Washington discrepa de las opiniones de Felipe Gonz¨¢lez sobre Centroam¨¦rica

El presidente del Gobierno espa?ol, Felipe Gonz¨¢lez, manifest¨® ayer, al t¨¦rmino de una visita de menos de 48 horas a Washington, que "afortunadamente no se produjo una intervenci¨®n norteamericana" en apoyo del intento de golpe en Panam¨¢ el pasado d¨ªa 3. "Me felicito", dijo Gonz¨¢lez, "de que no se produjera una implicaci¨®n [de Estados Unidos] porque las intervenciones nunca son deseables".

Gonz¨¢lez, que se entrevist¨® el jueves dos veces con el presidente George Bush y desayun¨® ayer con el vicepresidente Dan Quayle antes de emprender viaje de regreso a Madrid, se neg¨® a revelar la reacci¨®n de Bush ante su propuesta para solucionar la crisis paname?a. "No quiero ser portavoz de la Casa Blanca," dijo Gonz¨¢lez.La propuesta de Gonz¨¢lez, aireada primero en varias entrevistas con la Prensa norteamericana y expuesta a Bush en el transcurso de una cena privada en la Casa Blanca la noche del jueves, es diametralmente opuesta al punto de vista de Washington con relaci¨®n a Panam¨¢.

Gonz¨¢lez propone un acuerdo Gobierno-oposici¨®n para elegir un presidente democr¨¢tico con capacidad para nombrar un nueve, jefe militar en sustituci¨®n del actual hombre fuerte, el general Manuel Antonio Noriega. Washington, por su parte, condiciona la celebraci¨®n de las elecciones a la salida de Noriega y su entrega a Estados Unidos para responder de dos procesos relacionados con el tr¨¢fico de droga.

El presidente del Gobierno espa?ol no ha explicado c¨®mo se puede conseguir la neutralidad de Noriega y de las fuerzas de defensa paname?as en un proceso electoral que suponga la eliminaci¨®n pol¨ªtica del actual hombre-fuerte. Gonz¨¢lez puso de manifiesto que lo que ¨¦l propone es "una soluci¨®n paname?a a los problemas paname?os, ya que ser¨ªa absurdo pensar que dos responsables de gobierno [como ¨¦l y Bush puedan discutir sobre c¨®mo arreglar los problemas de un tercer pa¨ªs".

"Elay que distinguir el problema pol¨ªtico de Panam¨¢ de cualquier situaci¨®n personal," a?adi¨® Gonz¨¢lez, para quien Noriega sigue ocupando el poder "en contra de la voluntad popular".

Nicaragua

Nicaragua fue otro asunto en el que Gonz¨¢lez admiti¨® la existencia de discrepancias con la Administraci¨®n Bush, que no comparte el entusiasmo del primer ministro espa?ol sobre las intenciones finales del Gobierno sandinista. "Panam¨¢ y Nicaragua son dos ejemplos donde los an¨¢lisis de Estados Unidos no son coincidentes con los de Espa?a," dijo Gonz¨¢lez. "El Gobierno de Nicaragua", a?adi¨®, "ha apostado por la democratizaci¨®n en respuesta a los problemas sociales, pol¨ªticos y econ¨®micos del pa¨ªs y en estos momentos se dan las condiciones para conseguir que esa democratizaci¨®n sea irreversible".Esa confianza en las intenciones de los sandinistas no es compartida en absoluto por la Administraci¨®n Bush, que juega abiertarnente la carta de la oposici¨®n encalbezada por Violeta Chamorro, a cuya campa?a acaba de contribuir el Senado con cinco millones de d¨®lares.

El secretario de Estado estadounidense, James Baker, acaba de denunciar al secretario general de Naciones Unidas, Javier P¨¦rez de Cu¨¦llar, la persecuci¨®n que, seg¨²n ¨¦l, son objeto los integrantes de la contra que regresan a Nicaragua, as¨ª como la existencia de un total de 1.700 presos pol¨ªticos en las c¨¢rceles nicarag¨¹enses.

La evaluaci¨®n final del estado de las relaciones hispano-norteamericanas fue resumida por el presidente del Gobierno espa?ol en una s¨®lo palabra: confianza. "Una confianza", dijo Felipe Gonz¨¢lez, "que se nota incluso donde no hay coincidencia de an¨¢lisis".