El conseguidor
Gustavo Dur¨¢n Romero es de los que siempre se ha comido el mundo, desde sus a?os mozos, all¨¢ por los cincuenta, cuando hac¨ªa manitas en los salones del Club de Campo de Madrid, como tantos reto?os de su clase. Pero para saltar a la poco envidiable celebridad que hoy le envuelve, ha tenido que producirse una traici¨®n, el ¨²nico acto de la trapisonda montada en torno al control de la Comunidad Aut¨®noma de Madrid que el propio Dur¨¢n ha valorado como tal: la de Juan Figueroa, el dirigente del Partido Regionalista Independiente Madrile?o (PRIM) que hizo p¨²blica la grabaci¨®n de su conversaci¨®n con ¨¦l.Dur¨¢n y Figueroa se conocen desde hace muchos a?os, del mismo modo que Figueroa es viejo amigo de Jes¨²s Sancho Rof, el f¨ªsico que ascendi¨® por las filas del sindicalismo vertical hasta las primeras poltronas ministeriales de la democracia.
Siendo Sancho Rof ministro de Obras P¨²blicas y Urbanismo del segundo Gobierno de Adolfo Su¨¢rez, entre abril de 1979 y octubre de 1980, Juan Figueroa, hombre de confianza del ministro, fue el fact¨®tum de la UCD en Pontevedra, donde dej¨® constancia de su vocaci¨®n inmobiliar¨ªa. Y Dur¨¢n era, ya entonces, un activo broker, seg¨²n ¨¦l mismo, o un conseguidor, en el lenguaje menos ben¨¦volo de las constructoras. Es decir, un individuo que hace de intermediario entre el que tiene un terreno y el que lo necesita, o entre el que precisa de una licencia de obras y el que puede otorgarla. Las circunstancias contribuyeron a que entre estas tres personas se creara una relaci¨®n que se ha prolongado hasta ahora.
La "querida oficial"
De hecho, poco despu¨¦s de que Sancho Rof ingresara en Alianza Popular, Dur¨¢n empez¨® a ser conocido en los pasillos de AP, al menos desde finales de 1983, como la "querida oficial" de ?ngel Sanch¨ªs, porque, aunque no tuviera una situaci¨®n formalizada, su relaci¨®n con el entonces responsable de las finanzas del partido era notoria.Casi a diario, Dur¨¢n y Sanch¨ªs se encerraban en el despacho del segundo, y a los pocos que necesitaban hacer preguntas Sanch¨ªs les contestaba: "Es un broker cojonudo, que me hace, ya sabes, esos asuntillos".
El trabajo de conseguidor t¨ªene mucho de despiadado. Hay que negociar con la inmobiliaria o la constructora lo que pagar¨¢ por una adjudicaci¨®n; con el partido correspondiente, el acceso a la autoridad que puede otorgarla, y discutir la transacci¨®n, finalmente, con ¨¦sta, siempre con un riesgo potencial de ser denunciado, como a Dur¨¢n le ha ocurrido ahora. El car¨¢cter de este broker parece estar en consonancia.
Personas que han negociado con ¨¦l le recuerdan como un individuo "desagradable, aunque de colegio de pago. Duro y muy directo".
Los que le conocen por la pr¨¢ctica del squash, afirman que "acostumbra humillar al contrario, aunque es muy capaz de dejarle ganar, si la persona le interesa". En el club madrilerio que frecuenta todos los mediod¨ªas, Gustavo Dur¨¢n no oculta que lleva pistola, incluso hasta el borde mismo de la pista.
Cuando el trabajo sale bien, el conseguidor cobra su comisi¨®n, normalmente el 10% de la mordida, un porcentaje que le puede llevar directamente a una jubilaci¨®n dorada s¨ª la operaci¨®n es multimillonaria. Pero el mundo de la intermediaci¨®n da pocas veces esos frutos.
Gustavo Dur¨¢n Romero es conocido como un hombre de continuos altibajos econ¨®micos, que busca permanentemente su oportunidad e incluso la provoca, siempre con una base s¨®lida y desde un alto nivel de vida.
Despacho en dos empresas
Casado, con dos hijos, vive en un lujoso chal¨¦ de Somosaguas y ha tenido despacho en, al menos, dos empresas: en Dupiol, sociedad an¨®nima de la que es consejero, y en Gustavo Dur¨¢n, SA (GDR, SA), empresa que comercializa mobiliario de cocina y de la que ha sido administrador ¨²nico. La telefonista de esta empresa responde estos d¨ªas: "Gustavo Dur¨¢n hace dos a?os que no trabaja aqu¨ª".Personalmente, o a trav¨¦s de su familia, el controvertido broker desarrolla tambi¨¦n actividades variadas, como concesionario de Benetton y otras marcas de confecci¨®n en Pozuelo y Majadahonda, o como importador de una conocida firma de raquetas de squash. No hay, en cambio, constancia de su pretendida relaci¨®n con los presidentes de las principales empresas constructoras.
Durante la etapa de Sanch¨ªs en la tesorer¨ªa de AP, el empresario oper¨® en varias autonom¨ªas en las que la derecha ten¨ªa mayor¨ªa; as¨ª, en Baleares, donde el partido est¨¢ dominado por Gabriel Ca?ellas. En Galicia intent¨® abrirse camino, pero parece que el tes¨®n de los pol¨ªticos locales le dej¨® pocas bazas.
Con estos antecedentes, e independientemente de que Dur¨¢n fuera o no veraz en sus contactos con Juan Figueroa y con Miguel ?ngel Olmos, el diputado madrile?o de IU, hay una coherencia indudable en la relaci¨®n de hechos que se deducen de lo que el broker afirma en las famosas cintas: el 10 de mayo, el mismo d¨ªa en que Nicol¨¢s Pi?eiro anunci¨® que se abstendr¨ªa en la moci¨®n de censura contra Joaqu¨ªn Leguina, Dur¨¢n, seg¨²n sus propias afirmaciones, se reuni¨® con Sancho Rof, Federico Trillo y con Rosendo Naseiro, el nuevo e inexperto flinanc¨ªero del PP, en la cafeter¨ªa Manila. El 11 de mayo, al parecer almorz¨® en el restaurante L¨²culo con Naseiro, esta vez a solas. El 12 de mayo, Figueroa recibi¨® a Dur¨¢n en su casa. Y justo una semana despu¨¦s, el 19 de mayo, cuando ya parec¨ªa claro que Pi?eiro no cambiar¨ªa de idea, Gustavo Dur¨¢n le ofreci¨® supuestamente los famosos 100 millones a Olmos, en su propia oficina. Dur¨¢n ten¨ªa miedo a dar ese paso, que finalmente le ha llevado al juzgado de guardia.
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