La OTAN rechaz¨® una propuesta del Gobierno para establecer una "zona de inter¨¦s estrat¨¦gico espa?ol"
Las unidades de los ej¨¦rcitos espa?oles ser¨¢n clasificadas en un futuro pr¨®ximo en las categor¨ªas de "fuerzas permanentemente dispuestas" , "fuerzas asignadas", "fuerzas reservadas" y "otras fuerzas" para cada una de las seis misiones que Espa?a se ha comprometido a cubrir como contribuci¨®n militar a la OTAN, seg¨²n han se?alado en medios del Ministerio de Defensa. En las negociaciones previas, los aliados se negaron a que en documentos oficiales de la Alianza Atl¨¢ntica figurase el concepto propuesto por Espa?a de "zona de inter¨¦s estrat¨¦gico espa?ol".
La terminolog¨ªa para la citada clasificaci¨®n de las unidades espa?olas es, aunque similar, diferente a la utilizada por el resto de aliados. Las fuentes informantes han indicado que el Gobierno espa?ol opt¨® por esa diferenciaci¨®n, para dejar claro una vez m¨¢s que Espa?a no pertenece a la estructura militar integrada de la Alianza.No obstante, la diferencia, reconocen los t¨¦cnicos consultados, es simplemente terminol¨®gica, ya que las unidades militares de los pa¨ªses aliados est¨¢n clasificadas en esas categor¨ªas de acuerdo con su disponibilidad de ser utilizadas en misiones de la OTAN, es decir, con el mismo objetivo con que ser¨¢n clasificadas en Espa?a. Las fuentes de Defensa se?alan que habr¨¢ una clasificaci¨®n diferente para cada misi¨®n. As¨ª, por ejemplo, para la cuarta misi¨®n militar -operaciones aeronavales en el Atl¨¢ntico Oriental- es muy posible que los escuadrones de aviones F-18 con base en Zaragoza y Torrej¨®n sean considerados "fuerzas permanentemente dispuestas", mientras que los submarinos de Cartagena podr¨ªan estar en este caso en la categor¨ªa de "fuerzas asignadas" para su eventual utilizaci¨®n en un segundo escal¨®n.
La clasificaci¨®n de las fuerzas espa?olas en esas categor¨ªas est¨¢ prevista en las llamadas Directrices Generales para los Acuerdos de Coordinaci¨®n, seg¨²n se?ala el teniente general Jos¨¦ Ram¨®n Pardo de Santayana, representante militar de Espa?a en la OTAN, en un art¨ªculo publicado en la Revista Aeron¨¢utica y Astron¨¢utica, editada por el Ei¨¦rcito del Aire. Esas directrices, negociadas entre febrero y noviembre de 1988, recogen las condiciones globales en las que se desarrollar¨¢ la contribuci¨®n militar de Espa?a a la OTAN.
Pardo de Santayana recuerda en su art¨ªculo que el 3 de mayo de 1988 fue presentado en el Comit¨¦ Militar de la OTAN el primer borrador de esas directices, y que entonces se pens¨® que el documento, que en cualquier caso deb¨ªa ser respaldado por unanimidad, pod¨ªa ser aprobado por el Consejo Atl¨¢ntico en su reuni¨®n de junio del a?o pasado en Madrid. Sin embargo, se?ala, varios aliados -probablemente se refiere a EE UU, Portugal y Grecia- expresaron su "rechazo a la menci¨®n a una zona de inter¨¦s estrat¨¦gico espa?ol". Quienes rechazaron ese concepto argumentaron que "ello iba en contra del principio de responsabilidad de cada naci¨®n en toda la zona del Tratado de Washington".
Palabras cambiadas
Para superar estas discrepancias, Espa?a cedi¨® en su pretensi¨®n de que constara ese concepto y vari¨® alguna palabra.De hecho, el general Pardo de Santayana se?ala en su art¨ªculo que la finalidad de esas directrices era establecer un marco pol¨ªtico militar sobre las condiciones en que se realizar¨¢ la contribuci¨®n militar espa?ola y que, entre esas condiciones, figura que las acciones militares espa?olas se efect¨²en "preferentemente dentro de la zona normal de operaciones y de inter¨¦s espa?ol ( ... ), sin perjuicio de la obligaci¨®n general, aceptada por Espa?a al firmar el Tratado, de actuar en toda la zona establecida en el mismo (Europa, Mediterr¨¢neo y Atl¨¢ntico Norte)".
Los seis acuerdos de coordinaci¨®n -uno por cada misi¨®n- para concretar la contribuci¨®n militar espa?ola a la OTAN se negociar¨¢n en los pr¨®ximos meses entre el Estado Mayor de la Defensa, por parte de Espa?a, y, los mandos aliados de Europa (Saceur) y del Atl¨¢ntico (Saclant).
Parelamente, Espa?a a ha nombrado representantes o enlaces con los mandos aliados. Para actuar con el Saceur, han sido nombrados el general de brigada Javier Pardo de Santayana, el coronel V¨ªctor Suances y el comandante Andr¨¦s Navas, a los que se unir¨¢n un operador de comunicaciones y un jefe de la Armada. Para el Saclant, han sido designados el contralmirante Juan Jos¨¦ Romero Caramelo, el capit¨¢n de Fragata Emilio Bonaplata, a quienes se sumar¨¢n un jefe del Ej¨¦rcito del Aire y un operador de comunicaciones.
Intervenci¨®n r¨¢pida
La posibilidad de que fuerzas militares espa?olas participen en tiempo de crisis o de guerra fuera de la llamada zona de inter¨¦s estrat¨¦gico espa?ol ha originado en los ¨²ltimos a?os diversas pol¨¦micas sobre la f¨®rmula espa?ola de permanencia en la OTAN. Inicialmente, el Gobierno asegur¨® que nunca se producir¨ªa tal participaci¨®n. Luego, en el documento relativo a la contribuci¨®n militar espa?ola realizado en enero del a?o pasado se aseguraba que los ej¨¦rcitos espa?oles actuar¨¢n "preferentemente" en dicha zona, con lo que se abri¨® la citada posibilidad.
A este respecto, han sido varios los expertos del Ministerio de Defensa que han abogado por la creaci¨®n de Fuerzas de Intervenci¨®n R¨¢pida (FIR) y de la Fuerza operativa Conjunta de Intervenci¨®n R¨¢pida (FOCIR) formada ¨¦sta por unidades de elite de los tres ej¨¦rcitos entre cuyas misiones figurar¨ªan las de actuar, en caso necesario, en hipot¨¦ticos frentes centroeuropeos.
Las unidades que formasen la Fuerza de Intervenci¨®n R¨¢pida estar¨ªan integradas en su totalidad por soldados voluntarios especiales, es decir, por j¨®venes que firman contratos de permanencia en el Ej¨¦rcito de Tierra.
Pese a estos proyectos, en el Gobierno espa?ol se insiste en que la posibilidad de una intervenci¨®n de los ej¨¦rcitos espa?oles fuera de la mencionada zona de inter¨¦s ser¨¢, en cualquier caso, muy remota.
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