Repetir el 'Cason'

La imagen tercermundista que dio Espa?a en diciembre de 1987 tras el embarrancamiento del Cason en Finisterre puede volver a repetirse al estar pendiente la reforma de la Administraci¨®n mar¨ªtima. Rafael Lobeto, director general de la Marina Mercante, reconoce: "Es un problema de estructura, no hay personal ni mecanismos adecuados". "Carecemos de lo m¨¢s elemental", dijeron otras fuentes. "Hay muchos organismos funcionando sin coordinaci¨®n: el Servicio Mar¨ªtimo de Aduanas, la Cruz Roja del Mar, la Armada (la futura Guardia Civil del Mar); se emplean miles de millones para salvamento pero falta coordinaci¨®n, falta un mando ¨²nico al que se le puedan exigir responsabilidades".El accidente del Cason es para Joaqu¨ªn Buelga, secretario del Colegio de Oficiales de la Marina Mercante Espa?ola, un ejemplo de lo que puede ocurrir en un pa¨ªs que no est¨¢ organizado en el tema mar¨ªtimo, que continua bajo dependencia militar. As¨ª, el comandante militar de La Coru?a, adem¨¢s de la competencia militar correspondiente, es Delegado del Ministerio de Transportes y adem¨¢s de Pesca, explica Buelga. "El PSOE defendi¨® en 1982 la supresi¨®n de la dependencla militar y sin embargo no ha hecho nada".

El pasado mes de febrero el ministro de Transportes, Jos¨¦ Barrionuevo, en respuesta a una interpelaci¨®n presentada en el Senado por el Grupo Popular relativa al Cason, expuso la serie de medidas que la Administraci¨®n ha puesto en marcha para dar respuesta a las necesidades de la seguridad y el salvamento mar¨ªtimo entre las que se encuentra, entre otras, la elaboraci¨®n de un Plan Nacional de Salvamento Mar¨ªtimo, la creaci¨®n de una comisi¨®n permanente d¨¦ investigaci¨®n de siniestros mar¨ªtimos, la implantaci¨®n del Sistema Mundial de Socorro y Seguridad Mar¨ªtimos mediante la organizaci¨®n de un sistema centralizado y autom¨¢tico de radiocomunicaciones de seguridad (NAVTEX), y un plan piloto de formaci¨®n ocupacional mar¨ªtima. Todo ello unido a una serie de medidas de ¨¢mbito internacional. El director general de la Marina Mercante, Rafael Lobeto Lobo, nombrado el pasado mes de enero, manifest¨® que est¨¢n trabajando en todos estos proyectos. "Hay que hacer una reforma de la administraci¨®n mar¨ªtima, es un problema de estructura, no hay personal ni mecanismos adecuados", reconoci¨®.

Algeciras y 'Luchana'

Buelga, adem¨¢s de otra persona del colegio de la Marina Mercante, se desplaz¨® a Finisterre a ra¨ªz del embarrancamiento del Cason. "Llegu¨¦ el d¨ªa que todo el mundo sal¨ªa de Finisterre despavorido". En su denuncia de la situaci¨®n actual de la marina mercante espa?ola dice: "Casos tan graves como el del Cason pueden ser el de la explosi¨®n en la bah¨ªa de Algeciras de los buques Petrogen One y Camponavia el 26 de mayo de 1985 en el que murieron 33 personas y el carguero Luchana, hundido a seis millas del puerto de Avil¨¦s (Asturias) el 15 de enero de 1986 con un muerto y tres desaparecidos y que no han sido esclarecidos".Buelga explica los muchos errores que se dieron cita en el accidente del Cason: "Hay que empezar diciendo que se trataba de un barco de bandera paname?a. El Colegio de la Marina Mercante siempre ha criticado el tema de las banderas de conveniencia, que lo que buscan claramente es evitar responsabilidades".

"En segundo lugar hay que resaltar que a bordo del Cason viajaban seis novatos, seis marinos que llevaban pocos meses navegando. ?sto, cuando se viaja de Rotterdam a Shangai con mercanc¨ªa peligrosa, es una temeridad. Los marinos deben ser personas equilibradas, adiestradas. Hay que tener en cuenta que son muchos d¨ªas de convivencia sin salir del barco enfrentados a muchos problemas".

