Un cat¨®lico independiente y amante del di¨¢logo
PIOTR ADAMSKI, "Quiero ser un primer ministro de todos los polacos", dijo ayer en su discurso de investidura el nuevo primer ministro de Polo nia. La trayectoria humana y pol¨ªtica de este hombre de 62 a?os, viudo, padre de tres hijos adul tos, parece confirmar que tratar¨¢ de aglutinar a representantes de todas las corrientes pol¨ªticas cuya colaboraci¨®n es necesaria para la reconstrucci¨®n del pa¨ªs, despu¨¦s de 45 a?os de Gobiernos comunistas.
El historial pol¨ªtico de Mazowiecki se inicia en los a?os cincuenta. En aquella ¨¦poca, la agresividad del sistema comunista contra el catolicismo, la ¨²nica fuerza social y pol¨ªtica capaz de oponerse eficazmente al rodillo estalinista, provoc¨® la negativa de la mayor¨ªa de los cat¨®licos a emprender el di¨¢logo con representantes del sistema. No obstante, ya en ese per¨ªodo Mazowiecki decidi¨® sumarse a la ¨²nica corriente cat¨®lica que buscaba contacto con las autoridades comunistas. Se trataba del grupo de pol¨ªticos pr¨®ximos a Boleslaw Piasecki, fundador de la organizaci¨®n cristiana Pax.
En 1952, Mazowiecki abandon¨® las filas de Pax a ra¨ªz de un conflicto con su l¨ªder, Piasecki. En opini¨®n de Mazowiecki, Pax no hac¨ªa m¨¢s que legitimar el r¨¦gimen autoritario estalinista sin ofrecer a sus miembros la posibilidad de actuar en la esfera pol¨ªtica de acuerdo con los principios cristianos. Para realizar sus ideales de catolicismo abierto al di¨¢logo, Mazowiecki se vi¨® obligado a esperar el deshielo pol¨ªtico que empez¨® en Polonia en 1956.
En 1957, Mazowiecki fue uno de los intelectuales que fundaron el primer club de la Inteligencia Cat¨®lica. Los clubes cat¨®licos que empezaron a desarrollarse paulatinamente, y que en el momento actual forman un red que cubre, pr¨¢cticamente, toda Polonia, constituyeron un primer intento de los cat¨®licos polacos, un 95% de la poblaci¨®n, de romper el monopolio del partido comunista en la vida social y pol¨ªtica del pa¨ªs. En esa misma ¨¦poca surgi¨® la revista mensual Wiez, pr¨®xima al grupo pol¨ªtico Znak que aglutinaba a los seguidores del pensamiento personalista y reformista cat¨®lico que en Europa occidental representaba, entre otros, Teilhard de Chardin. La agrupaci¨®n Znak y la revista Wiez, de la que Mazowiecki era director, se convirtieron pronto en una plataforma de oposici¨®n ideol¨®gica y pol¨ªtica al r¨¦gimen, ¨²nica de este tipo en todo el bloque comunista.
Rebeldes en la Dieta
Znak ten¨ªa tambi¨¦n una representaci¨®n parlamentaria, con cinco esca?os asignados por las autoridades, que serv¨ªa para encubrir el car¨¢cter autoritario del poder. No obstante, los cinco diputados de Znak, entre los cuales se encontraba Tadeusz Mazowiecki, distaron mucho en su conducta parlamentaria de la obediencia que caracterizaba otras agrupaciones cat¨®licas presentes en la Dieta. Las interpelaciones de los diputados de Znak, y tambi¨¦n de Mazowiecki, destinadas a defender los derechos de los creyentes y de los reprimidos por sus convicciones pol¨ªticas, tuvieron su punto culminante en marzo de 1968, cuando Znak protest¨® en la Dieta en defensa de los estudiantes que se manifestaban en las calles de Varsovia contra la represi¨®n pol¨ªtica e intelectual del r¨¦gimen. Poco tiempo despu¨¦s Znak fue disuelto y sustituido por otra organizaci¨®n del mismo nombre, pero de otro car¨¢cter.
Mazowiecki continu¨® siendo diputado hasta 1971. Luego, su actividad pol¨ªtica se limit¨® al trabajo en la revisita Weiz, donde prosigui¨® el di¨¢logo con los representantes de otras ideolog¨ªas. Fue entonces cuando empezaron los contactos entre los, cat¨®licos y los disidentes del partido comunista, como Adam Michnik o Jacek Kuron, los opositores polacos m¨¢s famosos que ahora representan a Solidaridad en el Parlamento.
Despu¨¦s de la revuelta obrera de 1976, en 1978, el actual jefe de Gobierno fund¨®, junto con otros intelectuales, una universidad ilegal en la que se formaron muchos de los posteriores l¨ªderes de Solidaridad. El sindicato, surgido en 1980, debe su existencia tambi¨¦n al empe?o de Mazowiecki en buscar caminos de contacto y di¨¢logo con los obreros. Cuando, en agosto de 1980, empezaron las huelgas en la costa polaca, Mazowiecki se desplaz¨® a Gdarisk, donde organiz¨® una comisi¨®n de expertos cuya ayuda fue decisiva para la conclusi¨®n de los acuerdos pol¨ªticos con las autoridades.
En la primera ¨¦poca de Solidaridad, Mazowiecki dej¨® la revista Weiz para ser el director del primer semanario de oposici¨®n aparecido en un pa¨ªs socialista. Solidaridad reflejaba la apertura de Mazowiecki a todas las corrientes de la oposici¨®n. Aparte de articulistas de procedencia democristiana, la m¨¢s pr¨®xima a Mazowiecki, en Solidaridad publicaban tambi¨¦n los socialdem¨®cratas, as¨ª como representantes de otros grupos opositores de menor importancia. La revista de Mazowiecki logr¨® editarse durante 37 n¨²meros. La implantaci¨®n de la ley marcial, el 13 de diciembre de 1981, acab¨® tanto con Solidaridad como con la aventura democr¨¢tica de Polonia, y para Mazowiecki supuso un. largo internamiento que termin¨® en diciembre de 1982.
El per¨ªodo de la lucha por la relegalizaci¨®n de Solidaridad demos ¨® la fuerza ps¨ªquica de Mazowiecki, quien sufri¨®, junto a Lech Walesa, todas las humillaciones. No obstante, no abandon¨® la lucha. En mayo del pasado a?o, sal¨ªa codo a codo con Lech Walesa de los astilleros de Gdansk despu¨¦s de una huelga que termin¨® con un fracaso total de los obreros, pero que desencaden¨® un proceso pol¨ªtico que un a?o m¨¢s tarde culmin¨® con la relegalizaci¨®n del sindicato.
Al ¨¦xito de las negociaciones entre Gobierno y oposici¨®n, la primavera pasada, contribuy¨® mucho la calma y la determinaci¨®n de Mazowiecki, quien coordin¨® el trabajo de los representantes de la oposici¨®n y particip¨® en todos los contactos oficiales y secretos con el Gobierno.
El 2 de julio, el semanario Solidaridad volvi¨® a editarse, y en su primer n¨²mero tra¨ªa el art¨ªculo de su director, otra vez Tadeusz Mazowiecki, titulado La fidelidad. Parece que este t¨ªtulo define perfectamente c¨®mo es el Mazowiecki persona y pol¨ªtico.
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