas