Ericsson se reestructura para adaptarse al final del monopolio de Telef¨®nica

LM Ericsson, uno de los proveedores tradicionales de la Compa?¨ªa Telef¨®nica, reorganizar¨¢ su estructura empresarial en Espa?a con la creaci¨®n de u?a compa?¨ªa holding y la segregaci¨®n, en distintas sociedades, de algunas de sus ¨¢reas de negocio. La operaci¨®n apunta a facilitar la adaptaci¨®n de la principal subsidiaria espa?ola de Ericsson, Intelsa, a la gradual ruptura del monopolio de su principal cliente, la Compa?¨ªa Telef¨®nica.

No han trascendido los t¨¦rminos econ¨®micos de la operaci¨®n ni su incidencia en la estructura laboral de la compa?¨ªa, que emplea a 3.500 personas.Intelsa es, junto a Alcatel-Standard El¨¦ctrica y a la reci¨¦n llegada AT&T-Network Systems, uno de los proveedores de equipos de conmutaci¨®n, transmisi¨®n y radio de Telef¨®nica, un mercado en el que la empresa semip¨²blica invertir¨¢ este a?o m¨¢s de 200.000 millones de pesetas. La sociedad ha previsto instalar este a?o 1,2 millones de l¨ªneas y tiene una cuota de mercado del 44% en el negocio de telefon¨ªa p¨²blica, de acuerdo con sus propias estimaciones.

Esta actividad, el verdadero coraz¨®n del negocio de Ericsson en nuestro pa¨ªs, registra un ritmo de crecimiento explosivo en la actualidad, ante la demanda de l¨ªneas de Telef¨®nica. El grupo sueco factur¨® en Espa?a 40.000 millones de pesetas en 1988; y piensa cerrar este a?o con unas ventas pr¨®ximas a los 70.000 millones.

Frente a la bonanza por la que atraviesa la demanda en telefon¨ªa p¨²blica, la industria del sector han de hacer frente a la ruptura del monopolio en algunas ¨¢reas de negocio, entre las que figura la de terminales. Estas compa?¨ªas, qu¨¦ suministran ahora grandes pedidos de aparatos a Telef¨®nica, habr¨¢n de vender directamente a los usuarios una vez puesta en marcha la desmonopolizaci¨®n de la Ley de Ordenaci¨®n de las Telecomunicaciones.

La reestructuraci¨®n del grupo industrial de LM Ericsson en Espa?a -similar a una iniciativa puesta en marcha hace unos meses por Alcatel-Standard El¨¦ctrica- "apunta a segregar las actividades de distintos mercados para fortalecer la estructura de todo el grupo y flexibilizar la actividad de cada una de sus sociedades".

Telefon¨ªa privada

Todas las actividades de LM Ericsson en Espa?a pasar¨¢n a estar controladas por Ericsson SA, filial al 100% de la multinacional sueca y constituida corno tenedora de acciones de las empresas del grupo.La principal subsidiaria de Ericsson SA, Intelsa, centrar¨¢ fundamentalmente las actividades del grupo en el negocio dependiente de la Compa?¨ªa Telef¨®nica, trasvasando algunas de sus actividades de telefon¨ªa privada.

Sistemas Avanzados de Telecomunicaciones (Satesa) hereda una serie de activos segregados de Intelsa y dirigidos a los mercados de telecomunicaciones privadas. Adicionalmente, Satesa comercializar¨¢ una serie de equipos sofisticados para el Ministerio de Defensa y de otros clientes institucionales. Telecomunicaciones M¨®viles (Temsa), por su parte, continuar¨¢ centrada en la distribuci¨®n y venta de aparatos para coches, un mercado ya liberalizado.

Otra de las filiales del holding Ericsson, SA, Redes de Ingenier¨ªa y Construcci¨®n (Redinco), se constituye a su vez como cabecera de las actividades del grupo en el tendido de infraestructuras. De esta sociedad depender¨¢ la empresa productora de cables de fibra ¨®ptica Fibroco y su planta de Santa Perpetua de Mogoda (Barcelona), as¨ª como la futura factor¨ªa de Sabadell. Adicionalmente, Redinco controlar¨¢ la mayor¨ªa del capital de Ingenier¨ªa de Telecomunicaciones e Instalaciones (Itisa), dedicada a la instalaci¨®n de redes y participada al 48% por la suiza Cables Carailloz.

No han trascendido los detalles financieros de la operaci¨®n de reestructuraci¨®n del grupo Ericsson, si bien se trata de un trasvase de activos entre sociedades controladas por el accionista sueco, de las que se derivar¨¢n una serie de beneficios fiscales para el nuevo holding espa?ol. Tampoco se conoce el impacto de la reordenaci¨®n desde el punto de vista laboral. Ericsson, que emplea en Espa?a a 3.500 personas, fundamentalmente a trav¨¦s de Inteisa, ha vivido hace unos d¨ªas distintas tensiones laborales, con el reciente encierro de un grupo de trabajadores.