Las empresas creen que las mujeres son d¨¦biles, inseguras, hist¨¦ricas y no desean ascender

En las empresas perviven una serie de estereotipos -"la mujer es d¨¦bil, superficial, insegura, asistem¨¢tica e hist¨¦rica", "le falta car¨¢cter y agresividad", "no tiene deseos de ascender", "le falta responsabilidad y capacidad de riesgo"- que impiden la promoci¨®n de las mujeres, seg¨²n un informe de la Comisi¨®n de Acci¨®n Positiva en la Empresa sobre las jornadas sobre Estrategia de Carrera para Mujeres Directivas.

El an¨¢lisis de las experiencias aportadas por las 75 mujeres directivas que participaron en esas jornadas, organizadas por el Instituto de la Mujer, le hizo comentar a Matilde Fern¨¢ndez, ministra de Asuntos Sociales: "Se?oras, nos est¨¢n planteando que hay que ser superwoman". Seg¨²n ese informe consigue ascender en el trabajo la mujer que se muestra como "una luchadora tenaz, gran trabajadora, que tiene disponibilidad y perseverancia en el trabajo y es flexible". Adem¨¢s ha de comportarse "en la medida de lo posible, de modo similar a los hombres", y no debe "hacer hincapi¨¦ en el hecho de ser mujer, en las entrevistas o en la relaci¨®n con los compa?eros".En la empresa tambi¨¦n est¨¢ muy extendida la idea de que "si una mujer es guapa, ser¨¢ necesariamente tonta", que si "est¨¢ casada, tendr¨¢ problemas para su dedicaci¨®n laboral", y "si es mayor y est¨¢ soltera, estar¨¢ frustrada y tampoco ser¨¢ capaz de realizar un buen trabajo". "Hay otros estereotipos . Por ejemplo, cuando una mujer se comporta de una determinada manera, ese comportamiento se hace extensible a todas las dem¨¢s mujeres. Con los hombres no pasa eso; si uno de ellos es incompetente, no se considera que todos los dem¨¢s tambi¨¦n lo son", dice Matilde V¨¢zquez, subdirectora del Instituto de la Mujer.

Para solucionar esta situaci¨®n, "las mujeres tendr¨ªamos que incorporar cambios en la cultura de la empresa, pero ¨¦se es un tema que no se ha tratado en las jornadas. Primero tendr¨ªamos que preguntarnos si est¨¢n las empresas espa?olas dispuestas a cambiar su cultura cuando la mayor¨ªa de ellas ni siquiera se ha planteado el tema de la formaci¨®n de sus empleados. Creo que falta mucho tiempo para que esos cambios lleguen aqu¨ª", continua Matilde V¨¢zquez.

Techo de cristal

Algunas de las asistentes mostraron sus dudas sobre la necesidad de realizar campa?as de promoci¨®n de la mujer. Seg¨²n una encuesta realizada en 1987 por el Ministerio de Trabajo s¨®lo un 6% de los puestos de responsabilidad eran desempe?ados por mujeres. Actualmente ese porcentaje ha subido al 8%."Yo creo que hay consenso respecto a la foto de la situaci¨®n: independientemente de los niveles de capacidad, hay un techo de cristal, una barrera invisible que impide el acceso de la mujer a puestos de responsabilidad", dice Carmen Mart¨ªnez Ten, directora del Instituto de la Mujer. Ese techo de cristal existe en todas las estructuras jer¨¢rquicas, y est¨¢ compuesto de varios elementos, como las responsabilidades familiares y la formaci¨®n que reciben las mujeres, educadas en un papel ajeno con la toma de decisiones.

"Uno de los factores que m¨¢s inciden es la consideraci¨®n de que la mujer tiene m¨¢s absentismo laboral que el hombre. En esa valoraci¨®n no se tiene en cuenta que la mujer es madre una vez o dos en toda su vida, y que el hombre est¨¢ sometido con mayor frecuencia que ella a un tipo de dolencias o accidentes que causan baja laboral durante per¨ªodos prolongados", dice Matilde V¨¢zquez, subdirectora del instituto. Seg¨²n una encuesta realizada por el Instituto de la Mujer, el 25,8% de hombres de m¨¢s de 41 a?os que interrumpieron su trabajo por un per¨ªodo de seis meses adujeron enfermedad. El absentismo de las mujeres por enfermedad en el mismo grupo de edad fue del 12,4%.