Aplaud¨ªan las mujeres
Las seguidoras de Roberto Dom¨ªnguez bat¨ªan palmas con aut¨¦ntico frenes¨ª, independientemente de sus m¨¦ritos sobre la arena. Es la costumbre, extensiva a otros diestros bien parecidos, propia de la doble admiraci¨®n que despiertan: por jugarse la vida (admiraci¨®n general), y por sus atractivos masculinos (admiraci¨®n femenina).Los toros salieron en puntas y sus astifinas astas rajaban cual cuchilla de doble filo los enga?os. A Dom¨ªnguez le toc¨® el peor lote, aunque tampoco su productividad laboral alcanzara lo m¨ªnimo exigible. El salir a la plaza con casi la mitad del cotarro -el de las f¨¦minas- a favor, sabe aprovecharlo. Con el primero, que apretaba con su cabeza derrotona, Dom¨ªnguez pas¨® sus apurillos hasta que logr¨® machetearlo, lo que no convenci¨® a la mayor¨ªa de los espectadores del sexo masculino. Sin embargo eran much¨ªsimas las mujeres que le aplaud¨ªan pasionalmente. Hasta le floreaban ep¨ªtetos del estilo de: "?Guaperas!". El sobrero, manso, carifosco y de embestida s¨®rdida, oblig¨® a Dom¨ªnguez a actuar de nuevo a la defensiva.
N¨²?ez / Dom¨ªnguez, Lozano, Camino
Cinco toros de N¨²?ez Benjumea, terciados, flojos, de juego desigual; 4? sobrero de Jim¨¦nez Alarc¨®n, con trap¨ªo, manso. Roberto Dom¨ªnguez: divisi¨®n; silencio. Fernando Lozano: oreja; silencio. Rafi Camino: oreja; dos avisos y ovaci¨®n.Plaza de Colmenar Viejo, 28 de agosto. Tercera corrida de feria.
Tambi¨¦n a Rafi Camino le jalearon sus fans, mucho m¨¢s jovencitas que las de Dom¨ªnguez, como corresponde a la edad del torero. A¨²n con demasiada electricidad, el diestro consigui¨® en su primero. una extra?a mezcla de trapazos y muletazos de clase, que fueron lo mejor de la tarde: algunos naturales y redondos de post¨ªn, y par de trincherillas subyugadoras.
Tan importantes como esos destellos fueron las ganas y enrabietamiento que ayer embargaban a Camino. Hasta el punto que en el sexto m¨¢s parec¨ªa la transfiguraci¨®n de Litri, que tambi¨¦n tiene sus preclaras y animosas seguidoras. Se encun¨®, hizo el tel¨¦fono, y hasta fue arrollado al entrar a matar con la fe de un fan¨¢tico religioso.
Lozano posee menor carisma femenino, pero actu¨® con la misma verdad que Camino, aunque con inferior calidad. No obstante, a su segundo le carg¨® la suerte y no se acopl¨® con el alirado quinto, al que endilg¨® una interminable tanda de pases desgalichados.
Babelia
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