Las diosas y el perro

Antonio Saura, 59 a?os, aragon¨¦s, y como aragon¨¦s serio y recio por dentro y por fuera, asist¨ªa ayer imperturbable a los proleg¨®menos de uno de los grandes acontecimientos de su biograf¨ªa de artista: la gran exposici¨®n antol¨®gica que hoy inaugura el Centro de Arte Reina Sof¨ªa. Pensando en otra cosa y abstra¨ªdo por las gracias y desgracias del a?o del final de la d¨¦cada, el fundador de El Paso se entreten¨ªa al mediod¨ªa de ayer recontando las fichas de domin¨® que faltan por caer en el tablero de las perestroikas y en perfilar la idea de un libro de cartas imaginarias a pintores legendarios que prepara para Mondadori.

A pesar de ese car¨¢cter austero de su aire de aragon¨¦s habitante simult¨¢neo de tres casas -una en Cuenca, otra en Madrid, una en Par¨ªs-, Saura se mostraba ayer feliz con el mundo que le ha deparado este siglo: "Es un siglo fant¨¢stico, ?no les parece? Hemos roto todos los l¨ªmites y ya no nos asusta el pasado, ni al pasado le asusta el presente. El pasado puede iluminar al presente y, al rev¨¦s, el presente puede iluminar el pasado. Es el siglo de la creatividad, un siglo de grandes descubrimientos, como el Renacirmento". Acaso lo que le empa?a ese entusiasmo es "el crecimiento paulatino de la adscripci¨®n mim¨¦tica a las modas y, sobre todo, ese coleccionismo de inversi¨®n que est¨¢ impidiendo tener una idea clara de lo que es de verdad el mercado del arte". Tales enganos, dec¨ªa Saura ayer, "hacen posible la creaci¨®n de una mitolog¨ªa y una simplificaci¨®n que crean espejismos contra los que hay que estar preparados".

La exposici¨®n, cuyo comisario es el suizo-alem¨¢n Rainer Mason, le satisface a Saura, "porque me ha dado la oportunidad de reunir setenta obras de gran formato en las que se plantean cuatro grandes temas de mi biograf¨ªa de pintor: las diosas, las multitudes, las crucifixiones y el retrato imaginario de Goya a partir del cuadro del perro que se conserva en el Museo del Prado".

Este perro, que en el Prado se llama, err¨®neamente, seg¨²n Saura, Perro enterrado en la arena, fascina particularmente al pintor. "Para m¨ª ese cuadro representa a Goya mirando al mundo exterior desde una especie de guarida. Es el mejor cuadro del mundo. Por supuesto que es una elecci¨®n muy personal, muy subjetiva".

Los temas de la exposici¨®n son los propios g¨¦neros de Antonio Saura. "Del mismo modo que hay pintores que pintan bodegones o acuarelas yo pinto temas". Despu¨¦s de Madrid, los temas de Saura viajar¨¢n a Munich (Rep¨²blica Federal de Alemania) y a Toulouse, "la ciudad m¨¢s espa?ola de Francia".