25 empleados de una empresa de armas de Vitoria fueron destinados con enga?os a Ir¨¢n durante la guerra

, Un total de 25 empleados de la empresa Tornusa, adscrita a la firma de armamento Grupo Metal¨²rgico Auxiliar, SA (Gamesa), fueron trasladados desde Vitoria hasta Ir¨¢n en 1985, en plena guerra irano-iraqu¨ª y a unos 40 kil¨®metros del frente b¨¦lico, para reparar bombas defectuosas de 100 y 120 mil¨ªmetros de calibre que hab¨ªan fabricado en la planta de la firma en la capital alavesa. Los trabajadores, en su mayor parte con contratos eventuales, desconoc¨ªan que su trabajo se desarrollar¨ªa en ese pa¨ªs, ya que en Vitoria se les asegur¨® que su destino final era Grecia y se les prometi¨® un contrato indefinido a su regreso, extremo que no lleg¨® a formalizarse finalmente.

Estos hechos fueron relatados el pasado jueves en la Magistratura de Trabajo de ?lava por el abogado Ildefonso S¨¢ez Tabue?a, en presencia del representante de Gamesa, Iv¨¢n Feli¨², quien en ning¨²n momento lo desminti¨®. Feli¨², de nacionalidad chilena, dirige una asesor¨ªa laboral independiente de Gamesa, aunque tiene contratada con esta firma todas las cuestiones laborales.Las dos partes hab¨ªan sido citadas en la Sala de lo Social de la Audiencia Provincial de ?lava para resolver un caso de presunta discriminaci¨®n laboral a un miembro del comit¨¦ de empresa de Gemontesa, firma tambi¨¦n perteneciente a Gamesa, que ha reclamado de forma reiterada el incumplimiento por la empresa de la promesa de incorporaci¨®n a plantilla para los trabajadores enviados a Ir¨¢n.

El abogado del sindicalista explic¨® durante la vista que Tornusa (Torneados Num¨¦ricos, SA), firma ya extinta, envi¨® en dos tandas a lo largo del a?o 1985 a un total de 25 de sus trabajadores a las proximidades de la l¨ªnea de fuego en Ir¨¢n. El objetivo del viaje era reparar la parte mec¨¢nica de dos modelos de bomba de 100 y 120 mil¨ªmetros de calibre que hab¨ªan sido exportados con defectos por Gamesa a este pa¨ªs, en pleno conflicto b¨¦lico.

Jornadas de 18 horas

Seg¨²n esta misma fuente, los trabajadores soportaron jornadas de hasta 18 horas trabajando de forma intermitente en un subterr¨¢neo situado a unos 40 kil¨®metros de la l¨ªnea de fuego. La proximidad de la galer¨ªa subterr¨¢nea al frente les obligaba a continuas paradas y vueltas al trabajo. Las alarmas se suced¨ªan cada poco tiempo en el lugar que se convirti¨® durante casi un mes y medio en su vivienda. De vuelta al aeropuerto madrile?o de Barajas, donde Gamesa dispone de oficinas, les exigieron silencio.El representante de la empresa, Iv¨¢n Feli¨², reconoci¨® ayer que se hab¨ªan producido durante ese a?o varios traslados de personas a otros pa¨ªses, aunque dijo desconocer si el destino era efectivamente Ir¨¢n.

Gamesa, que agrupa a m¨¢s media docena de firmas, encabez¨® entre 1983 y 1986 un amplio contrato de armas con Ir¨¢n en el que figuraban implicadas otras empresas espa?olas de capital p¨²blico y privado. Fue en 1986 cuando el Gobierno decidi¨® no conceder m¨¢s licencias de exportaciones de armas a pa¨ªses que, como Libia y Siria, eran utilizados como intermediarios para hacer llegar las armas a Ir¨¢n.

A ra¨ªz de esa prohibici¨®n, Gamesa incumpli¨® parte de los contratos suscritos con Ir¨¢n y no pudo entregar armas valoradas en unos 18.000 millones de pesetas. Por ello, los iran¨ªes ejecutaron varios avales y esta empresa radicada en Vitoria tuvo que pagar hace medio a?o una sanci¨®n de varios centenares de millones de pesetas. A principios de este a?o, el Gobierno levant¨® la prohibici¨®n de vender armas a Ir¨¢n e Irak.

En la actualidad, 38 trabajadores integran la plantilla de General de Montajes Electr¨®nicos, SA (Gemontesa), empresa radicada en la capital alavesa, a pesar de que su domicilio social est¨¦ en Elorrio (Vizcaya). En diciembre de 1986, Tornusa y Mecanizaciones Num¨¦ricas, SA (Mecanusa) fueron subrogadas por Gemontesa. En estas dos empresas trabajan un total de 75 empleados, seg¨²n fuentes de Gamesa, en su mayor parte eventuales.

Durante la tarde de ayer, el portavoz acreditado de Gamesa, Iv¨¢n Feli¨², declar¨® que no iniciar¨¢ acciones legales contra el abogado Ildefonso S¨¢ez Cabue?a tras descubrir el problema durante el transcurso del juicio. Sin embargo, desminti¨® que, a ra¨ªz del traslado de los empleados a Ir¨¢n, se hubiese iniciado una persecuci¨®n contra el miembro del comit¨¦ de empresa que ha venido solicitando que se cumpla la promesa de la citada firma.

Durante la jornada de ayer, no fue posible localizar a ninguno de los trabajadores afectados. Seg¨²n fuentes del comit¨¦ de empresa, varios de ellos lograron contratos estables y no desean hablar por miedo a perder el puesto, mientras el resto considera que el asunto es muy delicado y tampoco desean contarlo a los medios de comunicaci¨®n.