La hora del 'Juicio final'
Controversia sobre si se devuelve o no la desnudez a las figuras de la Capilla Sixtina
Una vez concluidos los trabajos de restauraci¨®n, entre infinitas pol¨¦micas, de los frescos de Miguel ?ngel de la b¨®veda de la capilla Sixtina, se plantea el problema de si afrontar o no el ¨²ltimo gran desaf¨ªo: la restauraci¨®n del Juicio final, que ahora decidir¨¢ un comit¨¦ de expertos internacionales convocados por el Vaticano.
Pero aqu¨ª surge otro problema, que en este momento es objeto de debate dentro y fuera de los palacios apost¨®licos: si quitarles o no los taparrabos a los santos y a las santas que Danyele da Volterra, el alumno predilecto del genio Miguel Angel, pint¨® en el a?o 1594 por orden del Papa de entonces. Las desnudeces originarias del famoso lienzo de Miguel ?ngel enfurecieron a los reformistas que asistieron al concilio de Trento, quienes hab¨ªan definido El juicio final como "el triunfo de las partes m¨¢s despreciables del cuerpo humano".
Aparte el hecho de que dif¨ªcilmente el Vaticano permitir¨ªa en la actualidad una capilla Sixtina desnuda, hay algunos cr¨ªticos, como es el caso de Giulio Argan, ex alcalde de Roma, que han alertado a mantenerse atentos porque, queriendo desnudar las pinturas, podr¨ªan los restauradores encontrarse con gruesas sorpresas, ya que, seg¨²n afirman dichos cr¨ªticos, con toda probabilidad, el censor Danyele da Volterra no se limit¨® a "cubrir p¨²dicamente" las partes ¨ªntimas de los personajes masculinos y femeninos dibujados por Miguel Angel, sino que pura y simplemente "los castr¨®".
Esto quiere decir que en primer lugar "borr¨® los genitales" y despu¨¦s los "visti¨®" con los famosos taparrabos. Por su parte, Giulio Argan, ante el miedo de que su afirmaci¨®n pueda ser manipulada y aprovechada por los esp¨ªritus puritanos, ha explicado: "Yo soy inmune a este tipo de cr¨ªticas; lo que ocurre es que aquellos taparrabos en realidad tienen hoy un valor doctrinal y teol¨®gico, y fueron llevados a cabo cuando Miguel ?ngel estaba a¨²n en vida".
Estatuas desnudas
Por su parte, el, director de los museos vaticanos, Carlo Pietrangeli, probablemente porque conoce de cerca las dificultades que encontrar¨ªa dentro de aquellos muros para desnudar el Juicio final, ha afirmado: "Personalmente, dejar¨ªa las cosas tal y como est¨¢n, ya que", afirma, "aquellos velos que cubren las partes ¨ªntimas poseen un valor hist¨®rico y forman parte ya, despu¨¦s del paso de tantos siglos, del fresco mismo". Y a?ade que, por otra parte, tambi¨¦n la desnudez de las estatuas existentes dentro de la bas¨ªlica de San Pedro fueron cubiertas y "adecentadas" en el a?o 1500, "y sin embargo a nadie se le ocurrir¨ªa hoy pedir que fueran desnudadas de nuevo".
Lo cierto es que no todos est¨¢n de acuerdo, y varios diputados europeos han pedido expl¨ªcitamente al Vaticano que, en caso de que se piense restaurar el Juicio final, es necesario que las figuras del gran Miguel Angel vuelvan a la luz "en toda su pureza original", tal como hab¨ªan salido de sus pinceles, borrando definitivamente la "vergonzosa censura papal" de anta?o.
Y hay quien a este respecto recuerda hoy que fue el propio Miguel ?ngel, en El juicio final, quien coloc¨® en el fuego del infierno al ceremoniero del papa Paolo III en la figura de Minosse, por haber afirmado que sus frescos se parec¨ªan m¨¢s "a un ba?o p¨²blico que a la capilla de un pont¨ªfice".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.