Tercer atentado que se realiza contra el mismo objetivo

Los muros de la casa cuartel de Llodio, instalada en el medio del pueblo, a unos 100 metros del ayuntamiento, han soportado en los ¨²ltimos cuatro a?os el impacto de 175 kilos de explosivos de tres clases: Goma 2, amonal y trilita, adem¨¢s de ocho granadas de carga hueca que hicieron explosi¨®n en la fachada. Se trata de tres atentados en los que no ha habido que lamentar ninguna desgracia personal y tan s¨®lo se pueden contabilizar heridas leves en algunos de los guardias.

El primero de los ataques contra el cuartel, en el que viven unas 20 familias, se produjo el 2 de mayo de 1985. Poco despu¨¦s de las 3.00 horas un coche bomba colocado en las inmediaciones de la casa cuartel con 25 kilos de Goma 2, hac¨ªa explosi¨®n, accionado por control remoto desde el domicilio de un vecino de la localidad, al que tuvieron secuestrado desde las diez de la noche.

En aquella ocasi¨®n tres hombres y una mujer atentaron contra un Land Rover que, de forma habitual, maniobraba en aquel lugar sobre las tres de la madrugada. Un fallo en el sistema de detonaci¨®n retraso el impacto, y los ocupantes del veh¨ªculo salvaron sus vidas.

El segundo de los atentados se remota al 15 de abril de 1988. En esta ocasi¨®n, el comando Araba, seg¨²n el Gobierno Civil el mismo que en 1985, formado por Manuel Uriobarrena Betanzos, Manu; Juan Oyarbide Aramburu, Txirribita; y Juan Carlos Arruti Azpitarte, Paterra, coloc¨® una furgoneta en la plaza del pueblo y lanz¨® nueve granadas de carga hueca, de las que s¨®lo ocho hicieron explosi¨®n contra la fachada del cuartel. El comando hab¨ªa robado previamente una furgoneta en la que instal¨® los tubos lanzagraanadas.

En aquella ocasi¨®n la suerte tambi¨¦n sonri¨® a los agentes. Las granadas destrozaron una de las salas privadas de un capit¨¢n. Sin embargo, estaba disfrutando de un permiso de 72 horas.