Un r¨¢pido y multitudinario encierro
MIKEL MUEZ, Borracho, pisoteado y herido. As¨ª ingres¨® ayer en el hospital Virgen del Camino de Pamplona uno de los contusionados del tercer encierro sanferminero corrido en domingo con astados de Pablo Romero.
Jos¨¦ Mar¨ªa Pueyo Caminos quiz¨¢ quiso correr el encierro. A lo mejor, hasta lo intent¨®, pero cuando lleg¨® al hospital en ambulancia los equipos m¨¦dicos le apreciaron contusiones abdominales y contusi¨®n en ambas rodillas producidas por un toro y un manso que pisotearon a este joven de 29 a?os. En el parte m¨¦dico facilitado por el centro sanitario hubo otro peque?o detalle, Jos¨¦ Mar¨ªa presentaba en ese momento s¨ªntomas de intoxicaci¨®n et¨ªlica aguda.
Los astados de Pablo Romero cubrieron la carrera con la mayor cantidad de corredores de cada San Ferm¨ªn, la que coincide con el Domingo de Fiestas. A pesar de ello, la manada recorri¨® el trazado con velocidad, cortando la masa humana que se remov¨ªa a escasos cent¨ªmetros de sus astas con mucho cuidado y perdonando la vida a quienes por uno y otro motivo se abandonaban al remolino de miles de kilos de carne animal trotando por el asfalto sin llegar a percatarse del peligro real.
A pesar de ello, hubo que lamentar otro herido grave. Se trat¨® de Lorenzo Calvo Hern¨¢ndez, de 40 a?os, vecino de Pamplona, que result¨® con fractura abierta de huesos propios de la nariz y contusi¨®n craneal al ser pisoteado por la manada en la cuesta de Santo Domingo, tras caer al suelo.
La excesiva cantidad de personas que est¨¢n en el recorrido del encierro provoca a?o tras a?o escenas espeluznantes. Ayer, un astado de Pablo Romero alcanz¨® a un joven extranjero en plena calle de la Estafeta, empiton¨¢ndolo a la altura de la cintura, con tan buena suerte para ¨¦ste que lo que pill¨® el morlaco fue el jersei que llevaba atado a la cintura. Y como hay fauna humana para todos los gustos, las c¨¢maras de televisi¨®n pudieron recoger ayer una vez m¨¢s la est¨²pida carrera de otro joven que corre en direcci¨®n contraria, hacia los corralillos de Santo Domingo, cuando se acaban de abrir sus puertas y los toros empiezan su carrera. Este joven porta un letrero de autoestopista en sus manos, en el que se lee la palabra "Coria", y anudada al cuello lleva, cual superman hisp¨¢nico, una gran bandera de Extremadura.
El encierro m¨¢s multitudinario llev¨® hasta los servicios de socorro a otras 48 personas aquejadas de golpes y erosiones en m¨²ltiples ca¨ªdas.
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