Hoy no se f¨ªa

Las medidas del Banco de Espa?a limitando el crecimiento del cr¨¦dito en el segundo semestre del a?o han evaporado muchas ilusiones de clientes consumistas durante el verano. La aparici¨®n de un mayor n¨²mero de condiciones para obtener el dinero, un incremento en los tipos de inter¨¦s de dos puntos porcentuales y el retraso de cualquier respuesta a una petici¨®n por tiempo indefinido son elementos disuasorios. Bancos y cajas de ahorro parecen haber adoptado la consigna de no dar un solo cr¨¦dito m¨¢s hasta que terminen las vacaciones.

Cuando se le menciona el motivo de la visita, al empleado de la sucursal bancaria se le transforman los rasgos como si una profunda pena dominara el ambiente, esa que todo agente comercial o financiero pondr¨ªa al saber que ha perdido con antelaci¨®n, y sin desearlo, un cliente. "Hum... ?Seguro que quiere un cr¨¦dito".

"Hombre, no estar¨ªa aqu¨ª".

"?Y usted no tiene cuenta en otro banco?".

"S¨ª, pero me est¨¢n cobrando intereses demasiado altos".

"Ya. Seguro que aqu¨ª lo son a¨²n m¨¢s y adem¨¢s se da preferencia a los que tienen cuenta con una cierta antig¨¹edad".

El di¨¢logo refleja un poco la t¨®nica general de los bancos consultados. Algunos reduc¨ªan la consulta a su m¨ªnima expresi¨®n con un rotundo "olv¨ªdese".

Las temperaturas han subido, y los intereses, los intereses tambi¨¦n. Desde que a mediados de julio el patrono del clima bancario, el Banco de Espa?a, diera la orden de restingir el cr¨¦dito a particulares y empresas y frenar de esta manera la demanda, la mayor parte de la banca ha respondido afirmativamente a lo que le han ordenado.

La disuasi¨®n viene de varios frentes, todos han aumentado los intereses en 2 y 2,5 puntos. Para un cr¨¦dito de consumo de 1,5 millones de pesetas, Cajamadrid pide un 19% anual y tener una cuenta con algunos meses de movimiento. El Hispano Americano ha incrementado sus tipos al 18%. a un a?o, el 19% a tres y el 20% a cinco a?os, aunque no hacen menci¨®n de la antig¨¹edad de la cuenta corriente, dan a entender que en las juntas que otorgan los cr¨¦ditos se dar¨ªa preferencia al cliente de la casa, una manera de disuadir al posible nuevo cliente.

Banesto no pone problemas por ser la primera vez que se pide, pero reconocen un aumento en los intereses, que han pasado del 16% al 18,5%. En el Banco Bilbao Vizcaya, la disuasi¨®n es categ¨®rica, con un 21% y un plazo no superior a tres a?os. Elevan, como en el resto, las exigencias. Tambi¨¦n prefieren que sea un cliente "con a?os de cuenta corriente". El Banco Central, por su parte, elev¨® sus intereses a un 18% y, lo mismo, frenar por todos los medios las atrevidas pretensiones de un demandante de cr¨¦dito.

El Santander pide domiciliaci¨®n de la n¨®mina y que esta cuenta "demuestre un movimiento importante". Los intereses se asemejan a los del Hispano: 18% a un a?o, 19% ¨¢ tres y 20% a cinco. Para el Banco Popular los m¨¦todos disuasorios son intereses elevados, entre un 17% y un 18% y una cuenta corriente que tenga como m¨ªnimo un a?o de existencia.

El plazo de respuesta a una operaci¨®n de cr¨¦dito es poco claro, pues de la noche a la ma?ana el prestamo autom¨¢tico ha desaparecido y los tr¨¢mites han dejado de ser expeditivos. Hay lentitud tambi¨¦n en los cr¨¦ditos hipotecarios. Se han frenado solicitudes que a finales de julio contaban con un nihil obstat, y, a la hora de presentar la documentaci¨®n, el cliente recibi¨® una ducha fr¨ªa: "Las cosas han cambiado por las nuevas medidas del Banco de Espa?a, es mejor que espere hasta septiembre..." Todo indica que lo realmente disuasorio son los l¨ªmites oficiales, que levantan barreras a las pretensiones consumistas.