Nabila espera, y su padre come helados
La celda de Adnan Kashogui es exactamente igual a las otras de la c¨¢rcel de Berna. Ocupa un espacio de cuatro por dos metros y tiene un camastro plegable, una tabla fija que hace de mesa, un retrete, un lavabo y un peque?o cristal de espejo encofrado en la pared.Los presos tienen derecho a ver la televisi¨®n, y Kashogui hizo que le llevaran un aparato en color el mi¨¦rcoles, el d¨ªa siguiente de su detenci¨®n.
Las comidas se las sirven directamente desde el hotel cinco estrellas Schweizerhof, donde estaba alojado. Se la llevan en recipientes de aluminio que conser van el calor, en su Mercedes 560 SL autom¨¢tico azul, dos miembros de su s¨¦quito y un camarero de confianza. El mi¨¦rcoles pidi¨® espaguetis y pollo; ayer, algo de comida china, uno de sus platos preferidos. Los dos d¨ªas, grandes cantidades de helado, su aut¨¦ntica debilidad culinaria a cualquier hora.
En el hotel, formando parte de la decena de personas de ese s¨¦quito, espera su hija Nabila. Su actual esposa, la italiana Laura Biancolini, la enigm¨¢tica Lamia, "ni est¨¢ ni se la espera de moinento", seg¨²n el director del establecimiento, Jean-Jacques Gaur.
Lo curioso del caso es que Adnan Kashogui ha sido detenido en Berna, lugar al que en 1985 jur¨® no volver m¨¢s. Entonces estall¨® el esc¨¢ndalo del hospital Tiefenau.
M¨¦dicos y enfermeras que atend¨ªan a Kashogui en sus curas de rejuvenecimiento fueron acusados de prestar en ocasiones estos mismos servicios pagados, pero tambi¨¦n a cuenta del contribuyente suizo, en el yate Nabila, cuando ¨¦ste a¨²n era propiedad del magnate saud¨ª.
A sus 53 a?os, Kashogui es un obseso de la eterna juventud y guarda una fe ciega al doctor Gianolli, quien comenz¨® a tratarle hace ya bastante tiempo en la cl¨ªnica Incosol, de Marbella. No pudo resistir la tentaci¨®n de regresar a Berna, confiado en la seguridad que le ofrec¨ªa la minicl¨ªnica que Augusto Gianolli ha instalado en dos suites del hotel Schweizerhof. Pas¨® por alto que el FBI y los tres abogados suizos contratados por el Gobierno de Filipinas le estaban siguiendo los pasos.
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