Escaso riesgo de fuga inmediata en el momento m¨¢s cr¨ªtico

El informe del CSN especifica que la situaci¨®n m¨¢s cr¨ªtica que se registr¨® en Vandell¨°s 1 el 19 de octubre se produjo alrededor de las 22.00 horas, cuando la presi¨®n del C02 en el interior del caj¨®n del reactor se acerc¨® peligrosamente a l¨ªmites que podr¨ªan haber averiado algunas membranas de seguridad, aunque en ning¨²n caso hubo riesgo de fuga radiactiva. Como consecuencia de las dificultades de refrigeraci¨®n, la presi¨®n alcanz¨® los 29,7 bars [unidad de presi¨®n], cuando el m¨¢ximo tolerado para el funcionamiento de las membranas es de 30,1 bars.Los t¨¦cnicos de la planta ten¨ªan previsto liberar manualmente el C02, lo que no habr¨ªa implicado la expulsi¨®n en cantidades apreciables de elementos radiactivos al exterior. El CO2 empleado para refrigerar el reactor no entra en contacto directo con las barras de combustible en el interior de la vaina que las contiene. Cualquier contaminaci¨®n que se produzca en el CO2 se realizar¨ªa a trav¨¦s de peque?as fisuras del sistema, de tal modo que al liberarse el anh¨ªdrido carb¨®nico a la atm¨®sfera, la radiactividad se diluir¨ªa hasta alcanzar concentraciones inapreciables, se?ala el CSN. Expertos consultados han explicado que en condiciones normales Vandell¨°s 1 pierde, debido a las filtraciones, dos toneladas diarias de CO2, de las 200 que circulan por el reactor.

La temperatura del anh¨ªdrido carb¨®nico aument¨® tambi¨¦n considerablemente tras el accidente, aunque siempre qued¨® por debajo de l¨ªmites peligrosos. A 1,9 salida del n¨²cleo el gas lleg¨® a alcanzar los 328 grados. Un informe t¨¦cnico paralelo elaborado por. Hifrensa, al que ha tenido acceso EL PA?S, indica: "Aun suponiendo ausencia total de alimentaci¨®n de agua al intercambiador inmediatamente despu¨¦s del disparo, la temperatura no habr¨ªa superado los 415 grados a las 25 horas del accidente". Por tanto, seg¨²n Hifrensa, el riesgo de que se produjera una importante fuga radiactiva a¨²n estaba lejos, ya que la vaina que contiene el combustible s¨®lo empieza a sufrir da?os a partir de 625 grados.

El ¨²nico vertido radiactivo ocurrido en la noche del accidente, se?ala el informe del CSN, se produjo cuando, como consecuencia de la inundaci¨®n de los s¨®tanos, los 4.000 metros c¨²bicos de agua que anegaban esta zona se mezclaron en una poceta que conten¨ªa l¨ªquido sobrante de las piscinas de almacenamiento de combustible. En la hip¨®tesis m¨¢s grave, indica el CSN, la cantidad de elementos radiactivos de este recipiente de purga son tan pocos que "no son contabilizables como vertido".

La temperatura en las piscinas tambi¨¦n se increment¨® a ra¨ªz del accidente. De los 24,5 grados en los que se encuentra habitualmente subi¨® a 27 grados, cuando el l¨ªmite m¨¢ximo admisible son 30. Por encima de 32 grados, el riesgo de corrosiones en las vainas de elementos combustibles son importantes.

El CSN destaca que las mediciones confirman que no hubo fugas radiactivas, a pesar de que alg¨²n medidor pr¨®ximo a Vandell¨°s 1 registr¨® datos inhabituales que el organismo achaca a posibles errores.