"Denuncia a los criminales que conozcas"
Veh¨ªculos militares norteamericanos provistos de potentes altavoces recorren diariamente las calles de la ciudad de Panam¨¢ para repetir con acento puertorrique?o: "Pueblo paname?o, muchas gracias por tu colaboraci¨®n para detener a los criminales y delincuentes del r¨¦gimen de Noriega. La situaci¨®n est¨¢ casi controlada, pero todav¨ªa quedan algunos criminales sueltos. Sigue cooperando con las fuerzas estadounidenses y denuncia a los criminales que conozcas. Ser¨¢s recompensado y tu identidad se mantendr¨¢ en el anonimato. Feliz A?o Nuevo".
A los ciudadanos que se pasean pl¨¢cidamente frente a los soldados norteamericanos y se toman fotos junto a los tanques, las tropas de ocupaci¨®n les reparten caramelos.
A los que destacaron por su cooperaci¨®n con el antiguo r¨¦gimen, a los que son conocidos por haber pertenecido a los funestos Batallones de la Dignidad, o simplemente a aquellos que despiertan ciertas sospechas de izquierdismo o norieguismo entre el vecindario, los soldados norteamericanos les rodean su casa, les dan dos minutos para salir con las manos en alto y los encierran en campos militares junto a los m¨¢s de 5.000 detenidos desde el pasado d¨ªa 20.
Esta operaci¨®n de limpieza ha provocado una verdadera caza de brujas. Todo aquel ex alto funcionario que no haya hecho una declaraci¨®n expresa de acatamiento del nuevo Gobierno est¨¢ esperando que en cualquier momento allanen su residencia.
La mayor¨ªa de los antiguos dirigentes, incluidos el ex presidente Francisco Rodr¨ªguez y los ex vicepresidentes, se ha librado de la c¨¢rcel con un escandaloso cambio de lealtades, pero los que se han mantenido fieles a Noriega probablemente tendr¨¢n que hacer frente a juicios por colaboraci¨®n con la dictadura.
En los ministerios se ha establecido una meticulosa criba de cada uno de los empleados, y a muchos de ellos considerados pr¨®ximos al antiguo orden se les ha congelado temporalmente el pago de sus salarios.
La denuncia se ha convertido en el deporte nacional. Un destacado dirigente de oposici¨®n se enorgullec¨ªa estos d¨ªas en p¨²blico de haber llamado repetidamente al Comando Sur, el centro de operaciones de las fuerzas norteamericanas en Panam¨¢, para denunciar la casa en la que se encontraba Vicky Amado, la amante de Noriega en los ¨²ltimos a?os.
Las tropas norteamericanas han establecido una gama de recompensas por cada denuncia que pueden llegar hasta los 5.000 d¨®lares si la persona denunciada es un militar de alto rango o alguna personalidad destacada del antiguo r¨¦gimen.
Se ha puesto a disposici¨®n de los ciudadanos paname?os una serie de tel¨¦fonos para que se presenten acusaciones contra sospechosos sin necesidad de identificarse.
Aun sin estas denuncias, las tropas norteamericanas peinan tanto durante el d¨ªa como en la noche barrios enteros de la ciudad en busca de armas.
En muchos casos, los soldados, en traje de camuflaje, llaman a la puerta antes de entrar y explican educadamente el objeto de su visita. En otros, sobre todo cuando el allanamiento es respuesta a una denuncia, el registro del domicilio se hace por la fuerza y tras de la detenci¨®n de sus ocupantes.
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