Paco Rabanne

Paco Rabanne asume sin preocupaci¨®n que el ¨¦xito de su l¨ªnea de perfumes y accesorios est¨¢ quiz¨¢ oscureciendo su imagen de creador de alta costura, de ese creador famoso por sus trajes met¨¢licos y de pl¨¢stico, algunos de ellos expuestos ya para la perpetuidad en los m¨¢s importantes museos de arte del mundo. "El dinero puede aportar la libertad", dice, tajante; "ahora tengo posibilidades que no ten¨ªa antes, estoy liberado de todos los problemas financieros y eso me permite hacer lo que de verdad quiero hacer". Paco Rabanne, ese nombre m¨ªtico de la alta costura francesa, recibi¨® el pasado mi¨¦rcoles por la tarde la Orden de Isabel la Cat¨®lica, que le impuso en Par¨ªs el embajador espa?ol Juan Dur¨¢n L¨®riga. El jueves por la ma?ana viaj¨® relampagueante a Madrid para intentar hacer patente su espa?olidad. De 55 a?os y afincado en Francia desde los tres, Paco Rabanne, que ha rechazado en innumerables ocasiones ofrecimientos de nacionalidad francesa que le han brindado las autoridades de aquel pa¨ªs, dice, en franc¨¦s: "Nac¨ª espa?ol y morir¨¦ espa?ol".

La concesi¨®n de esta medalla, que le ha llegado pocos meses despu¨¦s del t¨ªtulo de Caballero de la Legi¨®n de Honor, otorgado por el Gobierno franc¨¦s, le ha hecho recordar a su padre, un coronel que sirvi¨® a Alfonso XIII y general de la Rep¨²blica fusilado por Franco. "La he recibido en su honor, ¨¦l es el que de verdad se la merec¨ªa". S¨®lo hace dos a?os -"antes no pude"- se atrevi¨® a leer una carta manuscrita que su padre escribi¨® a su mujer y a sus dos hijos la noche anterior a su muerte, y en la que insiste en borrar todo signo de odio.

Sigue con su cl¨¢sica austera camisa de cuello Mao y explicando sus tambi¨¦n cl¨¢sicas disertaciones sobre el misticismo, el futuro y la filosof¨ªa. "No se puede hacer moda sin filosof¨ªa y sin historia", dice este hombre, que ve c¨®mo el mundo de la alta costura se va desmoronando, aunque insiste en que "mi alta costura no muere". "Yo no hago moda, sino piezas ¨²nicas".