Morosa austeridad
Viento de c¨®lera es el primer largometraje de ficci¨®n que ha realizado, sobre su propio gui¨®n, Pedro de la Sota, cineasta que con anterioridad se hab¨ªa dedicado al campo del documental.La pel¨ªcula relata la llegada al valle del Bazt¨¢n de un desertor del Ej¨¦rcito de las Indias que reclama sus derechos de herencia sobre unas tierras, hecho que provocar¨¢ un enfrentamiento con sus propietarios, e iniciar¨¢ una espiral de violencia cuyo tr¨¢gico desenlace estar¨¢ marcado por una despiadada ,venganza.
La llegada de unos forasteros, la t¨¢cita presencia de fronteras, la lucha por los derechos sobre la tierra en una ¨¦poca en que la conquista impuesta por la fuerza superaba a la ley y el permanente protagonismo del paisaje -notablemente subrayado por la c¨¢mara- tientan a encontrar en el tono de Viento de c¨®lera algunas reminiscencias del western. En este caso se trata de un western medieval.
Viento de c¨®lera
Direcci¨®n y gui¨®n: Pedro de la Sota. Espa?a, 1988. Int¨¦rpretes: Juan Echanove, Nelson Villagra, Aitana S¨¢nchez-Gij¨®n, Paco Merino, Pedro Mar? S¨¢nchez, Etnma Penella. Estreno en Madrid: cines Madrid, La Vaguada.
En Viento de c¨®lera, el director y guionista enmarca y enclaustra a sus protagonistas en un espeso bosque, cuya vegetaci¨®n agobiante y claustrof¨®bca aumenta la densidad dram¨¢tica de los enfrentamientos y el clima de opresi¨®n. Pesadez atmosf¨¦rica potenciada por la morosidad impuesta al ritmo del filme.
La ambici¨®n en la elecci¨®n y presentaci¨®n del tema y su desarrollo exigen, al ser tratados con rigor documental en su exposici¨®n, alguna dosis de paciencia en el espectador, hasta la Regada del desenlace, mitigada por la presencia de Aitana S¨¢nchez-Gij¨®n en su primer papel como protagonista. Estamos ante una actriz que a¨²na en sus cualidades una portentosa capacidad para recibir la iluminaci¨®n sobre su rostro y una mirada siempre adecuada para mostrar los sentimientos que le pide la composici¨®n y expresi¨®n de su personaje.
La pel¨ªcula, que a fuerza de insistir en una prolongada austeridad se vuelve barroca y pesada, a veces pr¨®xima al cansancio, no impide, por su originalidad y sinceridad, despertar cierto inter¨¦s, que invita a seguir con atenci¨®n la carrera futura de Pedro de la Sota.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.