Un cisma para 2.000 vecinos
Las acusaciones del p¨¢rroco de un peque?o pueblo de Ja¨¦n contra dos monjas dividen a la poblaci¨®n
El p¨¢rroco de C¨¢rcheles, Antonio Peinado, de 35 a?os, ha logrado que los 2.000 habitantes de ese peque?o municipio de Ja¨¦n no hablen pr¨¢cticamente de otra cosa que de su homilia del pasado domingo. Peinado acus¨® ese d¨ªa a las dos ¨²nicas religiosas que viven en la localidad de defender "la teor¨ªa de la liberaci¨®n barata, de pervertir al pueblo" y de imbuir a los j¨®venes para que mantengan "relaciones prematrimoniales". El serm¨®n de Peinado ha sido calificado en el pueblo, de forma casi un¨¢nime, como "indignante", incluso en los sectores "m¨¢s reaccionarios", seg¨²n comenta el alcalde, el socialista Antonio Gonz¨¢lez Ruiz.
En una iglesia repleta de feligreses, Peinado, que se hizo cargo de la parroquia hace apenas un mes, acus¨® a las dos religiosas de la congregaci¨®n de Jes¨²s Mar¨ªa de ser la causa de que "cada vez asistan menos j¨®venes a misa". Entre sus oyentes aquel d¨ªa estaba una de las monjas: Mar¨ªa del Carmen Mil¨¢, de 71 a?os, t¨ªa de la periodista Mercedes Mil¨¢. La otra religiosa, que ese d¨ªa no pudo asistir a misa, es Mar¨ªa Antonia Drake, de 62 a?os.Tras la misa, Mar¨ªa del Carmen Mil¨¢ habl¨® con el cura, quien se retract¨® de sus palabras, aunque no quiso hacer esa rectificaci¨®n en p¨²blico como le ped¨ªa la religiosa, seg¨²n personas cercanas a ¨¦sta.
La reacci¨®n de muchos vecinos en apoyo de las monjas, residentes en C¨¢rcheles desde hace 14 a?os e ¨ªmpulsoras de la mayor¨ªa de las actividades culturales celebradas en la localidad, fue r¨¢pida. El martes unas 100 personas se concentraron pac¨ªficamente ante a la casa del p¨¢rroco para pedirle explicaciones. Al tiempo, el alcalde y tres concejales, conscientes del malestar existente, visitaron a Peinado para pedirle que se retractase, lo que el cura supedit¨® a una reuni¨®n con el obispo de Ja¨¦n.
Ante la insistencia de los manifestantes, Peinado accedi¨® a salir a la puerta, desde donde advirti¨® amenazante a los congregados: "Yo, por las buenas, puedo ser bueno, pero por las malas tambi¨¦n puedo ser malo".
Diversas opiniones
Desde ese d¨ªa, en C¨¢rcheles se suceden las m¨¢s diversas opiniones, la mayor¨ªa de apoyo a ambas religiosas, aunque "los sectores m¨¢s reaccionarios del pueblo" las califican de "rojas y progres", seg¨²n el alcalde. Los vecinos de la poblaci¨®n son reacios a exteriorizar sus opiniones al respecto, y el mutismo -o el "yo de eso no entiendo"-, es la respuesta m¨¢s com¨²n.
Si alguien se pronuncia, reclama antes que su nombre no se haga p¨²blico. "Mire usted, yo no entiendo mucho de esas cosas pero no est¨¢ bien, al menos eso dicen en el pueblo, que unas monjas apoyen que los muchachos hagan esas cosas [el amor] antes de echarse las bendiciones", afirma una mujer.
Alumnos de ambas religiosas en el colegio p¨²blico de C¨¢rche les, donde Drake y Mil¨¢ dan ela ses de lengua y franc¨¦s, desmienten que las monjas les aconsejaran nunca mantener relaciones prematrimoniales, aunque "s¨ª se tia abordado el tema, pero no desde la ¨®ptica que dice el cura".
Drake y Mil¨¢ le restan importancia a la pol¨¦mica y desmienten las acusaciones del p¨¢rroco. "Claro, claro que defendemos la teolog¨ªa de la liberac¨ª¨®n, pero no la barata, como dice ¨¦l", subraya Drake, que inmediatamente es interrumpida con amabilidad por Mil¨¢. "De verdad, nosotras no queremos decir nada. Pregunten en el pueblo, y all¨ª seguro que les dir¨¢n algo", indica Mil¨¢, sabedora quiz¨¢ de que "las apoya casi toda la gente", en palabras del alcalde.
En las paredes de la casa donde habitan las dos religiosas hay colgados varios carteles sobre Nicaragua y El Salvador, y su biblioteca est¨¢ atestada de libros de autores como el te¨®logo de la liberaci¨®n Hans K¨¹ng, una de cuyas obras le cost¨® una amonestaci¨®n del Papa. Pese a la pol¨¦mica, Mar¨ªa del Carmen Mil¨¢ y Mar¨ªa Antonia Drake continuan con su vida normal y no han dejado de asistir todos los d¨ªas a misa y comulgar.
Peinado, visiblemente nervioso, declar¨® a este peri¨®dico: "No tengo que decir nada, si quieren algo vayan al obispo. El tema se ha politizado", sentenci¨® en la sacrist¨ªa.
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