"Otro punto que habr¨ªa que se?alar es que, seg¨²n el diario de navegaci¨®n, el Cason iba a m¨¢s velocidad de la debida. Parece adem¨¢s que la tripulaci¨®n no conoc¨ªa bien lo que llevaba en el barco. Creyeron que las deflagraciones, debidas al contacto de la mercanc¨ªa con el agua, eran llamas. Si se hubieran quedado en los camarotes no hubiera pasado nada, pero asustados por lo que creyeron que eran llamas se tiraron al agua.'A los de la costa les pas¨® algo parecido y cundi¨® el p¨¢nico".

"Y llegamos al tema clave del remolcador. En la revista COMME n¨²mero 34, de enero-febrero 1988 publicada por el Colegio de la Marina Mercante, se recoge un informe sobre el accidente del Cason en el que se detalla que a las 6.35 del 5 de diciembre de 1987 la Comandancia Militar de Marina de Vigo recibi¨® el aviso telef¨®nico de Capitan¨ªa General. A las 6.55, la Comandancia Militar de Marina de Vigo ordena a Remolcanosa 5 salir inmediatamente. Sin embargo hasta las 8.05 el Remolcanosa 5 no informa de su salida. "A todo ¨¦sto habr¨ªa que a?adir la duda de si el Remolcanosa consigui¨® lanzar un cabo para unirse al barco o no".

Un marinero de Finisterre asegura haber visto desde tierra c¨®mo el remolcador consigui¨® enganchar la estacha -un cabo met¨¢lico de unos 20 centr¨ªmetros de grueso- al Cas¨®n y como posteriormente el capit¨¢n romp¨ªa deliberadamente la cuerda con una navaja y dejaba de nuevo el buque paname?o a merced de las olas, informa Xos¨¦ Hermida desde Santiago de Compostela. Rafael Mouzo, alcalde de Corcubi¨®n (La Coru?a), avala esta hip¨®tesis, que atribuir¨ªa la actitud de la tripulaci¨®n del Remolcanosa 5 a supuestas motivaciones econ¨®micas.

El consejero delegado de la empresa Remolcanosa, Jos¨¦ Baltasar Silveira, considera "rid¨ªcula" esta versi¨®n. Silveira explica que las investigaciones realizadas por el Juzgado de Corcubi¨®n demuestran que es imposible romper la estacha con una navaja dado su grosor. "Durante las pruebas realizadas posteriormente se comprob¨® que dos hombres armados con hachas necesitar¨ªan varias horas para seccionar un cable tan grueso", explica el representante de la empresa remolcadora.

Indemnizaci¨®n

Seg¨²n Jos¨¦ Baltasar Silveira, si la tripulaci¨®n tuviese alguna motivaci¨®n econ¨®mica intentar¨ªa rescatar el barco "porque entonces tendr¨ªamos derecho a una indemnizaci¨®n archimillonaria, que podr¨ªa llegar hasta el 50%. del valor del buque". El consejero delegado de Remolcanosa se muestra orgulloso del comportamiento de sus hombres durante el naufragio. "Era una tripulaci¨®n superexperta, que se jug¨® la vida. Dos de ellos cayeron al mar y algunos segu¨ªan padeciendo molestias en la garganta siete meses despu¨¦s debido a los gases inhalados".El consejero delegado de Remolcanosa asegura que su barco sali¨® al encuentro del Cas¨®n tan pronto como tuvo conocimiento del accidente.

Seg¨²n Jos¨¦ Silveira, el aviso lo recogi¨® un telegrafista y el capit¨¢n se hizo inmediatamente a la mar, consciente de la gravedad de la situaci¨®n. El responsable de la empresa de remolcadores explica los hechos: "Actuamos tan r¨¢pido que el barco sali¨® antes incluso de que la Comandancia de Marina nos diese la autorizaci¨®n oficial. Cuando esta autorizaci¨®n lleg¨®, ya llev¨¢bamos media hora en el mar".