Los apodos taurinos
Es sumamente curioso c¨®mo en Madrid, ciudad donde el asfalto impone su ley, un espect¨¢culo arquetipo como es la fiesta nos trae como fresca brisa del campo no s¨®lo animales como el toro y el caballo, sino tambi¨¦n apodos, caracter¨ªsticos del medio rural y de las capas sociales m¨¢s despose¨ªdas de las grandes urbes.En la torer¨ªa actual, el mayor n¨²mero de alias tiene como referencia los lugares de procedencia o nacimiento de los toreros, y as¨ª hay apodos que aluden a pr¨¢cticamente toda nuestra geograf¨ªa y numerosas zonas suramericanas, e incluso nos encontramos con varios Chinos e Indios y un Oriental hasta llegar a Saib Kazar, El Palestino, primer torero ¨¢rabe, que lleva varios a?os intentando triunfar como novillero en Espa?a.
Sin olvidar los m¨²ltiples Morenitos, siguen en extensi¨®n los apodos que hacen referencia a animales: Lagartija, Lince, Lobo, Murci¨¦lago, varios Gallitos, Pajarillo, Pato, Pollo, Puma, Cucaracha o el popular banderillero Periquito (Carlos Romero), al que su apodo no le satisface, pese a su buen humor: "Esto naci¨® cuando yo ten¨ªa 11 o 12 a?os e iba al tentadero de don Juan Belmonte y cuando me acercaba a la becerra dando saltitos, gritaba: 'Dejad a Periquito, dejad a Periquito'. Y en Periquito me qued¨¦".
A continuaci¨®n destacan aquellos que indican oficios: El Cabrero, El Camisero, El Cobrador, El Molinero, El Ferroviario, El Taxista, El M¨¦dico y varios Carniceritos y Carpinteritos. Con alias de Ni?o hay tambi¨¦n una larga relaci¨®n: entre los m¨¢s curiosos y recientes han surgido Ni?o del Laboratorio, Ni?o de las Letras, Ni?o de los Fueros, Ni?o del Tentadero y Ni?o de Biafra, y como m¨¢s conocidos est¨¢n los matadores Ni?o de la Capea, Ni?o de Aranjuez y Ni?o de la Taurina. Hasta el mism¨ªsimo clero se encuentra representado en El Obispo, El Ni?o de las Monjas y Fray Gaditano.
Y ya el punto y aparte en lo que podr¨ªa ser un estudio sociol¨®gico interesante lo aportan, con aires de la Espa?a folcl¨®rica, El Emigrante y la rejoneadora Lola de Espa?a (?que no hay que confundir con la Lola de Hacienda!).
Al banderillero Manuel Morales le conocen por El Rabioso no porque salga pegando bocaos a los toros , sino porque su familia ten¨ªa una finca, denominada La Rabia, en Sanl¨²car de Barrameda: "Yo me cri¨¦ en ella, y a partir de ah¨ª me dec¨ªan: '?se es el de La Rabia, El Rabioso. Lo malo es que mi padre vendi¨® la finca y ahora estoy como el que tiene el t¨ªtulo de conde y no tiene dinero".
Apodos tienen desde los ayudas y mozos de espadas hasta el empresario de Las Ventas, Manuel Chopera, que nos sorprende de este modo: "No nos llaman as¨ª porque seamos muy altos, como chopos -como algunos piensan-, sino que mi abuelo Severino Mart¨ªnez ten¨ªa una cuadra de caballos en San Sebasti¨¢n y junto a la rr¨²sina montaron, a principios de siglo, una cervecer¨ªa holandesa. A las jarras t¨ªpicas de cerveza con tapa de esta?o se las denominaba chop. A partir de ah¨ª, la gente le comenz¨® a llamar Severino el de la Chop hasta que deriv¨® en Severino Chopera".
Por supuesto, entre la coleter¨ªa actual no pod¨ªa quedarse sin apodo el l¨ªder, Juan Antonio Ruiz, Espartaco, que nos cuenta una de romanos: "La mayor¨ªa de la gente piensa que mi apodo procede de Espartinas, mi pueblo, cuando en realidad me lo puso Rafael S¨¢nchez, El Pipo, que me dijo: 'T¨² ser¨¢s el mejor gladiador del toreo, como Espartaco lo fue de Roma". Como si de otra pel¨ªcula -¨¦sta surrealista- se tratase, los alias, motes o apodos afloran cada a?o por estas fechas colgados de los carteles de San Isidro, record¨¢ndonos principalmente la importancia del mundo rural en el planeta de los toros.
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