El distanciamiento de la ternura

La llegada de Suzanne Vega al mundo de la m¨²sica en 1985 se produjo en el momento oportuno para ocupar un lugar vac¨ªo y conectar con las necesidades de un p¨²blico ¨¢vido de sutileza, ternura y serenidad. Un p¨²blico maduro, no habituado a los conciertos en directo -la cantante norteamericana no llen¨® en Madrid ni en Barcelona- e incapaz de conectar con la m¨²sica adolescente que copa el mercado.En su presentaci¨®n en Madrid, Suzanne Vega- demostr¨® que, a pesar del ¨¦xito, no es una artista f¨¢cil. Su m¨²sica se desarrolla en un mundo propio, de dif¨ªcil acceso, que habla de soledades y sentimientos latentes. El distanciamiento y la frialdad que desprende la cantante, complica a¨²n m¨¢s el acercamiento y exige al p¨²blico un esfuerzo inhabitual para intentar comprender una propuesta musical de interesante personalidad.

Punto de inter¨¦s

En esta relaci¨®n p¨²blico-artista radica uno de los puntos de inter¨¦s de la int¨¦rprete de origen puertorrique?o. En el riesgo de sus composiciones dif¨ªciles, a excepci¨®n de su gran ¨¦xito Luka, su atractivo musical que enlaza con generaci¨®n de cantantes folk americanas de los sesenta, actualiz¨¢ndolas con un sutil acompa?amiento realizado por cuatro m¨²sicos m¨¢s preocupados por las sonoridades que por el virtuosismo. Suzanne Vega ha tenido la gran habilidad de reunir diversas sensibilidades y estilos a trav¨¦s de una voz c¨¢lida e inexpresiva y una postura en escena excesivamente fr¨ªa.A pesar de esta frialdad, Suzanne Vega agrad¨® en Madrid. Su concierto estuvo bien planificado, con canciones dif¨ªciles al comienzo seguidas de un largo bloque con el ¨²nico acompa?amiento de su guitarra, para finalizar con los temas m¨¢s conocidos de su segundo disco Solitude standig.

En directo, mantiene el ambiente de sus dos discos, no altera los arreglos y consigue un alto nivel de calidad, aunque carece de la garra y presencia sonora del trabajo en estudio. Su m¨²sica, de abundantes matices, queda en ocasiones un tanto desdibujada y falta de energ¨ªa. Su ternura en escena la permite superar estos defectos, pero a veces la monoton¨ªa planea peligrosamente sobre el concierto, especialmente en locales de audici¨®n inc¨®moda. Interpret¨® algunas de sus mejores canciones, como Gipsy o Calipso, a solas con su guitarra, perdi¨¦ndose una labor de acompa?amiento de gran finura que enriquecer¨ªa su repertorio, a?adi¨¦ndole fuerza y limando momentos que pueden lindar con el aburrimiento.

La mayor¨ªa de los asistentes super¨® el distanciamiento, acept¨® las reglas del juego y se sumergi¨® en el mundo de la cantante, que tuvo que ofrecer una larga serie de bises, en los que incluy¨® sus temas m¨¢s celebrados. Fu¨¦ la aceptaci¨®n de una propuesta compleja, fr¨ªa e imaginativa. La recuperaci¨®n de estilos sumergidos durante muchos a?os y ofrecidos hoy con una envoltura nueva y calidad en muchas composiciones. Aires antiguos lanzados con un lenguaje musical contempor¨¢neo a trav¨¦s de la ternura distanciada.