Shevardnadze y Baker dan v¨ªa libre al desarme nuclear

La disposici¨®n expresada por Mosc¨² a firmar un acuerdo sobre limitaci¨®n de armas (START) sin que est¨¦ ligado al controvertido tema de la guerra de las galaxias es el logro m¨¢s importante de las conversaciones mantenidas el fin de semana entre el ministro de Asuntos Exteriores sovi¨¦tico, Edvard Shevardnaze y el secretario de Estado norteamericano, James Baker, pues desbloquea unas negociaciones sobre desarme estancadas desde hace m¨¢s de dos a?os.

Las resultados de las conversaciones, en materia de acuerdos tangibles, han sido m¨¢s bien modestos. Las dos partes han acordado intercambiar informaci¨®n sobre sus arsenales de armas qu¨ªmicas y sobre maniobras militares y tambi¨¦n se han puesto de acuerdo en los principios que deben regir la verificaci¨®n de los l¨ªmites que se establezcan en el armamento estrat¨¦gico y en las pruebas nucleares subterr¨¢neas.Pero el tema estrella ha sido sin duda la decisi¨®n sovi¨¦tica de no ligar en el futuro un acuerdo sobre START al desarrollo de sistemas defensivos en el espacio por parte de Estados Unidos, la Iniciativa de Defensa Estrat¨¦gica (SDI), m¨¢s conocida popularmente como guerra de las galaxias, que ha lo grado m¨¢s atenci¨®n por parte de expertos y comentaristas que el anuncio de la pr¨®xima cumbre entre los presidentes George Bush y Mijail Gorbachov en Washington el pr¨®ximo a?o.

A pesar de que la oferta sovi¨¦tica en el tema de la SDI est¨¢ muy matizada, no hay duda de que su formulaci¨®n constituye un avance importante para impulsar las conversaciones sobre armas estrat¨¦gicas y puede considerarse como una prueba de nuevo clima que preside las relaciones entre Washington y Mosc¨². "Hemos pasado de la confrontaci¨®n al di¨¢logo y del di¨¢logo a la cooperaci¨®n", dijo Baker al anunciar los acuerdos.

Shevardnadze se ha cuidado de matizar la posici¨®n sovi¨¦tica subrayando que Mosc¨² considerar¨ªa el despliegue de sistemas defensivos en el espacio como una violaci¨®n del Tratado ABM (Antiballistic Missiles) de 1972 y que, por tanto, se sigue reservando el derecho de abrogar cualquier acuerdo futuro sobre armas estrat¨¦gicas si se produjera tal despliegue. En realidad, lo que ambas superpotencias han acordado es dejar aparcado el tema de la guerra de las galaxias y seguir adelante en la negociaci¨®n START.

La posici¨®n es ventajosa para los dos Gobiernos. De una parte, Mosc¨² conoce las dificultades que tiene la Casa Blanca para conseguir que el Congreso apruebe nuevos fondos para continuar con la investigaci¨®n de las armas espaciales, as¨ª como el poco entusiasmo que el tema de la Iniciativa de Defensa Estrat¨¦gica provoca en sectores influyentes de la actual Administraci¨®n norteamericana. De otra, George Bush, que ha sido acusado por la oposici¨®n dem¨®crata de "timidez" en su planteamiento de las relaciones con la Uni¨®n Sovi¨¦tica, puede presentar la concesi¨®n sovi¨¦tica y la pr¨®xima cumbre con Gorbachov como prueba de que ha vuelto a tomar la iniciativa en las conversaciones con la URSS.

Bush, que interrumpi¨® el s¨¢bado un partido de golf en su lugar de descanso en Kennebunkport (Maine) para anunciar personalmente su pr¨®xima cumbre con Gorbachov, pronunciar¨¢ hoy lunes un discurso ante la Asamblea General de las Naciones Unidas, reunida en Nueva York desde el pasado martes, en el que se espera que realice una propuesta importante sobre armas qu¨ªmicas.

Acuerdo mundial

Baker declar¨® a los periodistas al t¨¦rmino de las conversaciones con su colega sovi¨¦tico que la propuesta de Bush sobre armas qu¨ªmicas tiene como finalidad conseguir "un acuerdo mundial" sobre este tipo de armamento. La consecuci¨®n de un acuerdo a escala mundial sobre la prohibici¨®n del armamento qu¨ªmico, bautizado con el apodo macabro de bomba at¨®mica de los pobres, ha constituido siempre una preocupaci¨®n prioritaria del presidente norteamericano. Estados Unidos se ha resistido hasta ahora a destruir sus arsenales qu¨ªmicos alegando que una cuarentena de pa¨ªses poseen este tipo de armamento y que un acuerdo sobre su eliminaci¨®n no tendr¨ªa ninguna eficacia pr¨¢ctica sin la cooperaci¨®n de todos.Baker y Shevardnadze dedicaron sus ¨²ltimas horas en Jackson Hole, en Wyeming, a visitar el majestuoso parque nacional de los Grand Tetons, bautizado por los cazadores franceses del siglo pasado con el nombre de Les Trois Tetons por sus afilados picos, que recuerdan los pechos de una mujer. En la tarde del s¨¢bado, una vez concluidas las conversaciones, los s¨¦quitos de las dos delegaciones asistieron a un picnic campestreofrecido por las autoridades locales, y ayer domingo los dos ministros, como dos socios de una multinacional, dedicaron la ma?ana a la pesca de la trucha en uno de los muchos arroyos que surcan el parque nacional.