Berl¨ªn se plantea un urbanismo sin muro
A ambos lados de la frontera surgen propuestas para recuperar la continuidad ciudadana
Los ciudadanos de Berl¨ªn comienzan ya a plantearse lo hasta ahora impensable: ?c¨®mo ser¨ªa la antigua capital alemana sin el muro de 41 kil¨®metros y 470 metros que la divide desde el 13 de agosto de 1961 y que empez¨® a resquebrajarse f¨ªsica y pol¨ªticamente el 9 de noviembre pasado? Cuarenta y cuatro a?os de divisi¨®n territorial y pol¨ªtica y 28 a?os de presencia del muro no han conseguido borrar la unidad y continuidad urbanas de Berl¨ªn, forjadas desde el siglo XVIII, tras el redise?o urbano de Schinkel, Rauch y Lenn¨¦ ordenado por Federico Guillermo III de Prusia. Ahora, no obstante, una herida recorre el paisaje urbano berlin¨¦s y comienzan a surgir propuestas para derruir el muro, conservar algunas de sus partes como monumento o transformar la antigua l¨ªnea divisoria en un cintur¨®n de parques p¨²blicos.
"Hasta este verano, cualquier urbanista que hubiera planteado la posibilidad de planificar el futuro inmediato de Berl¨ªn sin el muro hubiese sido calificado de loco visionario. No deja de ser parad¨®jico que nos hayamos pasado d¨¦cadas intentando obviar la existencia del muro en la parte occidental y que ahora, cuando comenz¨¢bamos a habituarnos al concepto de ciudad cercada, el muro ya no se plantea como una frontera a ignorar, sino como una franja de ciudad que hay que llenar o, m¨¢s a¨²n, como un accidente a partir del que es preciso reconstruir la urdimbre urbana", dice Klaus Lemmer, un j¨®ven arquitecto berlin¨¦s para quien el muro ha ejercido siempre una especial fascinaci¨®n porque naci¨® en la calle Wolliner y el muro ha sido su paisaje cotidiano desde que ten¨ªa seis a?os.La calle Wolliner, perpendicular a la calle Bernauer (a lo largo de la cual discurre el muro en el sector norte de la ciudad), es una de tantas calles berlinesas que quedan abruptamente divididas por la franja divisoria. Desde un observatorio elevado, puede verse claramente la continuidad urbana interrumpida por la l¨ªnea de muros, alambradas electrificadas, torretas de vigilancia, un camino asfaltado para las patrullas orientales y una amplia franja de tierra brillantemente iluminada que termina en otra pared, la verdadera separaci¨®n entre las dos zonas. A lo largo del lado oriental, muchas casas han sido derribadas y en las que quedan las autoridades de la RDA tapiaron hace a?os las paredes que miran a Berl¨ªn Oeste.
"Algunas zonas del muro son f¨¢ciles de desmontar, como las del sur de la ciudad en los tramos en que la frontera la marca el r¨ªo o alguno de los lagos que rodean Berl¨ªn. Basta con derruir las fortificaciones en la orilla oriental y suprimir los obst¨¢culos de los puentes", dice Leminer.
Terraplenes de hierba
El arquitecto Hermann Grub, de M¨²nich, formula, por su parte, una atractiva propuesta para transformar el muro e n un cintur¨®n de parques. Su idea consiste en construir desniveles y terraplenes por los que sea posible pasear, subir hasta el muro y bajar suavemente al otro lado. "Los materiales a emplear ser¨ªan ¨²nicamente hierba y tierra, como s¨ªmbolo de la naturaleza, que es la nueva causa com¨²n del g¨¦nero humano", explica Grub, quien cree que habr¨¢ que dejar al descubierto algunos sectores de muro como recordatorio al futuro y para preservar las pintadas que llenan la cara occidental.
Tanto los arquitectos occidentales como los artistas e intelectuales consultados en Berl¨ªn Este coinciden en que lo deseable es la desaparici¨®n de la mayor parte del per¨ªmetro actual del muro y algunos se muestran preocupados por los inevitables desajustes urbanos.
"Es muy importante planificar bien la sutura del muro, porque de lo contrario podemos tener una barrera de rascacielos y construcciones at¨ªpicas que no ser¨¢ tan siniestra como el muro, pero ser¨¢ para siempre", dice Josef-Paul Kleihues, uno de los m¨¢s importantes arquitectos de Berl¨ªn Oeste, que no ha podido asistir a los cambios que se producen en su ciudad por encontrarse en Estados Unidos.
El IBA (Internationalausstellung f¨¹r Berliner Architektur), una de las instituciones que m¨¢s han hecho por revitalizar el urbanismo del sector occidental, piensa ya en convocar un concurso internacional de propuestas para llenar el muro y restituir a Berl¨ªn su continuidad urbana.
Bloques reconstruidos
En el sector oriental, la temida proliferaci¨®n de bloques y construcciones ya se ha producido, especialmente en los alrededores de la puerta de Brandenburgo, donde las autoridades de la RDA dinamitaron manzanas enteras de casas para despejar lo que all¨ª se conoc¨ªa como barrera de protecci¨®n antifascista y recientemente, aun antes del deshielo pol¨ªtico, han comenzado a construir grandes bloques.
"El sector de muro en la puerta de Brandenburgo debe ser el primero en desaparecer, por motivos simb¨®licos", dice la pintora de Berl¨ªn Este, Rose Marie Rautenberg. Klaus Lemnier coincide en esa prioridad y afirma: "La desaparici¨®n f¨ªsica del muro puede tardar a¨²n alg¨²n tiempo, pero debemos comenzar a pensar desde ahora en c¨®mo sustituirlo, no s¨®lo para devolver a Berl¨ªn su unidad y grandiosidad urbana, sino para hacerla una ciudad a¨²n m¨¢s interrelacionada y abierta de lo que era antes de 1945; la mayor victoria que podemos lograr frente a la intolerancia es hacer del muro un puente".
Babelia
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