?Victoria!, mi general

El ej¨¦rcito vecinal de la calle del General ?lvarez de Castro ha derrotado al Ayuntamiento de Madrid cuando la batalla estaba casi perdida. La tenaz resistencia de los vecinos, que con sus movilizaciones lograron detener las obras, y un estudio que revelaba la fr¨¢gil cimentaci¨®n de algunos edificios, han provocado que el nuevo equipo de gobierno decidiera no construir el aparcamiento subterr¨¢neo. El alcalde, Agust¨ªn Rodr¨ªguez Sahag¨²n, visit¨® ayer la calle y consider¨® que ha triunfado el sentido com¨²n.

La calle ha estado seis meses patas arriba. Y todo para nada. Ahora, reparar y tapar la calle para dejarla como estaba va a costar entre 20 y 30 millones de pesetas, seg¨²n estimaciones de Enrique Villoria, concejal de Urbanismo. Y eso sin contar la indemnizaci¨®n que deber¨¢ recibir la empresa constructora por la retirada de la concesi¨®n. Villoria acompa?¨® ayer al alcalde en la visita que ¨¦ste realiz¨® a la citada calle para recoger el agradecimiento de los vecinos. Y en verdad que est¨¢n agradecidos. "Como no iba a estarlo si desde que destrozaron la calle no me atrevo a cruzarla por temor a caerme". Virginia Garc¨ªa, bastante entrada en a?os muestra su bast¨®n para subrayar sus afirmaciones. "Eso no es nada, porque en los comercios de la zona las ventas han bajado entre un 50% y un 60% No pasa gente y las tres l¨ªneas de atobuses que atravesaban la calle han sido desviadas. No hay negocio", dice el propietario de una tienda de reparaci¨®n de calzado, y lo rubrica la encargada de la administraci¨®n de loter¨ªas n¨²mero 159.

Seis meses de lucha

Este parece ser el final de una historia que comenz¨® hace ahora seis meses. Corr¨ªa el mes de febrero y la empresa Aiser iniciaba las obras del aparcamiento. Los vecinos tardaron poco en reaccionar, pero en ese tiempo la calle ya estaba patas arriba. El proyecto contemplaba la desaparici¨®n de una de las cuatro filas de acacias. "Que la dejen como estaba", fue el grito de guerra que moviliz¨® a los vecinos que se tiraron a la calle para manifestarse. En marzo, el Ayuntamiento paralizaba las obras. Eugenino Morales, concejal socialista de Circulaci¨®n ordenaba la realizaci¨®n de un nuevo estudio geot¨¦cnico y otro sobre la cimentaci¨®n de los edificios. Los estudios de cimentaci¨®n han revelado que algunos edificios podr¨ªan verse seriamente perjudicados en el caso de que el aparcamiento se llevara adelante. Por si fuera poco, el terreno es bastante d¨¦bil y por las proximidades pasan algunos arroyos subterr¨¢neos. En vista de ello, el Ayuntamiento decidi¨® en su ¨²ltimo pleno reponer la calle y dejarla como estaba.

"En cualquier caso hemos vencido los vecinos, porque en un 95% la victoria ha sido nuestra", dice Carlos de la Guardia, un vecino de la calle que fue gerente de Urbanismo a principios de los a?os ochenta. Para Rodr¨ªguez Sahag¨²n, ha triunfado la cordura y el sentido com¨²n "porque no hay que correr riesgos in¨²tiles". "No obstante", contin¨²a el alcalde, "nosotros estuvimos en contra del proyecto desde el principio". Al equipo socialista, por su parte, le parece inconcebible que el alcalde visite las obras "de aparcamientos abortados".