El funeral de Nagy fue un clamor por la democracia
Centenares de miles de h¨²ngaros se concentraron ayer en Budapest para rendir homenaje a las v¨ªctimas del levantamiento de 1956 y exigir la inmediata salida de las tropas sovi¨¦ticas de Hungr¨ªa y el desmantelamiento del r¨¦gimen comunista. El funeral por Imre Nagy, primer ministro que encabez¨® la resistencia contra la invasi¨®n sovi¨¦tica, y cuatro de sus colaboradores, ejecutados todos en 1958, se convirti¨® ayer, en la plaza de los H¨¦roes de la capital h¨²ngara, en una impresionante manifestaci¨®n de denuncia del sistema y demanda de democracia pluralista e independencia.
ENVIADO ESPECIAL
No hubo incidentes, y la manifestaci¨®n se disolvi¨® tras el acto con absoluta tranquilidad, pero el ¨¦xito de la oposici¨®n en su organizaci¨®n podr¨ªa intensificar las acciones en contra de la reforma de sectores inmovilistas tanto en Hungr¨ªa como en pa¨ªses vecinos.Ante numerosos miembros del Gobierno y el Estado y un representante de la Embajada de la Uni¨®n Sovi¨¦tica, l¨ªderes del levantamiento de 1956 y miembros de la oposici¨®n acusaron al r¨¦gimen de haber asesinado a algunos de los mejores hijos de la naci¨®n h¨²ngara y haber traicionado a la patria oprimi¨¦ndola por intereses extranjeros. La ceremonia fue retransmitida en directo e ¨ªntegramente por la televisi¨®n h¨²ngara.
Exigieron los oradores la salida del pa¨ªs de las tropas sovi¨¦ticas, "la mayor amenaza para el nuevo florecer de la libertad en Hungr¨ªa", seg¨²n dijo Sandor Racz, presidente del Consejo Obrero de Budapest durante el levantamiento. "No queremos venganza, sino reconciliaci¨®n. Pero ¨¦sta s¨®lo la habr¨¢ cuando tengamos un Parlamento libre emanado de unas elecciones libres", dijo Tibor Mecs, un superviviente de los campos de trabajos forzados.
A las 12.30 de ayer, toda Hungr¨ªa guard¨® un minuto de silencio mientras doblaban las campanas en todas sus iglesias y los autom¨®viles hac¨ªan sonar sus bocinas. En las escaleras de uno de los museos de la plaza de los H¨¦roes, sobre una tribuna negra, se hallaban los f¨¦retros de los cinco dirigentes, junto a un sexto vac¨ªo, s¨ªmbolo de las miles de v¨ªctimas de la represi¨®n que sigui¨® al frustrado intento de emancipaci¨®n pol¨ªtica. Frente a ella, una inmensa masa de personas se extend¨ªa por la gran plaza y las calles adyacentes. En una esquina de esta plaza se halla la Embajada yugoslava, donde Nagy se refugi¨® el 4 de noviembre de 1956 y de donde sali¨® bajo falsas promesas de la nueva c¨²pula comunista impuesta por la URSS y dirigida por Janos Kadar. Inmediatamente fue secuestrado, trasladado a Rumania, Juzgado Y ejecutado dos a?os ¨¢espu¨¦s en Budapest.
Por la tarde, Nagy Miklos Gimes, Geza Losonczy, Pal Male ter y Jozsef Szilagyi recibieron un entierro religioso con honores militares y de Estado en el cementerio central, en el que hab¨ªan permanecido enterrados durante 31 a?os en una fosa com¨²n secreta en la ya famosa parcela 301. Esta parcela es desde ayer un monumento nacional h¨²ngaro. Cerca se halla la prisi¨®n de Kozma, donde fueron ejecutados tras juicios fraudulentos los ahora inhumados. Asistieron a la ceremonia el primer ministro, Miklos Nemeth; los ministros de Estado Irrire Pozsgay y Rezs¨® Nyers, y el presidente del Parlamento h¨²ngaro, Matyas Sz¨¹r?s, as¨ª como numerosas delegaciones de la emigraci¨®n h¨²ngara y l¨ªderes extranjeros, entre ellos Bettino Craxi y Achille Occhetto jefes de los partidos socialista y comunista italianos.
Durante el funeral en la plaza de los H¨¦roes, el embajador de Espa?a, Luis de la Torre de Andr¨¦s, deposit¨® ante los f¨¦retros una corona de flores en nombre de la Comunidad Europea, acompa?ado por los embajadores de Per¨² (decano en funciones del cuerpo diplom¨¢tico), de Estados Unidos y de Yugoslavia, pa¨ªs que dio refugio en su Embajada a Nagy. Cuatro pa¨ªses estaban demostrativamente ausentes: China, Ruman¨ªa, Albania y Corea del Norte. Los organizadores lo consideraron un halago.
Ausencia de Grosz
Tambi¨¦n estaba ausente el gran derrotado de la jornada, el jefe del Partido Socialista Obrero H¨²ngaro (POSH, comunista), Karoly Grosz. ?l se neg¨® insistentemente a la rehabilitaci¨®n de Nagy, que ya es un hecho. Seg¨²n supo EL PA?S medios pol¨ªticos h¨²ngaros, el jueves se celebr¨® una reuni¨®n extraordinaria de la c¨²pula del partido dedicada exclusivamente al funeral.La reuni¨®n se celebr¨® a gritos los dirigentes decididos a asistir se levantaron ostentosamente de sus sillas, amenazaron con romper el di¨¢logo interno del partido y salir de inmediato a explicar a la opini¨®n p¨²blica lo sucedido. Grosz, totalmente congestionado, les grit¨® al final que fueran "al funeral o a donde quisieran".
Los oradores en la plaza de los H¨¦roes llamaron a todos a la unidad nacional para una transici¨®n pac¨ªfica hacia la democracia y rechazaron toda venganza y represalia contra los autores de la represi¨®n posterior a 1956. Bela Kiraly, que fue jefe del Consejo Revolucionario de Defensa Nacional y comandante de Budapest y que dirigi¨® la defensa contra los carros de combate sovi¨¦ticos invasores, desde 1956 exiliado en Estados Unidos, expuso el ejemplo de la transici¨®n espa?ola como v¨ªa para sustituir "un r¨¦gimen totalitario y una dictadura militar sangrienta por una democracia, de forma pac¨ªfica y sin derramamiento de sangre".
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