Apoteosis de Kraus, olvido de Stravinski
La Orquesta Nacional de Polonia, con el maestro Satanowski; el tenor Alfredo Kraus, con la colaboraci¨®n del pianista Tordesillas, y el grupo de m¨²sica antigua que dirige en Santiago Carlos Villanueva han sido las tres manifestaciones concertisticas m¨¢s importantes de las fiestas de San Isidro patrocinadas por el Ayuntamiento.No se quejar¨¢ Kraus de los madrile?os. Si en 1956, al reinaugurarse el teatro de la Zarzuela, le recibieron con enorme y justificado entusiasmo como int¨¦rprete de Do?a Francisquita, ahora, pasados m¨¢s de 30 a?os, el cantante de Las Palmas ha provocado una aut¨¦ntica explosi¨®n krausista en la sala grande del Auditorio Nacional.
En uni¨®n de su antiguo y excelent¨ªsimo colaborador, el pianista Jos¨¦ Tordesillas -que luci¨® su arte en tres solos de Halffter, Larregla y Alb¨¦niz, del que hizo una versi¨®n preciosa, t¨¦cnica y estil¨ªsticamente, de El puerto-, Kraus desarroll¨® un programa superpopular, caracter¨ªstico de lo que en Alemania denominan unterhaldung (entretenimiento, amenidad, aproximadamente).
Kraus
Recital del tenor Alfredo Kraus. Pianista: Jos¨¦ Tordesillas. Obras de Turina, Morales, Halffter, Obradors, Ginastera, Guastavino, Ruiz de Luna, Larregla, Serrano, Vives, Alb¨¦niz, Calleja-Barrera y Soroz¨¢bal. Auditorio Nacional. Madrid, 19 de mayo.Stravinski Ciclo Stravinski del Centro Dram¨¢tico Nacional/Universidad Complutense. Profesores de la JONDE. Solistas: T. Verdera, C. Segarra, l. Fresan, cantantes, y E. Valls, pianista. Director: Josep Pons. Teatro Mar¨ªa Guerrero. Madrid, 20 de mayo.
Maestro
Junto al nombre y apellido de Alfredo Kraus surge inmediatamente una adjetivaci¨®n: la de maestro. No se puede saber m¨¢s de canto de lo que sabe Kraus y luce a trav¨¦s de los a?os, cualquiera que sea el g¨¦nero que practique.Un conjunto de cl¨¢sicos de la canci¨®n espa?ola, con dos muestras argentinas de Guastavino y Ginastera, variopinto y familiar, precedi¨® a cuatro fragmentos de zarzuela: la jota de El trust de los tenorios, de Serrano (la tan c¨¦lebre "te quiero, como se quiere a la gloria, como se quiere al dinero"); la romanza del humo y el fuego de Do?a Francisquita, que encendi¨® verdaderas llamaradas; las granadinas de Calleja y Barrera que Victoria de los ?ngeles suele acompa?arse a la guitarra, y La tabernera delpuerto, de Soroz¨¢bal.
Antes, Turina, Fernando Obradors, el talaverano Salvador Ruiz de Luna, con tres ejemplos de su Cancionero hisp¨¢nico, y dos estrenos de Jos¨¦ Mar¨ªa Morales (Madrid, 1938), exactamente pensados para su destinatario, Kraus, y continuadores de la l¨ªnea tradicional a trav¨¦s de un melodismo bello y f¨¢cil. Griter¨ªo, piropos, bravos, ovaciones ritmadas, arrancaron de Alfredo Kraus cuatro o cinco regalos de canci¨®n y ¨®pera (?c¨®mo perdonarle Rigoletto?) en un clima que nada tuvo que envidiar a los acontecimientos de los mejores rockeros.
Como contrapartida, entriste ce la escasa asistencia al teatro Mar¨ªa Guerrero, donde un grupo de la JONDE, la soprano Teres Verdera, la mezzo Carolina Segarra, el bar¨ªtono Maki Fresan y la pianista Eulalia Valls, repasaron el viernes y s¨¢bado, bajo la ex perta y flexible direcci¨®n de Josep Pons, el Stravinski "peque?o", menos frecuentado y no me nos genial que el grande. En esta segunda sesi¨®n del ciclo que ce rrar¨¢ la Historia del soldado, escuchamos la Pastoral (1907), las Canciones op. 6 (1908), los Poemas de Verlaine (1910-1951), las L¨ªricas japonesas (1913), las de Belmont (1911-1954), las Peque?as canciones (Recuerdos de mi infancia) de 1913, Pribaoutki (Chansons plaisentes), de 1914; las Nanas del gato (1916);- las Melod¨ªas sobre Shakespeare (1953); Eleg¨ªa para Kennedy, sobre Auden (1964); los dos lieder procedentes del Libro de canciones espa?olas, de Wolf (1968), adem¨¢s del Concertino para cuarteto ( 1952).
El trabajo de Pons y todos sus colaboradores mereci¨®, por su buena orientaci¨®n, los aplausos recibidos y habr¨ªa sido digno de mayor asistencia de p¨²blico.
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.