La subasta de los siglos

La que probablemente puede considerarse como la nueva subasta del siglo dio comienzo ayer a las siete de la tarde (una de esta madrugada, hora peninsular). En la gran sala de la casa Sotheby's, de Manh¨¢ttan, abarrotada por m¨¢s de 2.000 personas, sal¨ªa a la venta una extraordinaria colecci¨®n de pintura impresionista y moderna y de escultura contempor¨¢nea. Se trataba de una de las dos grandes subastas anuales de Sotheby's, y, seg¨²n los expertos, el monto total de las ventas podr¨ªa sobrepasar los 23.200 millones de pesetas. La estrella: el cuadro Au lapin agile, de Picasso, con un precio de salida oficioso de 5.604 millones de pesetas.

Pintado en 1905 en la taberna parisina del mismo nombre, Au lapin agile es considerado como una de las obras m¨¢s significativas del pintor en el momento en que su per¨ªodo azul empieza a diluirse en la ¨¦poca rosa. Picasso expresa con enorme viveza y desgarro su fascinaci¨®n por el mundo del circo y la far¨¢ndula, su obsesi¨®n con la desesperanza y el hambre -magistralmente retratados en la cara del Arlequ¨ªn, un probable autorretrato- y su furia con la figura de Germaine, la modelo cuya frivolidad e indiferencia provocaron el suicidio p¨²blico de uno de sus grandes amigos, Carlos Casagemas.Fue Nonell quien, al llegar a Par¨ªs en 1900, present¨® a Picasso y a Casagemas las tres modelos con las que iban a estar ligados unos y otros durante algunos meses. Casagemas se suicid¨® en un restaurante parisino en el transcurso de una cena; dispar¨® primero a Germaine, que no muri¨®, y luego se levant¨® la tapa de los sesos. Durante varios a?os el cuadro estuvo colgado en el restaurante del tercer personaje que aparece en ¨¦l, Fr¨¦d¨¦.

Au lapin agile se deb¨ªa subastar de madrugada, hora espa?ola, fuera del alcance de esta edici¨®n, en el lote n¨²mero 31, despu¨¦s del Gauguin y justo antes del Tolousse-Lautrec. No acaban ah¨ª los lienzos de Picasso: existe un Estudio del pintor fechado en 1956 y un famoso Madre y ni?o pintado en 1921.

Nadie sab¨ªa antes de empezar la subasta si el lienzo batir¨ªa el espectacular r¨¦cord establecido hace dos a?os para la venta de una obra de arte: los 53,9 millones de d¨®lares pagados por Los lirios, de Van Gogh, por el financiero australiano Alan Bond.

"Creo que esta subasta ser¨¢ un ¨¦xito espectacular", declar¨® a EL PA?S Michael Ainslie, presidente de Sotheby's. "Hemos reunido el mejor conjunto de cuadros que jam¨¢s hayamos subastado". No son s¨®lo los Picassos, sino "el incre¨ªble Renoir, las dos j¨®venes al piano..., el Gauguin. Hay 15 ¨® 20 de los lienzos realmente grandiosos del impresionismo y posimpresionismo".

Se da la circunstancia de que Au lapin agile era propiedad hasta anoche de los herederos de Joan Whitney Payson, hermana de John Hay Whitney, due?o de Los lirios hasta que fue adquirido por Bond. El producto de la venta de la obra maestra de Picasso ser¨¢ destinado a financiar una fundaci¨®n de investigaci¨®n m¨¦dica en Nueva York.

Nadie en Sotheby's quer¨ªa aventurar una cifra ni qui¨¦n ser¨ªa finalmente el comprador del cuadro. Pocos dudaban, sin embargo, que el adquirente acabar¨ªa siendo alg¨²n millonario japon¨¦s. Otros cuadros comprados por japoneses en estas subastas han acabado en sus peque?as colecciones particulares o en museos que instalan en grandes almacenes de Tokio.

Pero lo que hace verdaderamente extraordinaria la subasta es el conjunto de las 74 obras de arte puestas a la venta (las 20 primeras, procedentes de una sola colecci¨®n, la del financiero norteamericano Kauffmann). Constituyen un peque?o museo del que el p¨²blico neoyorquino ha disfrutado por millares -s¨®lo el domingo pasado 10.000 personas visitaron la exposici¨®n- durante los cinco d¨ªas en que ha estado expuesto y que para s¨ª querr¨ªa cualquier gran capital del mundo. Braque, Sisley, Pisarro, Juan Gris, Picasso, Mir¨®, Renoir, Degas, Mondrian, Manet, Monet, Van Gogh, Rodin, Marino Marini, Giacometti, Kokoshka, Magritte, Henry Moore...

Es cierto que Sotheby's ha editado un cat¨¢logo dedicado exclusivamente a Au lapin agile, pero el cat¨¢logo general de la subasta lleva en su portada el famoso Le miroir, pintado por Picasso en 1932, en el que aparece reclinada, en estado de l¨¢nguido reposo y con su espalda reflejada en un espejo, la figura desnuda de la entonces amante del pintor, Marie-Th¨¦r¨¨se Walter.

Es significativo que, preguntado sobre cu¨¢l ser¨ªa de todos los subastados el lienzo que le gustar¨ªa llevarse a casa, Michael Ainslie contest¨®: "Si me pide mi parecer ma?ana, creo que le dir¨¦ que Le miroir".

M¨¢s expresivo a¨²n fue un electricista que reparaba un enchufe en el suelo de la sala en la que estaba expuesta la colecci¨®n. Levant¨® la vista hacia el cuadro, lo mir¨® largamente en silencio y luego dijo: "As¨ª, acostada, parece como si aquella mujer se hubiera derretido al verse tan guapa en el espejo".

?Qu¨¦ es lo que ocurre?. "Durante un par de horas", dice Ainslie, "se re¨²ne aqu¨ª una enorme proporci¨®n de la riqueza del mundo, del poder. Se trata por tanto de un momento terriblemente dram¨¢tico. Una de las cosas que crea la magia, que hace que la atm¨®sfera sea tan excitante para los que asisten, es que tienen ocasi¨®n de comprar una obra de arte que hasta hace muy poco no estaba a su alcance, sino recluida en museos o vendida en subastas particulares. Ahora tienen la oportunidad de poseer una obra ¨²nica... de comulgar a diario con un gran artista".

[El 12 de noviembre de 1987 tuvo lugar la subasta de Los lirios de Vincent van Gogh, en la sala Sotheby's de Nueva York. Por el cuadro el multimillonario australiano Alan Bond pag¨® 53,9 millones de d¨®lares, unos 6.144 millones de pesetas. Este es el r¨¦cord absoluto de precio alcanzado en una subasta de arte hasta ahora. Los precios desde entonces se han disparado].