Pedro Delgado consum¨® en las calles de Madrid su segundo triunfo absoluto en una Vuelta a Espa?a

Decenas de miles de personas agasajaron de forma desbordada a Pedro Delgado, que ayer consum¨® su segunda victoria absoluta en la Vuelta Ciclista a Espa?a. La ¨²ltima etapa sirvi¨® de escaparate a los 143 corredores que concluyeron la prueba y protagonizaron un festivo trayecto entre las destiler¨ªas DYC de Segovia y el paseo de la Castellana de Madrid. La lucha por el triunfo de etapa en los ¨²ltimos kil¨®metros produjo unos pocos acelerones en el pelot¨®n. El belga Jean-Pierre Heynderickx sorprendi¨® a los grandes favoritos, el holand¨¦s Hermans y el belga Planckaert, en el sprint final.

Los corredores sufrieron ayer m¨¢s ante la avalancha que se les vino encima una vez que atravesaron la meta que por la realizaci¨®n de los 177 kil¨®metros de recorrido. Delgado, especialmente. Rod¨® incluso por el suelo. A pesar de la protecci¨®n policial que le escolt¨® de un lado a otro. En carrera ni tan siquiera necesit¨® protecci¨®n de sus compa?eros de equipo, puesto que todos sus rivales se constituyeron en acompa?antes del homenaje que se le tribut¨®.El equipo Reynolds celebr¨® posteriormente, en un restaurante de Madrid, el triunfo y su indiscutible hegemon¨ªa en la Vuelta. El Kelme, el ¨²nico equipo que mantuvo serias aspiraciones hasta el pen¨²ltimo d¨ªa de la carrera para colocar a Parra en el lugar m¨¢s alto del podio, se tuvo que contentar con la victoria en la clasificaci¨®n por equipos. El equipo alicantino reafirm¨® ayer en la voz de su director Rafael Carrasco la tranquilidad de su conciencia y el balance positivo de la carrera, "porque hemos luchado hasta el final por el primer puesto. El precio ha sido que no hemos ganado ni una sola etapa, pero, a diferencia de otras ocasiones, creo que la gente s¨ª que va a recordar durante mucho tiempo qui¨¦n ha sido segundo en esta Vuelta". El corredor colombiano evit¨®, con su gran actuaci¨®n e inconformismo, que la Vuelta se redujese a un paseo triunfal de Delgado. Ante la ausencia de casi todas las figuras internacionales del ciclismo, la carrera dependi¨® de ese duelo que, junto a los escarceos de otros corredores colombianos, especialmente de Farf¨¢n, Vargas y Morales, y del sovi¨¦tico Ivanov, mantuvo su inter¨¦s.

El equipo BH ocup¨® de nuevo un lugar secundario, m¨¢s todav¨ªa que los dos a?os anteriores, puesto que s¨®lo gan¨® una etapa, la de Los Lagos de Covadonga, gracias a ?lvaro Pino. Echave fue relegado al cuarto puesto cuando antes de la etapa de Pajares manten¨ªa serias aspiraciones de desbancar a Delgado. El equipo que dirige Javier M¨ªnguez no acudi¨® en plenitud de forma a la carrera y tuvo adem¨¢s la desgracia de no poder contar con Laudelino Cubino y que Anselmo Fuerte tuviera que abandonar a cuatro d¨ªas del final.

Prueba alocada

La Vuelta volvi¨® a disputarse de una forma alocada, aunque los grandes favoritos no dieron se?ales de vida durante la primera mitad de la misma. El desarrollo de los ¨²ltimos kil¨®metros de la etapa de ayer no dej¨® de ser el mero reflejo de la necesidad imperiosa de varios equipos poderosos, como el Teka y el Caja Rural, de sumar una nueva victoria de etapa que compensara la falta de alg¨²n hombre que luchara por los primeros puestos de la general. La ca¨ªda de Dietzen, antes de que empezara a dilucidarse la carrera, y el retraso que acumul¨® Lejarreta a las primeras de cambio, recortaron decisivamente las aspiraciones de ambas escuadras, que ganaron cuatro etapas cada una. El Zahor cumpli¨® un digno papel, gan¨® una etapa, consigui¨® tener en su poder el jersey amarillo aunque s¨®lo fuera una jornada y fue protagonista de numerosas escapadas.

El resto de las formaciones confirm¨® el flojo cartel que present¨® la organizaci¨®n y pasaron pr¨¢cticamente desapercibidas. El Seur y el ONCE, como el Carrera, el Malvor y el Sigma, se consolaron con un triunfo de etapa cada uno, mientras que el rendimiento del Clas, el Mavisa y el CR fue tan bajo que de no haber participado nada hubiera cambiado, al igual que otros equipos extranjeros, como el Ficasal y el Viscontea. Y es que en la participaci¨®n radic¨® el gran defecto de la Vuelta.