La incuria de Curro

La actuaci¨®n de Curro el domingo rebas¨® todas las inhibiciones a que nos tiene acostumbrados. Un capotazo, dos muletazos, y varios descabellos compendiaron la labor en su primero. Ni siquiera entr¨® a matar. No se le puso ning¨²n par de banderillas. No cabe mayor incuria profesional. ?Qu¨¦ necesidad tiene la hist¨®rica figura de Curro de que le coreen: "Esto es carnaval", o que le griten "sinverg¨¹enza" como a un ¨¢rbitro de f¨²tbol cualquiera? Al segundo se limit¨® a machetearlo. Rafael de Paula anduvo m¨¢s animoso. Tore¨® de verdad en dos medias ver¨®nicas y dos trincherazos de cartel. Su segundo, con genio y casta, le hizo pasar las duquelas. Al parecer al presidente se le par¨® el reloj y solo le di¨® dos avisos. Julio Aparicio tore¨® maravillosamente a la sabandija que le toc¨® en primer lugar. Con m¨¢s exquisitez que hondura. Al sexto, con mas presencia y dificultades, le ense?¨® a embestir, demostrando que la cabeza le funciona perfectamente.