Sistema de alarma

P. M., Una de las ventajas de la integraci¨®n espa?ola en el Sistema Monetario Europeo es que ¨¦ste act¨²a como un sistema de alarma que indica cu¨¢ndo la situaci¨®n de la econom¨ªa exige una intervenci¨®n contundente por parte de las autoridades econ¨®micas. Los Gobiernos no pueden dar la espalda a las tensiones sobre los tipos de cambio por el elevado coste que supone la intervenci¨®n para mantenerlo en la banda pactada en contra de la opini¨®n y la marcha del mercado.

Las exigencias sobre la pol¨ªtica econ¨®mica no var¨ªan con la incorporaci¨®n al SME pero s¨ª la necesidad de no dilatar en el tiempo la toma de las medidas necesarias, coment¨® ayer el Secretario de Estado de Econom¨ªa, Pedro P¨¦rez. Antes de la incorporaci¨®n, el Gobierno pod¨ªa esperar, cuando se produc¨ªa una situaci¨®n de recalentamiento econ¨®mico, hasta un buen momento pol¨ªtico. Esa espera es ahora mucho m¨¢s dif¨ªcil.

A la exigencia de prontitud a la hora de reconducir la marcha de las variables macroecon¨®micas se une la menor libertad de la pol¨ªtica monetaria, en la que los ajustes coyunturales hab¨ªan descansado tradicionalmente. Esa menor libertad se concentra especialmente en la variabilidad de los tipos de cambio como m¨¦todo para frenar el crecimiento de la demanda.

A las cr¨ªticas a la escasa reacci¨®n del consumo y la demanda en general a variaciones en los tipos de inter¨¦s se une ahora su limitaci¨®n sobre el tipo de cambio. El crecimiento del cr¨¦dito al consumo y la fuerte expansi¨®n de la cantidad de dinero en circulaci¨®n -dos de los indicadores de la fortaleza de la demanda interna- no podr¨¢n reducirse f¨¢cilmente con meras subidas de tipos. De hacerlo, atraer¨ªan capitales for¨¢neos presionando al alza la cotizaci¨®n de la peseta. Adem¨¢s, tanto esa entrada de dinero como cualquier eventual intervenci¨®n en contra de la peseta de las autoridades monetarias se traslada autom¨¢ticamente a la cantidad de dinero en circulaci¨®n, uno de las variables que se pretend¨ªa controlar.

El reto ahora consiste en dotar de la mayor flexibilidad posible a las pol¨ªticas fiscales que ahora se encuentran bastante atadas por la ley de presupuestos.