Pastel
Conste desde aqu¨ª mi solidaridad con Isabel Preysler por esa tarta que Paloma Ruiz-Mateos le arroj¨® al rostro y le arroj¨® a los pies, lo cual demuestra -entre otras cosas- que la ni?a falla en los ataques como el padre en los negocios. Hay gente que deber¨ªa dedicarse a otra cosa.Es una verdadera pena que Isabel Preysler, una mujer que lo ha hecho todo por s¨ª misma, convirti¨¦ndose en ejemplo de tantas espa?olas, por no decir en gu¨ªa y luz, haya acabado por tener como gran enemiga a una chica que ni siquiera tiene cultura de Laurel y Hardy, aunque en muchos sentidos pueda parecer la hija de Pepe Gotera y Otilio, chapuzas a domicilio.
Sin embargo, a m¨ª, pertinaz seguidora de las aventuras de Sherlock Holmes, hay dos angustiosas interrogantes en este apasionante caso que me producen insomnio. Enigma n¨²mero uno: ?de qu¨¦ era la tarta? Enigma n¨²mero dos: ?c¨®mo eran los zapatos? Se dan varias hip¨®tesis, que conviene desmenuzar. Dada la proverbial austeridad de los Ruiz-Mateos, lo m¨¢s apropiado hubiera sido el bizcocho, aunque a todas luces no es apto para desparramarse en el contrario. De modo que hemos de convenir en que era de nata. Ahora bien, ?con kiwi o con un surtido de frutas variadas? ?O se trataba, en realidad, de una simple tarta de nata ribeteada de chocolate, con un cachirulo en el centro realizado en este sabroso material?
Si los zapatos eran de charol, la cosa habr¨¢ resbalado sin dejar mayor huella. Mas, dada la condici¨®n social de la v¨ªctima, podemos suponer que ese d¨ªa, antes del fatal desenlace de los hechos, portaba en sus diminutos pies orientales algunos de estos admin¨ªculos: gamo salvaje de las Alpujarras, vicu?a, seda natural, seda a¨²n m¨¢s natural, macram¨¦, cocodrilo, cobra o v¨ªbora. ?Cu¨¢l es la acci¨®n de un pastel -vamos a ponernos en lo peor- de nata con surtido de frutas en, tambi¨¦n pensando en lo p¨¦simo, unos zapatos de ante? Una afrenta.
Isabel requiere una rival internacional, tipo Jacqueline Onassis.
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