Academicismo
Seg¨²n parece deducirse de las notas biogr¨¢ficas de Jean Rhys, su novela Postures -Quartet es el t¨ªtulo de la edici¨®n norteamericana- es una recreaci¨®n de un episodio vivido por la autora, concretamente a ra¨ªz de su primer matrimonio con el poeta Jean Lenglet. Mientras ¨¦ste pasaba un tiempo en la c¨¢rcel en espera de la extradici¨®n, culpable de tr¨¢fico de divisas, Jean Rhys tuvo la oportunidad de descubrir la bohemia parisiense de entreguerras de la mano de algunos de los grandes escritores estadounidenses que viv¨ªan y beb¨ªan en la capital francesa. Ford Maddox Ford pasa por ser el modelo inspirador de H. J. Heidler, el millonario mecenas que la acoge en su casa y la convierte en su amante.Quartet, que se estrena a continuaci¨®n de The modems, de Alan Rudolph, tiene en com¨²n con dicho filme no s¨®lo el situar la acci¨®n en la misma ¨¦poca, ambiente y ciudad, sino sobre todo el conseguir objetivos radicalmente contrarios a los que se propuso el director. Si Alan Rudolph aseguraba desear captar el Par¨ªs de los a?os veinte y en cambio nos ofrec¨ªa un discurso primario sobre el arte y la figura del artista en una sociedad en la que todo se transforma en mercanc¨ªa, Ivory ten¨ªa como objetivo poner en primer t¨¦rmino un tipo de relaciones y sentimentalidad caracter¨ªsticas del momento, pero lo que de verdad nos ofrece es un retrato de la ciudad, el¨ªptico y fragmentario, pero mucho m¨¢s convincente que el de Rudolph.
Quarter
Director: James Ivory. Gui¨®n: Ruth Prawer Jhabvala, basado en la novela Postures, de Jean Rhys. Producci¨®n: Ismail Merchant. M¨²sica: Richard Robbins. Fotograf¨ªa: Pierre Lhomme. Direcci¨®n art¨ªstica: Jean-Jacques Caziot. Coproducci¨®n brit¨¢nico-francesa, 1981. Int¨¦rpretes: Isabelle Adjani , Maggie Simth, Alan Bates, Anthony Higgins, Virginie Thevenet, Suzarine Flon, Willey Wood, Daniel Chatto, Pierre Clementi y Daniel Mesguich. Estreno en Madrid: cine Bellas Artes (en v. o.).
La de Rudolph es una pel¨ªcula de director fallida; la de Ivory es una pel¨ªcula que falla porque no tiene director. Los actores son magn¨ªficos; los decorados y figurines, exactos; el gui¨®n, seco y sugerente, pero la realizaci¨®n estricta, la elecci¨®n de cada plano, es testimonio de un enorme miedo a comprometerse, la mera ilustraci¨®n superficial antes que el adoptar un punto de vista. Esto es especialmente patente en secuencias como la de la foto pornogr¨¢fica o la del restaurante-sala de fiestas. Ivory se limita a darle la raz¨®n a quien. en aquel momento manda en la secuencia.
Este academicismo que atraviesa toda la filmograf¨ªa de Ivory -recordar aquella pat¨¦tica Fiesta salvaje en la que hasta una org¨ªa grosera estaba retratada con las pinzas esterilizadoras del buen gusto. S¨®lo en Una habitaci¨®n con vistas el esp¨ªritu henryjamesiano de Ivory se ha encontrado con un material que se adaptaba a este estilo que, para pavor de quienes confi¨¢bamos en que la alternativa fuese otra se est¨¢ dando en llamar calidad europea.
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