'Batman' y 'The abyss', cara y cruz de los ¨¦xitos prefabricados
Las grandes producciones de Hollywood buscan salidas publicitarias para acumular m¨¢s ganancias
Batman pas¨® por San Sebasti¨¢n fuera de concurso, en busca de nuevas plataformas publicitarias para acumular m¨¢s ganancias. Por el contrario, The abyss -otra superproducci¨®n de Hollywood que en Espa?a se titular¨¢ Retorno al abismo - viene humildemente a concursar, en busca de un premio que -dicen aqu¨ª, y parece evidente- necesita para neutralizar sus p¨¦rdidas. Ambas pel¨ªculas se concibieron con l¨®gica de ¨¦xitos prefabricados. La primera lo consigui¨®, pero la segunda, no. Las claves de la cara y la cruz de esta moneda -palabra que lo dice todo de este tipo de cine- pudieron intuirse en el teatro Victoria Eugenia.
Dichas claves se resumen a grandes rasgos en una sola. La pel¨ªcula Batman ofrece una novedad visual muy simple, pero distinta, in¨¦dita y con capacidad de arrastre. Probablemente se ver¨¢ y se olvidar¨¢, como casi todas las de su especie.. Pero antes ha generado una necesidad masiva de consumo inmediato en Estados Unidos y otros pa¨ªses como Gran Breta?a y Francia, por contagio, gracias al poder de los mecanismos de difusi¨®n que Hollywood tiene para extender sus mercanc¨ªas de f¨¢cil digesti¨®n, en el resto del planeta. Y lo ha hecho hasta el punto de invadir con souvenirs de la pel¨ªcula y el personaje, casi todos los pa¨ªses donde se ha exhibido.The abyss, por el contrario, no ofrece nada in¨¦dito, ni tampoco simple, por lo que su consumo no resulta tan f¨¢cil, sino que requiere alg¨²n esfuerzo en el espectador. El m¨¢s evidente es un esfuerzo de memoria, pues es una pel¨ªcula que est¨¢ inspirada en otras muchas que se entreven detr¨¢s de ella.
De manera cercana se inspira en Alien y el Tenninator, pues las tres son obra del mismo equipo de producci¨®n y efectos especiales, y la segunda es del mismo director: James Cameron. Algo m¨¢s lejos, toma prestadas ¨ªdeas e im¨¢genes de E. T y Encuentros en la tercerafase. Y, m¨¢s lejos a¨²n, de muchos y variados elementos empleados en 2001, Doctor Strangelove, Tibur¨®n y otras pel¨ªculas subacu¨¢ticas o de estudio-piscina.
Todos estos recuerdos se despiertan e interfieren continuamente en la memoria del consumidor mientras contempla The abyss, y l¨®gicamente le hacen pensar, le fatigan. Pero hay m¨¢s. James Cameron a?ade a ¨¦steotra fatiga adicional: quiere entrar en sutilezas psicoan¨¢liticas bajo el agua -por ejemplo, la utilizaci¨®n de esa simb¨®lica escafandra de buzo ed¨ªpico, llena de l¨ªquido amni¨®tico- y los millones naufragan; se mete en honduras submarinas y, por exceso de lastre, no consigue salir a flote. El pecado comercial de James Cameron en este caso es haber realizado -aunque de manera parasitaria- mejor cine del que ten¨ªa que hacer.
Junto a estas incursiones en la fantas¨ªa y la ficci¨®n cient¨ªfica, la secci¨®n oficial de esta edici¨®n del Festival de San Sebasti¨¢n exhibe otras cosas muy diferentes, tanto por su estilo y argumento como por sus calidades, en general bastante escasas hasta ahora.
Viejo estilo
Homer and Eddie es una nueva pel¨ªcula norteamericana del ruso Adrei Konchalovski, que sigue sin encontrar en Estados Unidos la inspiraci¨®n que le hizo dirigir en Rusia las excelentes Tio Vania y Siberiada. Su pel¨ªcula es divertida, entre alegre y tristona, brillantemente hilvanada en el viejo estilo del cine itinerante, pero que crea insatisfacci¨®n en el espectador, pues sabe a algo ya sabido, a poca cosa, como si su buen itinerario se quedara a medio camino, algo indefinido y sin llegar a la plenitud de un final convincente.La pel¨ªcula sovi¨¦tica Lady Macbeth de Mitsenz, dirigida por Roman Balain e inspirada en un relato rom¨¢ntico ruso, es una historia de amor y de crimen, superflua y preciosista, que quiere ser cruel y resulta blanda, muy aburrida y compuesta con un estilo contradictorio, ya que envuelve con bonitos colores buc¨®licos a una historia muy violenta y de corte muy negro.
M¨¢s inter¨¦s, al menos argumental, tiene la polaca El c¨®nsul, escrita y diriga por Miroslaw Bork. Narra las peripecias de un p¨ªcaro esta.fador, una especie de liante sin escr¨²pulos que se aprovecha de la corrupci¨®n reinante en Polonia para sobrevivir all¨ª mediante complicadas artima?as, que revelan la podredumbre existente en todas las escalas del poder en este pa¨ªs. Y lo narra como hay que hacerlo, en tono de comedia agria, pero sin suficiente gracia, sin lograr ni un solo golpe de risa, lo que neutraliza en la pantalla la fuerza corrosiva que tiene sobre el papel el argumento.
Seguimos, por tanto, hasta el momento, sin ver gran cine en el festival de San Sebasti¨¢n, con excepci¨®n de algunos rasgos vivos de la pel¨ªcula de Konchalovsk?, algunas im¨¢genes inquietantes de The abyss y los grandes aciertos parciales -que conviven mal con el pleno desacierto del gu¨ª¨®n- de la pel¨ªcula de Vicente Aranda Si te dicen que ca¨ª, basada en la novela de Mars¨¦.
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