El IRA asesta su mayor golpe al Ej¨¦rcito brit¨¢nico
El Ej¨¦rcito Republicano Irland¨¦s (IRA) asest¨® ayer al Ej¨¦rcito brit¨¢nico uno de sus golpes m¨¢s mort¨ªferos al hacer estallar una bomba en un cuartel y provocar la muerte a nueve soldados y un civil. Otras 22 personas resultaron heridas y dos soldados segu¨ªan anoche sin aparecer. La explosi¨®n se produjo a primera hora de la ma?ana en una dependencia de asueto en el acuartelamiento que los Royal Marines tienen en Deal (sureste de Inglaterra), cuya vigilancia estaba encomendada a una compa?¨ªa privada. La finalidad del ¨¢rea donde se produjo el atentado era la ense?anza de m¨²sica a reclutas.
El edificio de dos plantas en el que estall¨® la bomba, poco antes de las 8.30, acog¨ªa oficinas, servicios y zonas de recreo del cuartel. El inmueble qued¨® convertido en una monta?a de escombros, bajo la que perecieron la mayor¨ªa de las v¨ªctimas. A otros les cost¨® la vida la onda expansiva, que afect¨® tambi¨¦n con gravedad a edificios de las calles vecinas. Es posible que entre los heridos se encuentren civiles que trabajaban en el cuartel. El ruido de la explosi¨®n lleg¨® a o¨ªrse casi a cuatro kil¨®metros.
"Thatcher visit¨® la Irlanda ocupada con un mensaje de guerra cuando queremos paz", dec¨ªa el comunicado por el que el IRA se atribu¨ªa la acci¨®n, en referencia a la visita que la semana pasada realiz¨® la primera ministra a la provincia. "Ahora nosotros hemos visitado a los royal marines". Por ir¨®nica casualidad, una banda de los Royal Marines se encontraba ayer en Irlanda del Norte. Los reclutas que estudian m¨²sica en ese centro pasan luego a integrar la banda de los Royal Marines.
Bomberos y ambulancias, cuyas dotaciones suspendieron la huelga de horas extras que mantienen en reclamaci¨®n de mejoras salariales, iniciaron de inmediato las tareas de rescate, para las que lleg¨® a sol¨ªcitarse el concurso de una gr¨²a de las que trabajan en las obras del eurot¨²nel. Deal, una peque?a localidad costera, est¨¢ a un tiro de piedra del este de Dover.
Total retajo
La vida en torno al cuartel era de total relajo. Los vecinos -muchos de los cuales se despertaron sobrecogidos por el ruido de la explosi¨®n o fueron golpeados por objetos desprendidos de las paredes y hasta por plafones de techos- dec¨ªan que era normal o¨ªr grandes voces en el acuartelamiento, donde unos 250 soldados, con edades comprendidas entre los 16 y los 20 a?os, recib¨ªan adiestramiento militar y musical. Por la noche no era raro ver a personas vestidas de civil saltar la tapia del recinto, que s¨®lo ten¨ªa centinelas en la puerta principal.
Desde la reina hasta el ministro de Defensa, Tom King, que hasta la remodelaci¨®n gubernamental de julio ocupaba la cartera de Irlanda del Norte, pasando por la primera ministra o el arzobispo de Canterbury, no han dejado de o¨ªrse voces de dolor, pesar y condena por el atentado.
Danny Morrison, destacado miembro del Sinn Fein, el brazo pol¨ªtico del IRA, dijo que lo ocurrido era una tragedia de las que pueden evitarse con el di¨¢logo. Pero son antiguos militares asociados a la escuela de m¨²sica quienes han puesto el dedo en la llaga y denunciado el que, en tiempos en que el IRA ha dado pruebas de su determinaci¨®n de causar el m¨¢ximo da?o, el acuartelamiento de Deal dependiera para su protecci¨®n de Reliance (Confianza), una de las cuatro grandes compa?¨ªas privadas de seguridad brit¨¢nicas.
"La gente sent¨ªa que hab¨ªa pruebas de sobra de que las bandas est¨¢n tan en primera l¨ªnea de fuego como los dem¨¢s", dijo un antiguo miembro de la unidad destinada en Deal. "Lo que ocurri¨® en Regent's Park lo demostr¨®. Y todos sabemos que el IRA apunta a objetivos blandos. Muchos pensamos que delegar la vigilancia en una compa?¨ªa privada de seguridad es una locura. Es una invitaci¨®n al IRA", a?adi¨®.
Por esta v¨ªa, el Gobierno va a recibir una buena dosis de ataques, al demostrarse, por en¨¦sima vez, que las palabras de condena que suceden a cada ataque victorioso del IRA no se corresponden con una actuaci¨®n consecuente, si es que tal es posible ante un enemigo tan taimado y flexible como el IRA. Este atentado parece marcar la reanudaci¨®n de la campa?a contra objetivos militares en Gran Breta?a, que quedara suspendida en febrero con la efectiva repulsi¨®n por un centinela del comando que planeaba hacer estallar dos bombas en un cuartel de paracaidistas en Terrihill, cerca de Gales, mientras los soldados dorm¨ªan.
De ser as¨ª, la de ayer result¨® su primera acci¨®n con ¨¦xito en la isla desde el ataque de agosto del a?o pasado que provoc¨® un muerto y nueve heridos en un cuartel del norte de Londres. Hay que retrotraerse al congreso conservador de Br¨ªghton en 1984, cuando el IRA quiso asesinar a Thatcher, para encontrar la anterior acci¨®n con muertos en Gran Breta?a.
Otros comandos han demostrado su efectividad en Holanda y la Rep¨²blica Federal de Alemania, donde traen en jaque al Ej¨¦rcito brit¨¢nico y a primeros de mes cobraron su ¨²ltiina v¨ªctima, la mujer de un sargento. Atentados como el de Deal son muy importantes para la estrategia del IRA, pues llevan hasta las mismas puertas de los ingleses un conflicto al que los brit¨¢nicos no irlandeses prestan poca atenci¨®n.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.