No hay billetes
Los despachos de loter¨ªa de Gij¨®n han agotado sus d¨¦cimos tras el 'gordo' de Navidad de 1988
Desde hace d¨ªas las 21 administraciones de loter¨ªa de Gij¨®n tienen colgado el cartel de "no hay billetes", y eso que "nos han enviado n¨²meros muy bajos", seg¨²n afirma Carolina de Navascu¨¦s, propietaria de la administraci¨®n n¨²mero 17, que fue la que el a?o pasado reparti¨® el gordo de Navidad: el 21.583. Aquellos 10.000 millones de pesetas que inundaron la ciudad hace 12 meses dieron origen a una fiebre consumista que se agot¨® en pocas semanas. Hoy todos vuelven a suspirar por el gordo. Incluso los que popularmente son considerados como los m¨¢s agraciados por aquel premio han seguido llevando una vida normal.
A m¨ª me toc¨®, pero no lo suficiente como para dejar el negocio, y como a m¨ª, creo que les ha ocurrido a muchos", asegura Luis Manuel Mu?iz, propietario del bar-churrer¨ªa El Carmen, que reparti¨® aproximadamente 2.000 millones de pesetas entre sus clientes por medio de peque?as participaciones.Fue un premio muy repartido, puesto que casi todo ¨¦l se vendi¨® en peque?as participaciones de 200 pesetas (dos millones de premio a cada una), por lo que, o no hubo grandes millonarios o si los hubo no se han dejado apenas notar en su entorno.
Los concesionarios de coches, los establecimientos de electrodom¨¦sticos y de pieles y las inmobiliarias s¨ª reconocieron en los primeros d¨ªas del pasado mes de enero que hab¨ªan incrementado sus ventas. "Se gast¨® mucho dinero en bienes, de consumo inmediato y en los primeros d¨ªas, despu¨¦s hubo bastantes inversiones a trav¨¦s de los bancos a medio y largo plazo, pero lo que se dice grandes fortunas apenas hubo", asegura un apoderado de una entidad bancaria de la ciudad.
Autom¨®viles, pisos, videos, muebles y algunos otros bienes son los signos externos de los 10.000 millones que, por lo dem¨¢s, apenas si se han dejado ver en la ciudad. Gij¨®n, como Asturias, iniciaba entonces los primeros pasos para salir de una aguda crisis industrial de m¨¢s de 10 a?os cuando lleg¨® el premio de Navidad.
El segundo premio
Este premio interpretado entonces, y, ahora, como un signo positivo que se ha visto ratificado por un hecho mucho m¨¢s trascendente. Hace unas semanas la multinacional qu¨ªmica Du Pont de Nemours ha anunciado inversiones en un complejo industrial en el centro de la regi¨®n que pueden llegar a ser de 200.000 millones de pesetas. Es un segundo signo positivo tras una larga carrera de malas noticias.Como ocurre casi siempre en estos casos, el gordo ha impulsado la venta de la loter¨ªa en Gij¨®n. As¨ª, por ejemplo, para el sorteo de hoy se pusieron a la venta 932 millones de pesetas, una cifra sensiblemente superior a los 794 millones que se hab¨ªan vendido el a?o pasado.
Pero es que adem¨¢s, durante todo el presente a?o que ahora termina se han vendido para todos los sorteos de la loter¨ªa nacional 2.970 millones de pesetas, frente a los 2.603 del a?o 1987 y a los 2.164 de 1988, seg¨²n cifras facilitadas por la Delegaci¨®n de Hacienda en Gij¨®n, una ciudad de poco mas de 250.000 habitantes.
Repetir n¨²mero
Desde mucho antes de la fecha del sorteo, la mayor parte de los n¨²meros estaban comprometidos, y en los ¨²ltimos d¨ªas no hab¨ªa manera de encontrar un triste d¨¦cimo. Hubo quien trat¨® de comprar el n¨²mero premiado el a?o pasado, el 21.583, pero en esta ocasi¨®n el Servicio Nacional de Loter¨ªas lo envi¨® a Ia localidad de Torremolinos, en M¨¢laga, donde, al parecer, iba habitualmente, menos el a?o pasado, justo cuando toc¨®.Puede decirse, por tanto, que Gij¨®n tuvo un halo de suerte porque, de haberse enviado aquel n¨²mero a su lugar de costumbre, hubiera tocado en M¨¢laga y no en Asturias.
La demanda de billetes ha permitido dar salida a n¨²meros considerados feos, que habitualmente no encuentran comprador. Son los n¨²meros bajos, que este a?o se han repartido en Gij¨®n.
"Nos vendr¨ªa muy bien que volviera a tocar", asegura Luis Manuel Mu?iz, que ha vendido el doble de loter¨ªa que el a?o pasado en su establecimiento. Su opini¨®n la corroboran algunos de sus clientes habituales, que fueron agraciados entonces y que, como a otros muchos, aquello les sirvi¨® para hacer frente a peque?as deudas y a gastos inmediatos, pero no por ello se han sentido millonarios.
Lo que si permiti¨® el gordo fue que aflorase mucho dinero negro. En las semanas siguientes al sorteo, papeletas de 200 pesetas (premiadas con dos millones) llegaron a pagarse a 2,5 millones de pesetas. "Era muy f¨¢cil vender una participaci¨®n por ese dinero en aquellos momentos", asegura uno de las personas premiadas, que prefiere, como otros muchos, mantenerse en el anonimato por razones fiscales.
Un portavoz de la Delegaci¨®n de Hacienda asegura que "no es posible, y menos para nosotros conocer la cantidad de dinero que pudo intercambiarse por ese procedimiento, y no sabemos siquiera si ello lleg¨® a ocurrir, como se asegura".
El delegado, C¨¦sar Sainz-Terrones, ha advertido "que los incrementos patrimoniales hay que justificarlos, y los premios est¨¢n exentos de impuestos siempre que se presente la papeleta que lo demuestre". Otras muchas fuentes consultadas por este peri¨®dico confirmaron que gran cantidad de participaciones hab¨ªa sido revendidas en las fechas posteriores al sorteo de Navidad, aunque nadie puede establecer un c¨¢lculo exacto.
S¨ª se sabe que las participaciones se vendieron a un 20% m¨¢s de lo que estaban premiadas. Con esta f¨®rmula, los agraciados con peque?as cantidades, de entre dos y cinco millones de pesetas, se ganaban un dinero suplementario y confiaban en no tener problemas con Hacienda porque pensaban invertir inmediatamente su ganancia en la compra de un coche o en la entrada de un piso, por ejemplo.
Quienes compraron pod¨ªan justificar de esa forma incrementos en sus cuentas bancarias, que, de otra manera, les resultar¨ªa imposible.
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