Una fuga de agua y un piquete bloquean Madrid de norte a sur

, El sufrido conductor de M¨®stoles acab¨® ayer contando pinos en la Casa de Campo, el de Alcorc¨®n quem¨® su paciencia en el laberinto callejero de Legan¨¦s, y el de Tres Cantos dio la vuelta al mundo bajo un calor de justicia. Dos tapones -un escape de agua en la carretera de Extremadura y un piquete de trabajadores de autobuses discrecionales en plena plaza de Castilla- cerraron ayer las puertas de Madrid a miles de automovilistas. La jornada marcar¨¢ un hito en el cap¨ªtulo de atascos en los accesos de Madrid: las colas de veh¨ªculos superaron los 40 kil¨®metros entre las carreteras de Extremadura y de Colmenar.

El primer tap¨®n fue madrugador. A eso de las cinco de la ma?ana, los t¨¦cnicos del Canal de Isabel II detectaron una fuerte ca¨ªda de la presi¨®n en las conducciones del sur de Madrid. Algo extra?o pasaba.Las brigadas de reparaci¨®n salieron al encuentro de la aver¨ªa, pero una avalancha incontenible de agua fren¨® su carrera. Imposible llegar en coche. As¨ª que decidieron rodear la zona, cortar durante unas horas el suministro a miles de viviendas del sur de Madrid, y aproximarse a pie hasta el mism¨ªsimo lugar de la aver¨ªa.

Tardaron casi tres horas en alcanzar el punto kilom¨¦trico 10,200, donde se hab¨ªa producido la rotura de una tuber¨ªa de 600 mil¨ªmetros que discurre en paralelo a la carretera. Ayer se desconoc¨ªa c¨®mo y por qu¨¦ se rompi¨® esta conducci¨®n, considerada de gran di¨¢metro y con capacidad para 450 litros de agua por segundo.

En cuesti¨®n de minutos, la carretera de Extremadura se convirti¨® en una balsa.

La inundaci¨®n comenz¨® en la direcci¨®n de salida de Madrid. La capa de agua alcanz¨® cerca de 80 cent¨ªmetros de altura y se top¨® con un accidente insalvable: la mediana central de hormig¨®n, que hac¨ªa las veces de presa.

Los bomberos de Madrid y de Alcorc¨®n, que estuvieron achicando agua durante largas horas, rompieron la mediana por varios puntos para evitar que el agua se siguiera empantanando.

Fuentes de los bomberos y del Canal de Isabel II criticaron tanto el sistema de drenaje de la carretera de Extremadura como la "impermeabilidad" de la mediana de separaci¨®n.

450 litros por segundo

"No hay carretera en el mundo que aguante una avalancha de agua de 450 litros por segundo", afirm¨® ayer un portavoz del Ministerio de Obras P¨²blicas y Urbanismo. "La carretera est¨¢ peraltada hacia las cunetas, como cualquier otra. Cuando se han producido lluvias torrenciales en la zona nunca han surgido problemas, pero la cantidad de agua derramada ayer desborda todas las previsiones".

Varios veh¨ªculos quedaron atrapados en la balsa con el agua hasta las ventanillas, informa Elisa Blanco. Empapados hasta la cintura, algunos conductores esperaron la llegada milagrosa de la gr¨²a para abandonar la zona. Otros optaron por dejar el veh¨ªculo en el descampado y salir zumbando a las estaciones de tren de San Jos¨¦ de Valderas y Alcorc¨®n. Los m¨¢s previsores dijeron adi¨®s al coche en las estaciones de Villaviciosa y M¨®stoles.

La desesperaci¨®n se fue apoderando poco a poco de los automovilistas, que ayer tardaron tres y cuatro veces m¨¢s de lo habitual en llegar al trabajo en la capital.

Seg¨²n la Guardia Civil, las retenciones llegaron en hora punta hasta m¨¢s all¨¢ de Navalcarnero, en el l¨ªmite de la regi¨®n. Los desv¨ªos -hacia la carretera de Toledo o hacia Villaviciosa de Od¨®n- tragaron lentamente la serpiente interminable de veh¨ªculos.

La Guardia Civil aconsej¨® incluso a los automovilistas que se desviaran por un camino de tierra para sortear la balsa de agua.

En un par de horas, las estrechas carreteras de la Casa de Campo y las calles de Legan¨¦s -que registraron un tr¨¢fico tres veces superior al habitual-, se llenaron de conductores perdidos y desesperados a la busca de un resquicio para entrar en Madrid, informa Ana Rold¨¢n. Algunos autobuses de l¨ªnea tardaron hasta cuatro horas en completar su recorrido.

La situaci¨®n empez¨® a normalizarse pasado el mediod¨ªa. A esa hora se abrieron dos carriles en la carretera de Extremadura, que estuvo cortada en total durante m¨¢s de cinco horas. Las carreteras de Toledo, de Andaluc¨ªa y de La Coru?a sufrieron inevitablemente la avalancha de autom¨®viles que escapaban como buenamente pod¨ªan del monumental atasco del sur.

La jornada fue de aut¨¦ntica pesadilla para los m¨¢s de 100.000 veh¨ªculos que entran y salen a diario de Madrid por la carretera de Extremadura.

Del sur al norte

La puerta norte de la ciudad, la plaza de Castilla, vivi¨® tambi¨¦n ayer un d¨ªa de esos que hacen historia.

Todo comenz¨® a las 7.30 de la ma?ana. Cerca de un centenar de trabajadores del servicio discrecional de autobuses, en conflicto laboral desde hace m¨¢s de dos meses, bloquearon a esa hora el tr¨¢fico en la plaza de Castilla.

Los autobuses, cruzados en plena plaza, sirvieron de tap¨®n en ambos sentidos.

Hacia el sur, la cola llegaba en su momento cr¨ªtico hasta m¨¢s all¨¢ de la plaza de San Juan de la Cruz e imped¨ªa la circulaci¨®n de los numerosos autobuses que recorren de arriba a abajo el paseo de la Caste¨ªlana.

Hacia el norte, la hilera de coches super¨® los 12 kil¨®metros y lleg¨® a las inmediaciones de Tres Cantos, en Colmenar Viejo. Hubo que desviar el flujo de veh¨ªculos hacia la vecina carretera de Burgos, a la altura de El Goloso.

El tap¨®n de la zona norte dur¨® cerca de hora y media, ante la pasividad de los agentes del Cuerpo Nacional de Polic¨ªa, que no llegaron a intervenir para dispersar la manifestaci¨®n.

La Polic¨ªa Municipal tuvo que improvisar innumerables desviaciones para despejar el colapso en las calle de Bravo Murillo y de Mateo Inurria, as¨ª como en todos los accesos a la estaci¨®n de Chamart¨ªn.