Drogas
Cada vez que la polic¨ªa aprehende un alijo de droga, la noticia sale en el telediario. Con media sonrisa de conejo, el locutor siempre nos dice la enorme cantidad de dinero que, hubiera supuesto esa sustancia distribuida en el mercado, pero nunca se refiere al n¨²mero de v¨ªctimas que habr¨ªa producido. Se trata s¨®lo de una guerra econ¨®mica. R¨ªase usted del ataque de Pearl Harbour o del desembarco en Normand¨ªa. Ahora, el enemigo llega metido en tubos de aspirina. Junto a la droga aparecen im¨¢genes de aeropuertos, lanchas, mares azules..., mientras suenan ni?os de millones que ponen,a todo el mundo los dientes largos. ?D¨®nde hay que alistarse? En esta guerra participan los pa¨ªses pobres contra los ricos, la gente desesperada por el hambre contra otra gente sedienta de placer, todos capitaneados por aventureros. Puesto que media humanidad quiere olvidar y la otra media ya no recuerda nada, ¨¦sta es una guerra que han perdido todos, excepto la mafia. Contemplad los s¨®tanos inmundos y las residencias doradas del Occidente cristiano. Cualquier adicto a la hero¨ªna tiene en el horizonte la c¨¢rcel o la sobredosis; y mientras eso llega, y en la mayor¨ªa de los casos, su enfermedad se ve relegada a los retretes de las cafeter¨ªas, a los callejones abyectos. El heroin¨®mano es un enfermo condenado a buscar con angustia cada d¨ªa, en los bajos fondos de la sociedad, una p¨®cima prohibida que se halla en manos de los rufianes. Por ese laberinto desfila un ej¨¦rcito de j¨®venes derrotados con una navaja en la mano ante la oscuridad. Para ellos, la droga liberada es un derecho y, a la vez, la ¨²nica forma de escapar de ella. En cambio, la coca¨ªna est¨¢ en los altos despachos de los ejecutivos, en la caja fuerte de los yates, en el equipaje de cualquier h¨¦roe de la modernidad. Ese polvo se imparte como un sacramento inevitable en todas las fiestas. Hoy, los magnates tienen la nariz de platino. A unos, la droga los mata, y a otros, los engorda. ?sta es una guerra econ¨®mica que no terminar¨¢ mientras sea un negocio tan redondo el tr¨¢fico de droga bajo la ley seca.
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