Los 12.000 soldados de EE UU en Panam¨¢, en alerta
Washington reaccion¨® ayer con extrema cautela ante las primeras noticias sobre un posible golpe de Estado en Panam¨¢, calificado eufem¨ªsticamente por el Pent¨¢gono de "insurrecci¨®n", y se limit¨® a declarar el estado de alerta Delta, que impide el movimiento de los 12.000 soldados norteamericanos destinados en territorio paname?o fuera de las instalaciones militares de Estados Unidos. Por la tarde, una vez conocido el fracaso de la tentativa, Washington reiter¨® que no ten¨ªa relaci¨®n ni contacto con los sublevados, pero expres¨® su inquietud por la suerte que puedan correr.
[Seg¨²n el portavoz del Departamento de Estado, el fracaso del golpe contra Noriega "no significa un rev¨¦s para la pol¨ªtica norte americana" que sigue siendo, dijo, la de "hacer presi¨®n para la salida de Noriega", informa France Press. Por su parte, el propio presidente George Bush desminti¨® las versiones sobre una posible vinculaci¨®n de Esados Unidos en la intentona. "Eso no es verdad", dijo. ].A pesar de que la agencia As sociated Press inform¨® a media ma?ana, hora de Washington, de que el hombre fuerte paname?o general Manuel Antonio Noriega, hab¨ªa sido "derrocado", fuentes del Pent¨¢gono se negaron durante el dia a confirmar la especie y se limitaron a decir que desconoc¨ªan el paradero de Noriega.
Peter Williams, portavoz del Departamento de Defensa, manifest¨® que el Pent¨¢gono ten¨ªa muy pocos datos a pesar de que el cuartel general del Comando Sur norteamericano en Panam¨¢ se encuentra a unos 600 metros de la sede de las fuerzas panamef¨ªas de defensa donde se desarrollaron los acontecimientos. Por su parte, Marlin Fitzwater, por tavoz de la Casa Blanca, confir m¨® que varios helic¨®pteros nor teamericanos hab¨ªan sobrevola do la zona "para observar" lo que ocurr¨ªa. Fitzwater declar¨® que el presidente George Bush hab¨ªa sido informado inmediata mente de lo ocurrido en Panam¨¢ por el asesor de seguridad nacional, general Brent Scowcroft.
Disparos de mortero
Seg¨²n la versi¨®n norteamericana de los acontecimientos, a las ocho de la ma?ana, hora local panamena, se empezaron a oir disparos de fusil y de mortero en el cuartel general de las fuerzas paname?as de defensa. "Parece que se trata de una insurrecci¨®n y de un asunto interno paname?o", declar¨® Williams, que a?adi¨® que el Pent¨¢gono hab¨ªa ordenado la puesta en vigor de la alerta Delta, que confina al personal militar dentro del per¨ªmetro de las bases estadounidenses en Panam¨¢. Estados Unidos mantiene una fuerza permanente de 10.000 soldados en el pa¨ªs centroamericano, reforzados por otros 2.000 que Bush envi¨® el pasado mayo para presionar a Noriega.
Washington lleva intentando por todos los medios la salida de Panam¨¢ de su antiguo aliado Noriega desde los tiempos de la Administraci¨®n de Reagan. En este sentido, la pol¨ªtica no ha cambiado durante la presidencia de George Bush, que ha pedido en repetidas ocasiones el abandono del poder por parte del general paname?o y ha apelado a las fuerzas de defensa paname?as a "cumplir con la Constituci¨®n" una forma diplom¨¢tica de pedir su derrocamiento por la fuerza.
En este sentido, Washington ha utilizado toda clase de presio nes para conseguir lo que considera premisa inexcusable para normalizar relaciones con Panam¨¢. "La situaci¨®n no ha variado", declar¨® ayer el portavoz del Departamento de Estado, Ri chard Boucher. "Noriega tiene que abandonar el poder y abandonar Panam¨¢", manifest¨® Boucher. Como consecuencia de la anulaci¨®n de las elecciones en Panam¨¢ por Noriega el pasado mayo, Bush envi¨® 2.000 soldados de combate al pa¨ªs centroameri cano oficialmente "para proteger la vida y los intereses norteame ricanos" al tiempo que ordenaba la retirada del embajador estado unidense, Arthur Davis, y la con gelaci¨®n de los fondos del Go bierno paname?o en EE UU. El pasado 31 de agosto, Washing ton cort¨® todo tipo de relaciones diplom¨¢ticas "con el r¨¦gimen de Noriega" y se neg¨® a reconocer al nuevo presidente provisional, Francisco Rodr¨ªguez.
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